El documento proporciona un resumen histórico de la creación y actividades de Antifaschistische Aktion (Acción Antifascista) en Alemania en la década de 1930. Se formó en 1932 por el Partido Comunista Alemán para combatir el ascenso del fascismo de manera unida más allá de partidos políticos. Tuvo precedentes como la Liga Espartaquista y el Roter Frontkämpfer Bund. Organizó manifestaciones y defensa ante los ataques de las SA nazis. A pesar de buscar unidad antifascista
85 años de la creación de Antifaschistische Aktion.
1. Ezkerraldea Antifaxista
85 años de la creación de Antifaschistische Aktion.
MUCHO MÁS QUE UN LOGOTIPO
El próximo mes de junio se cumplen 85 años de la presentación pública en Berlín de
Antifaschistische Aktion, la organización antifascista promovida principalmente por el Partido
Comunista Alemán (KPD) para tratar de parar el inminente ascenso del fascismo. Como
veremos, ayer y hoy se siguen produciendo similitudes y problemas parecidos a la hora de
confrontar de manera combativa y decidida la expresión política más violenta y reaccionaria del
capitalismo. Ezkerraldea Antifaxista quiere aprovechar estas líneas para recordar y rendir
homenaje a todos aquellos y aquellas obreros antifascistas alemanes que, a pesar de ser
conocedores de lo que se les iba a venir encima, no perdieron la firmeza en sus principios y
convicciones ni se entregaron al posibilismo oportunista por el que optaban constantemente los
socialdemócratas con la excusa de salvar una podrida “democracia” que siguiese prolongando la
explotación asalariada, nuevas guerras imperialistas y el hipócrita orden burgués. Fueron, como
tantos y tantas otros a lo largo y ancho del mundo, los que nos dejaron claro que de nada sirve
luchar contra el fascismo sin enfrentarse con la misma determinación al capitalismo que lo
origina y la clase social que lo domina, la burguesía.
PRECEDENTES HISTÓRICOS
Para comprender la situación en la que se encontraba Alemania en la década de los 30, debemos
dar un breve repaso a ciertos elementos acontecidos desde que resultase la gran perdedora de la
I Guerra Mundial imperialista a finales de 1918, sufriendo por ello humillantes sanciones y
siendo desprovista de buena parte de su industria pesada. Esto supuso que Alemania viviese un
momento de crisis económica y, por ende, política, sin parangón. A raíz de ese hecho y el
derrocamiento de la monarquía, se instauró la República de Weimar1
.Débil, repleta de tensiones
internas, carente de una firme autoridad y dirigida por una socialdemocracia preocupada por
ganarse la simpatía de la gran burguesía y otras capas poseedoras, este improvisado experimento
político tuvo la misión de reprimir y evitar que la Revolución bolchevique iniciada en
noviembre de 1917 en la vecina Rusia y pueblos ocupados por el régimen zarista no se
reprodujera en Alemania.
Finales de 1918: El levantamiento consejista/espartaquista.
Así, desde el mismo final de la guerra se dio inicio a un período de fuerte agitación y
movilización revolucionaria promovidas por el ala política más consecuente de la clase obrera,
ya separada del Partido Socialdemócrata: la Liga Espartaquista, encabezados por Clara Zetkin,
Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo por un lado y los soviets o consejos de obreros y soldados
que deseaban dar inicio inmediato a una revolución como la que acabó con el régimen zarista.
La Liga Espartaquista fue el embrión del Partido Comunista Alemán tras haberse adherido en
diciembre de 1918 a la Internacional Comunista-Komintern. Ese mismo mes se dio inicio a un
levantamiento promovido principalmente por el movimiento consejista pese a no contar con
todo el visto bueno de la Liga/KPD. Llamando a la Huelga General revolucionaria,
concentrando sus fuerzas principalmente en Berlín y contando una vez iniciada con el decidido
apoyo espartaquista, el levantamiento duró hasta el 15 de enero, fecha en la que fueron
capturados Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht junto a cientos de revolucionarios más. En su
traslado a prisión fueron asesinados y sus cuerpos lanzados al canal berlinés desde un puente.
Esto generó una oleada de protesta obrera que acabó con 5.000 muertos a manos del ala más
1
Conocida así por la ciudad en la que se celebró su Asamblea nacional constituyente.
