1. LA DIVERSIDAD CULTURAL
La diversidad cultural no es un fenómeno reciente. Históricamente y a
nivel internacional, los flujos migratorios intercontinentales son una
constante, acompañados de la redefinición de ciertos límites
territoriales, los imperios multicanales y el colonialismo, por lo que han
inducido la convivencia de sociedades de distintas culturas, en donde
es indispensable mantener los principios del pluralismo político
acompañados de valores tales como la tolerancia, la equidad y el
respeto.
La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no solo en lo
que respecta al crecimiento económico, sino como medio tener una vida
intelectual, efectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Esta
diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y
alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al
dispositivo normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito
cultural.