1. No hay lugares remotos. En virtud de los medios de comunicación actuales, todo es ahora.
Herbert Marshall Mcluhan
Apocalípticos e Integrados: la sociedad de masas y los mass media
En nuestra vida diaria nos encontramos rodeados de información que consumimos muchas veces
sin darnos cuenta y por costumbre gracias al desarrollo de la tecnología y los medios de
comunicación masiva que la ponen al alcance de todos, o de la gran mayoría de la población. La
cultura de masas surge en el momento histórico en el cual se incluye a las clases subalternas a la
vida pública y al consumo de información. Los medios de comunicación masiva juegan un papel
fundamental, ya que gracias a ellos se difunden los mensajes y se pone al alcance de todos, la
cultura digerida y liviana.
La pugna que existe en torno a este tema se consigna en la obra de Umberto Eco y nos presenta la
postura de dos formas de ver a la cultura de masas: los apocalípticos que tienen una visión
negativa acerca de esta nueva cultura y que ante todo defienden los valores culturales
aristocráticos del pasado y los integrados, que ofrecen un punto vista completamente optimista
hacia el fenómeno y que toman de manera benéfica la llegada y la difusión de la cultura a la masa.
Lo interesante de estos debates y puntos de vista es que a pesar de ser contrarios, pueden
complementarse muy bien y se puede crear un estudio y una crítica que sanee los medios masivos
y sus contenidos.
2. La cultura que se difunde para las clases subalternas es programada por la clase dominante, en
palabras de Umberto Eco, “un proletariado consume modelos culturales burgueses creyéndolos
una expresión autónoma propia.”1Los medios masivos proponen modelos y situaciones humanas
que no tienen conexión con los consumidores pero que sin embargo los entretienen. Para los
apocalípticos esta cultura de masas y sus medios de difusión destruyen las características de cada
grupo étnico, el público no manifiesta sus preferencias y por lo tanto se mantiene pasivo y acrítico
de la realidad que vive; además esta cultura de masas es un círculo comercial donde lo que
importa es la ley de oferta y demanda. Otro punto importante de la crítica a los medios masivos es
que están generados para el entretenimiento y por lo tanto se tornan superficiales.
Por su parte, los integrados, con una visión sumamente optimista nos hablan de una cultura de
masas que no es resultado del capitalismo, sino de una sociedad donde los ciudadanos participan
con igualdad de derechos en la vida pública. Esta cultura también es parte de una democracia
popular y se difunde a grandes cantidades de gente que antes no tenían acceso a la cultura, son
entretenidos porque el pueblo siempre ha gustado del circo y además homogeniza el gusto pues
ayuda a eliminar las diferencias de clase y unificar las sensibilidades del hombre con el mundo.
La cultura de masas es producida en su mayoría por grupos de poder económico para la obtención
de beneficios y por lo tanto resulta un hecho industrial. Lo que se pretende lograr con esta cultura
de masas y los medios de difusión es la creación de un mercado que resulte rentable para quien
invierte en él, es por eso que los contenidos son simples, entretenidos y llegan a la mayoría de los
hogares.
Tanto los integrados como los apocalípticos han planteado mal el problema de los medios
masivos, ya que la discusión no debería centrarse en saber si la cultura de masas es buena o mala.
El error de los integrados es que no tienen en cuenta que la información que llega a todos se
impone desde arriba y se controla por la clase hegemónica, por lo que la democratización no es
algo real. El error de los apocalípticos es tachar de malo un fenómeno resultado de un interés
económica e industrial. El punto que debe discutirse realmente es en qué medida los medios
pueden llevar valores culturales a las masas. En este punto es interesante el planteamiento de
este problema por el autor, ya que nos ofrece un tópico interesante para la discusión. Estos
medios masivos pueden ser un factor de cambio social, ya que llegan a la mayor parte de la
población, pero no lo son porque la clase hegemónica los controla y para ella no es conveniente
que se presenten contenidos que hagan reflexionar a la gente de su realidad y propugnar por algo
mejor. Es en este momento donde entraría la participación activa de comunidades culturales en
los medios masivos con conocimiento, es decir productores de cultura que ofrezcan valores para la
difusión y no productores de objetos de consumo cultural.
Estos grupos culturales que podrían ayudar al saneamiento de los medios masivos y la cultura de
masas deben examinar la configuración de este fenómeno y la investigación experimental para
que se dejen de ofrecer a la población “posturas culturales vacías.” En este punto es en el que los
historiadores podemos entrar al trabajo en los medios para la creación de contenidos que
1
Umberto Eco, Apocalípticos e integrados, España, Editorial Lumen, 1984, p. 50.
3. permitan el desarrollo de una conciencia histórica que ayude a los individuos a cuestionarse qué
está pasando con el mundo donde vive, qué puede hacer para cambiar alguna situación o
simplemente transmitir valores culturales que le den armas a nuestra sociedad para no ser una
masa moldeable, sino una masa con conciencia de su dirección y acción en este mundo.
Umberto Eco propone la existencia de diferentes niveles de producción de cultura para las masas
y el aceptar las visiones de cada nivel como complementarias y disfrutables por todos es otra
opción para sanear los medios masivos. Estas propuestas parecen utópicas e idealistas, pero
gracias a las nuevas tecnologías en donde la población ahora puede intercambiar y publicar
información y por lo tanto participar de esta cultura de masas, se puede iniciar un cambio y dejar
de ser sólo un espectador pasivo de la realidad, sino participar activamente de ésta.
Bibliografía:
Eco, Umberto, Apocalípticos e integrados, España, Editorial Lumen, 1984, pp. 39-78.