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reaccionaria del ejército y los freikorps2
anticomunistas, que en todo momento estuvieron al
servicio de la socialdemocracia. Comprender estos hechos y situarlos en su contexto es
imprescindible para entender la evolución posterior de los acontecimientos hasta la llegada al
poder de los nazis en 1933 y, desde luego, constituyen en sí mismos una explicación gráfica de
la posterior calificación de “socialfascista” que se ganó la socialdemocracia.
Julio de 1924, fundación de Roter Frontkämpfer Bund (RFB)3
Presentada legalmente como organización no-política en verano de 1924 y hasta su definitiva
disolución por decreto en 1929, el RFB actuó en la práctica como una contundente milicia
comunista compuesta principalmente en sus inicios por antiguos miembros de Proletarische
Hundertschaften4
, veteranos de la I Guerra Mundial y supervivientes del alzamiento de 1918.
Organizada por el KPD, el RFB aunó en su seno a obreros de distinta tendencia política, aunque
la mitad de la organización fuesen afiliados al KPD, otros no estaban afiliados a ningún partido
y hubo incluso afiliados del ala izquierda del socialdemócrata SPD. Los sucesos acaecidos en
mayo de 1924 en la ciudad de Halle, en los que cayeron asesinados 8 obreros y otros 16
resultaron heridos de gravedad por el fuego policial que disolvía una manifestación, aceleró la
presentación pública del RFB. Dirigido tras su congreso de febrero de 1925 por Ernst Thälmann
y Willy Leow, comenzó a editar su propio periódico, Die Rote Front. Su símbolo, el puño
apretado, venía a expresar la defensa del amigo, la lucha contra el enemigo. Con el paso de los
años, el RFB fue adoptando mayor relevancia y efectividad en los combates de calle gracias a la
preparación técnica, el entrenamiento y su estrecha y constante ligazón con la educación política
y la clase obrera. Todo esto hizo que el RFB fuese aumentando en número de militantes
pasando de más de 40.000 en abril de 1925 a casi 70.000 en febrero de 1926. En el momento de
su ilegalización en 1929 contaba con unos 130.000 miembros activos y varias secciones en su
seno:
-Roter Jungsturm5
donde se encuadraban los jóvenes de entre 16 y 21 años, rebautizado
como Rote Jungfront6
en 1925.
-Rote Marine7
, sección creada para reconocer a los marineros de la marina imperial que
participaron en el alzamiento revolucionario de 1918. Era considerada una sección de élite.
-Roter Frauen und Mädchen Bund8
, sección femenina dirigida por Clara Zetkin.
Contaba con 4.000 miembros en el momento de la ilegalización.
La excusa que utilizó la República de Weimar para ilegalizar el RFB se basó en los hechos del
Primero de Mayo de 1929 en el que hubo 33 muertos a consecuencia de la brutal represión
ejercida en Berlín por la policía al servicio directo del socialdemócrata SPD. Prácticamente toda
la legislación anticomunista de Weimar estaba destinada, como ya hemos citado, a sofocar
cualquier conato revolucionario que estuviese inspirado en el ejemplo de la recién nacida Unión
Soviética.
2
Cuerpos libres o francos. Apelativo con amplio sustrato nacionalista histórico que adoptaron las
organizaciones paramilitares fascistas, anti-marxistas, antisemitas y ultranacionalistas. Estaban
compuestas por excombatientes de la I G.M. Fueron oficialmente disueltos en 1920 pero sus miembros
participaron en el intento de golpe de estado liderado por Hitler en 1923. La mayoría de los líderes del
partido nazi (NSDAP) fueron freikorp en su juventud.
3
Alianza de Combatientes del Frente Rojo.
4
Centuria Proletaria.
5
Joven Tormenta Roja
6
Frente Rojo de la Juventud
7
Marina Roja
8
Unión de Mujeres y Muchachas Rojas.
