1. E l agua es fuente de vida, líquido vital y elemento
maravilloso que continúa asombrando a
los seres humanos. Sus transformaciones
nos deslumbran, y sirven como basamento
de inspiración en la creación artística. Los
artistas nutren sus creaciones influidos por el sonido,
belleza y tranquilidad que el agua transmite en su devenir
en forma de arroyo, cascada, río, lluvia, lago, mar.
El agua es un elemento esencial para la vida, es un
derecho humano universal. El agua es esencia y fuente
de vida en nuestro planeta, es patrimonio común y una
responsabilidad casi sagrada.
Toda manifestación artística es un componente de la
cultura, su desarrollo responde a la evolución histórica
de los pueblos, reflejando las ideas y valores inherentes
a cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el
tiempo.
El arte en la antigüedad poseía un componente ritual,
mágico y religioso. En tiempos remotos, el hombre
expresaba su admiración y encanto por este maravilloso
líquido. En la sociedad moderna su función se ha ido
transformando, adquiriendo ahora un mayor componente
estético y mercantil.
El agua ha sido fuente de inspiración para compositores
de todos los países y de todas las épocas, los cuales
se han inspirado en el agua para deleitarnos con sus
creaciones musicales que nos hablan de ríos, de lluvia,
de mares.
Sin embargo la música creada por el hombre por más
bella que sea, no podrá sustituir al discreto encanto
del fluir del agua en los arroyos, al grato sonido de la
lluvia, o al relajante gozo de escuchar el armonioso
desplazamiento del líquido danzante en las fuentes de
las plazas, o al tempestuoso sonido de las olas chocando
contra las rocas.
CONCEPTUALIZACIÓN
Agua,
2. música y
poesía
Por: Luis Felipe Rodríguez
luferod@hotmail.com
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MAYO 2012
Es realmente placentero percibir el sonido del mar, el
rumor de una cascada, o el goteo de la lluvia nocturna
precipitándose sobre el techo de la casa. Aunque, claro
está, la musicalidad del agua no siempre es apacible, a
veces se torna furiosa y frenética, como cuando se trata
de tifones o huracanes.
El sonido del agua es sagrado, la vibración y la energía
transmitidas por el agua son sinónimos de vida.
En el campo de la música clásica, el agua es un tema
que tiene una gran tradición: compositores como el
austriaco Johann Strauss (“El Danubio Azul”), el francés
Maurice Ravel (“Juegos de Agua”), el inglés Edgard
Elgar (“Estampas Marinas”), el alemán Richard Wagner
(“El Holandés Errante”) y el francés Claude Debussy
(“El Mar”) le han dedicado grandes obras orquestales.
Destacan también dentro de esta temática las famosas
piezas de los alemanes Georg Philip Telemann y Georg
Friedrich Häendel –tituladas ambas “Música Acuática”- ,
y nuestro insigne compositor mexicano Juventino Rosas
con su inmortal vals “Sobre las olas”.
En el ámbito de la música popular, resulta imposible
inventariar el gran número de canciones que le cantan
al agua entre las que destacan las interpretadas por
Joan Manuel Serrat (Mediterráneo, Cerca del agua y El
Hombre y el agua), Ana Belén (Planeta agua y Niña de
agua), León Gieco (Río y mar y Que se viene el agua),
Magos Herrera (Agua), Café Tacuba (Agua), Los Piojos
(Agua), Bomba Estéreo (Agua Sala), Jarabe de Palo
(Agua), Babasónicos (Montañas de Agua), Los Van Van
(Agua), La Gusana Ciega (Entra en el Agua), Lila Downs
(Agua de Rosas), y los músicos laguneros de Espina
3. y Jugo (La Vida de Todos) y Gato Fuentes (Laguna de
Mayrán)
La música del agua es anterior al ser humano; sólo
de nosotros depende seguir escuchándola. Nos
corresponde reflexionar sobre qué podemos hacer
cada uno de nosotros para conservar este recurso tan
importante y permitir que las generaciones futuras sigan
sabiendo lo que es un río, la lluvia, el mar y el rocío y así
puedan disfrutar plenamente del agua, de sus sonidos y
de la música que en ella se inspiran.
Dentro del campo literario, mediante la poesía los
poetas expresan sus ideas y emociones que reflejan su
visión del mundo. El agua no puede faltar en el ámbito
poético; el agua es belleza, inspiración, paz, tranquilidad,
sustento. Fuente de vida, riqueza, abundancia. Su
escasez produce penurias, muerte, enfermedad, luchas
y enfrentamientos.
El poeta mexicano Juan José Tablada, en un espléndido
Haiku nos dice: “La gota de agua / cayendo, cayendo, / se
sueña Niágara”. De igual forma el poeta japonés Io Sogi
nos regala este Haiku: “No es que atardezca / es que
la lluvia es noche: / otoño en la ventana.” Deslumbrante
también es el Haiku de Yosa Buson: “Un aguacero: / se
agarran a las yerbas / los gorriones”.
Entre los poetas que han incorporado el elemento agua
a sus poemas encontramos a Gabriela Mistral, Miguel
Hernández, Fernando Pessoa, León Felipe, Octavio Paz,
Juan Ramón Jiménez, Amado Nervo y Federico García
Lorca.
El Antropólogo mexicano Armando Bartra en su ensayo
La Muerte del Agua nos advierte: “Porque el agua que
sabe a nada, que huele a nada, que tiene forma de nada
pues se acurruca en sus recipientes; el agua que es tan
sólo agua y no se parece a cosa alguna, es por fuerza
un espejo, un espejo de agua que nos devuelve nuestra
verdaderafaz”.
CONCEPTUALIZACIÓN