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La experiencia histórica del RFB dejó marcadas a sangre y fuego en la memoria de la clase
obrera alemana la importancia de la buena preparación para el combate y la autodefensa
antifascista, pero además de eso, el RFB fue un claro ejemplo de cohesión, camaradería y
solidaridad, valores que sólo pueden gestarse y alcanzar su verdadero significado cuando la
lucha militante es real y desarrollada con todas sus consecuencias. Ejemplo de ello son todos
sus miembros encarcelados y asesinados, pero los crímenes y ataques de las llamadas SA,
Sturmabteilung9
nazis o camisas pardas, carecieron de impunidad en las calles y las fuerzas
armadas de la burguesía se tuvieron que emplear a fondo en numerosas ocasiones ante la buena
organización y capacidad de autodefensa y resistencia demostradas por el RFB en actos
sindicales, comunistas o solidarios como cada vez que sus miembros acudían a impedir
desahucios en barrios populares. Cabe citar que el RFB también se movilizó en contra del gasto
dispensado por la República de Weimar en buques de guerra y en favor de ampliar las
inversiones en bienestar social así como en contra de los nuevos llamados a la “guerra por
Alemania” y en favor de la Paz. Podemos concluir que el RFB, cuyos militantes no
desaparecieron, fue el precedente directo de Antifaschistische Aktion.
1932: ALERTA ANTIFASCISTA: URGENCIA ORGANIZATIVA Y VIEJOS
DESENCUENTROS
En primavera de 1932 el KPD, consciente en todo momento del ascenso inmediato del
fascismo, se propuso volver a reorganizar un amplio movimiento de base, con carácter de clase,
combativo y, una vez más, al margen del control socialdemócrata que fuera capaz de unir al
conjunto de la clase obrera por encima de tendencias y siglas concretas. Este movimiento
adoptó el nombre de Antifaschistische Aktion y a pesar de su corta andadura es, seguramente, el
más conocido mundialmente en la actualidad debido únicamente a la popularidad de su símbolo.
Para ayudar a situar el contexto a nivel cuantitativo, debemos recordar que a nivel electoral, el
partido nazi consiguió situarse segundo en las elecciones de 1930, con casi 6´5 millones de
votantes frente a los 8´5 millones socialdemócratas y 4´5 comunistas. De los 12 escaños
obtenidos en 1928, el NSDAP nazi pasó a 107. En julio de 1932 fueron más de 13´5 millones y
230 escaños. Y en enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller alemán con los apoyos de
centristas y otros nacionalistas. En 1932, las bandas de choque nazis, las conocidas
Sturbmabteilung contaban con 220.000 miembros debidamente organizados. Los 500 muertos
habidos como resultado de los enfrentamientos entre comunistas y nazis solo en el período
electoral de junio de 1932 son un buen ejemplo de que la ya de por sí dramática situación
parecía no tener componenda alguna que dejase nuevamente a medio camino a la clase obrera
alemana. Se avecinaban días duros e intensos, en los que se deciden, para bien del progreso o de
la reacción, los grandes acontecimientos históricos.
El SPD formó frente junto a ciertos sindicatos y sectores de la burguesía, el conocido como
Eiserne Front o Frente de Hierro. El símbolo de este frente, también conocido hoy día, consistía
en tres flechas. Las bases de este sector eran el estado de Derecho y la absoluta legitimidad que
otorgaban a las instituciones y, en concreto, a la policía como garante del orden y la defensa de
las movilizaciones “democráticas”.
En ese mismo mes de mayo se anunció la creación del nuevo movimiento antifascista en las
páginas de la gaceta Rote Fahne10
, del KPD tras una provocación nazi que derivó en una
violenta pelea entre parlamentarios de los dos partidos. El acto de presentación, llevado a cabo
un mes después en una abarrotada sala de la Filarmónica berlinesa dejaba claro que a pesar de
querer buscar la citada unidad, el antifascismo que pretendía organizarse no incluía la línea
9
Sección de Asalto.
10
Bandera Roja.
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capitulacionista y defensora del capitalismo y su orden burgués del SPD. De ello se encargaban
dos grandes e irónicas pancartas que retrataban de qué lado se posicionaba el SPD cada vez que
la lucha se agudizaba. El símbolo original de Antifa -como era conocido también en la época-
constaba de dos banderas rojas dentro de un círculo, que según algunas fuentes representa un
flotador salvavidas11
. Vidas obreras que se iban perdiendo en los combates de calle, tanto con
las SA como con la policía estatal. Tras haber lanzado el llamamiento para organizar el
movimiento, los grupos antifa se constituyeron y dieron inicio a una intensa actividad agitativa
y combativa por todo el país: Bremen, Dantzig, Dortmund, Dresde, Düsseldorf, Colonia,
Hanover, Leipzig,…
Con el fin de aclarar qué era y para qué se había creado el movimiento, el 8 de julio Ernst
Thälmann invitó a veinte delegados del SPD a la sede central del KPD en Berlín para que le
realizaran las preguntas que considerasen pertinentes. En pocos días, las conversaciones de este
encuentro se distribuyeron masivamente en forma de folleto y quedó legado para la historia
como una referencia teórica orientativa imprescindible de cómo, por quién y hacia dónde debe
organizarse el movimiento antifascista de clase y combativo.
Dos días después se reunieron en Berlín 1550 delegados, de los cuales 379 eran comunistas, 132
del ala izquierda socialdemócrata y la mayoría, 954, carecían de afiliación partidista concreta.
Ese mismo mes, 33 intelectuales -entre ellos Albert Einstein- suscribieron un manifiesto
promovido y ampliamente difundido por Internationaler Sozialistischer Kampfbund12
titulado
“Llamamiento Urgente a la Unidad” para la creación de un frente obrero unido que no se
limitase a presentarse al parlamento y fuese capaz de articular una firme autodefensa y proponer
la unidad del KPD y SPD.
Antifaschistische Aktion fue ilegalizada en enero de 1933 y con ello, miles de SA desfilaron por
el céntrico boulevard Unter den Linden berlinés y a partir de ahí se lanzaron a la caza de todo
atisbo de comunismo y de antifascismo consecuente. Impotente ante la brutal embestida, Antifa
sólo pudo convocar una huelga general en Mössingen. A partir de ahí, el 7 de febrero Thälmann
propuso una amplia alianza contra el fascismo pero ya todo intento resultó baldío. El 3 de marzo
lo detuvieron y tras 11 años encarcelado lo ejecutaron en agosto de 1944. En 1935 Wilhelm
Pieck sustituyó a Thälmann como secretario general del KPD y trató de articular, en vano, un
Frente Popular como los que se pusieron en marcha en el resto de países. Demasiado tarde, ya
que en febrero de 1935 los nazis culparon a los comunistas de haber incendiado el Reichstag
desatando una oleada represiva sin precedentes: en mayo disolvieron los sindicatos pese a haber
aceptado estos el día anterior desfilar ante Hitler y en julio le llegó el turno al SPD y el resto de
partidos políticos. Lo ocurrido a partir de ahí es, a grandes rasgos, sobradamente conocido.
Los miembros de Antifaschistische Aktion que consiguieron zafarse de la brutal represión
ejercida por el régimen nazi, se unieron a la lucha clandestina en torno al KPD en la misma
Alemania, realizando acciones armadas, sabotajes, repartos de propaganda,… Muchos otros
vinieron a luchar a los frentes antifascistas del estado español, encuadrados en los batallones de
las Brigadas Internacionales hasta el momento de su evacuación. También hubo miembros
supervivientes que tras la definitiva derrota de la República Popular en 1939, llegaron a la
URSS a luchar en la Gran Guerra Patria y, tras la Victoria antifascista del 9 de mayo de 1945,
regresaron a la recién creada República Democrática Alemana.
11
Extremo cuya veracidad no hemos podido contrastar.
12
Liga Internacional Socialista Militante.
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LOS 70: RECUPERACIÓN DE ALGO MÁS QUE UN SÍMBOLO
Tras las revueltas de 1968 en Europa, grupos autónomos se reorganizan bajo los mismos
criterios que en décadas precedentes tras las innumerables escisiones habidas en grupos de
distinta tendencia marxista. Nuevas generaciones de jóvenes alemanes de las grandes ciudades,
hartos de la hipocresía y el servilismo de sindicatos y partidos denominados de izquierda y con
ganas de reactivar el antifascismo combativo en sus calles y barrios, recuperan el mismo
símbolo de las dos banderas.
Los nuevos grupos antifa, conscientes de que el fascismo no desapareció con el proceso de
Nuremberg13
, apostaron por hacer frente a la reorganización de las nuevas bandas nazis, buscar
y encontrar a antiguos miembros del régimen nazi escondidos o con identidad falsa y defender
de la represión policial los barrios ocupados y las movilizaciones de los sectores sociales más
golpeados por el capitalismo.
A lo largo de las últimas décadas, el símbolo de la unidad antifascista combativa se ha
propagado internacionalmente. En Alemania, donde actualmente funcionan unos 300 grupos
bajo la denominación antifa, la organización y lucha antifascista está demostrando diariamente
estar a la altura de las circunstancias en todas y cada una de las convocatorias de la extrema
derecha, los nazis, del movimiento Pegida u otros de carácter ultranacionalista, así como en
movilizaciones y protestas organizadas con motivo del Primero de Mayo, proyectos
desarrollistas y devastadores, guerras imperialistas, iniciativas antirracistas locales, cumbres y
otras reuniones del gran capital o en el fomento del deporte y la cultura popular….
CONCLUSIONES
Internacionalmente somos cientos los grupos y colectivos que usamos el símbolo de las dos
banderas, en todos los continentes. Cuestión aparte sería la orientación y fundamentos que
adoptemos cada uno de ellos a la hora de entender y poner en práctica la organización y lucha
antifascista que decimos reivindicar o si nos molestamos seria y entusiasmadamente en ello. La
evolución de la historia contemporánea de la lucha de clases de cada pueblo, caracteriza la
actualidad de nuestros movimientos y eso, en nuestro caso concreto, pasa por comprender lo
ocurrido en estos últimos 80 años en el conjunto del estado español y, en lo que a Euskal Herria,
nuestro pueblo, se refiere, en prestar especial atención a la intensidad adoptada por la lucha
obrera y popular de estos últimos 40 años frente a los intentos de camuflar la naturaleza y el
carácter fascista del estado en un marco de apariencia democrática a la turca.
Como hemos visto, se trata de mucho más que un símbolo, y si Ezkerraldea Antifaxista lo hace
suyo y reivindica es en toda su dimensión, tratando siempre de no contradecir su esencia, ni
usarlo como si de un logotipo de moda, un producto con el que mercadear o un símbolo para
tribus urbanas se tratase. Es por ello también que, al igual que en la Alemania de los 20 y
principio de los 30, Ezkerraldea Antifaxista une indisolublemente la lucha contra el fascismo a
la lucha contra el capitalismo que lo genera y entiende que la socialdemocracia actual,
representada por TODOS los partidos políticos de “izquierda” que forman parte del circo
electoral y la legalidad fascista y buena parte de los “movimientos sociales” que se escandalizan
ante las terribles consecuencias que genera este sistema depredador sin prestar atención a la raíz
del problema, no hacen sino confundir y embaucar al conjunto de la clase obrera en ilusiones
irrealizables en el marco del capitalismo.
13
Proceso judicial en el que fue juzgada y condenada la plana mayor del III Reich en vida y que fue
presentado como un punto final por parte del imperialismo occidental, centrado tras 1945 en su nueva
cruzada anticomunista y que no sirvió para depurar mínimamente las responsabilidades políticas y
económicas de todos los sectores monopolistas que salvaron sus riquezas y consiguieron una nueva vida
en EEUU o a cobijo de las dictaduras fascistas españolas, argentinas, chilenas...
6. Ezkerraldea Antifaxista
La clase obrera necesita urgentemente alzarse en la verdadera protagonista de organizaciones
que estén dispuestas a promover la educación política, la movilización popular y la autodefensa
y defensa de sus intereses con todos los medios al alcance. Consideramos que el antifascismo de
clase y combativo que reivindicamos nosotros y nosotras, con su Programa Antifascista para la
Ruptura Democrática, constituye un espacio abierto muy adecuado para ello.
Citas
“Las políticas de nuestros partidos son incompatibles pero cuando los fascistas vengan esta
noche a destruir la sede de tu organización, yo estaré ahí, con un arma en la mano, para poder
ayudarte ¿Podrías también tú prometerme tu ayuda cuando ataquen la del mío?” (obrero
comunista a socialdemócrata)
“Frente al fascismo, Constitución y Estado de Derecho (…) Luchar sería rebajarse al nivel de
los nazis rojos, los kozis” (SPD)
“Acción Antifascista significa desarrollar una labor incesante para demostrar el papel
vergonzoso y traicionero de los dirigentes del SPD/ADGB (…) y unificar a las masas fuera de
la influencia de la dirección del SPD” (Ernst Tälmann, KPD)
“Nosotros, comunistas, que no queremos tener nada en común con los dirigentes del partido
socialdemócrata, explicamos incansablemente que estamos dispuestos a cada momento a
realizar la lucha antifascista (…) con las organizaciones de base que quieran luchar” (KPD)
Ezkerraldea Antifaxista