1. La hojita
de los niños
Año XIX • nº 1.175 • 23 de marzo de 2014
¡la buena noticia para todos! • domingo 3º de Cuaresma
El mEnsajE dE
la Palabra dE dios
Para Esta sEmana
Jesús dio su vida por
todos sin discriminar a
nadie. en su vida, tam-
bién estuvo al lado de
quienes eran desprecia-
dos.
a él no le importaba lo
que decían los demás,
hacía lo que creía co-
rrecto.
este tercer domingo de
cuaresma, en el cual
nos seguimos prepa-
rando para celebrar la
resurrección de Jesús,
podemos pensar en si
somos capaces de estar
con aquellos que son de-
jados de lado, si actua-
mos sin pensar qué van
a opinar otras personas
de nosotros o si nos de-
jamos llevar por lo que
dicen los demás.
Jesús es el
agua viva.
el que beba
esta agua,
nunca tendrá
sed.
Laberinto bíblico
Entrá al laberinto y llegá hasta el pozo de agua.
04 - 23 de marzo 2014:LA HOJITA 12/2/13 1:59 PM Página 1
2. ermanos: justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos glo-
riamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y la esperanza no quedará defraudada porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo, que nos ha sido dado.
En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores.
Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhe-
chor. Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
esús llegó a
una ciudad
de Samaría
llamada Sicar, cerca de las tierras que
Jacob había dado a su hijo José. Allí se
encuentra el pozo de Jacob.
Jesús, fatigado del camino, se había
sentado junto al pozo. Era la hora del
mediodía.
Una mujer de Samaría fue a sacar
agua, y Jesús le dijo:
–Dame de beber.
La samaritana le respondió:
–¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides
de beber a mi, que soy samaritana?
Los judíos, en efecto, no se trataban
con los samaritanos.
Jesús le respondió:
–Si conocieras el don de Dios y quién
es el que te dice dame de beber, tú
misma lo hubieras pedido, y él te ha-
bría dado agua viva.
–Señor– le dijo ella–, no tienes nada
para sacar el agua y el pozo es profun-
do. ¿De dónde sacas esa agua viva?
¿Eres acaso más grande que nuestro
padre Jacob, que nos ha dado este po-
zo, donde él bebió, lo mismo que sus
hijos y sus animales?
Jesús le respondió:
–El que beba de esta agua tendrá nue-
vamente sed, pero el que beba del
agua que yo le daré, nunca más volve-
rá a tener sed. El agua que yo le daré
se convertirá en él en manantial que
brotará hasta la Vida eterna.
–Señor –le dijo la mujer–, dame de
esa agua para que no tenga más sed y
no necesite venir hasta aquí a sacarla.
Después agregó:
–Señor, veo que eres un profeta.
Nuestros padres adoraron en esta
montaña, y ustedes dicen que es en
Jerusalén donde se debe adorar.
Jesús le respondió:
–Créeme, mujer, llega la hora en que
ni en esta montaña ni en Jerusalén us-
tedes adorarán al Padre. Ustedes ado-
ran lo que no conocen; nosotros
adoramos lo que conocemos, porque
la salvación viene de los judíos. Pero
la hora se acerca, y ya ha llegado, en
que los verdaderos adoradores adora-
rán al Padre en espíritu y en verdad,
porque esos son los adoradores que
quiere el Padre. Dios es espíritu, y los
que lo adoran deben hacerlo en espí-
ritu y en verdad.
La mujer le dijo:
–Yo sé que el mesías, llamado Cristo,
debe venir. Cuando él venga, nos
anunciará todo.
Jesús le respondió:
–Soy yo, el que habla contigo.
Muchos samaritanos de esa ciudad
habían creído en él.
Por eso, cuando los samaritanos se
acercaron a Jesús, le rogaban que se
quedara con ellos, y él permaneció allí
dos días.
Muchos más creyeron en él, a causa
de su palabra.
Y decían a la mujer:
–Ya no creemos por lo que tú has di-
cho; nosotros mismos lo hemos oído
y sabemos que él es verdaderamente
el salvador del mundo.
la biblia, el libro de la Palabra de dios
las lECturas dE la misa dEl domingo
H
J
d
sEgunda lECtura
romanos 5, 1-2. 5-8
EvangElio
juan 4, 5-15. 19b-26. 39a-42
04 - 23 de marzo 2014:LA HOJITA 12/2/13 1:59 PM Página 2
3. ra-
ad,
que
los
spí-
sto,
nos
dad
se
se
allí
usa
di-
ído
nte
El cuarto sábado también nos reunimos en la
plaza, pero en lugar de hacerlo a los pies de la es-
tatua del fundador, decidimos ubicarnos en las
mesitas que usan los abuelos para jugar al dominó.
Como ellos suelen ir más tarde, a esa hora todavía
estaban desocupadas. Firmamos el acta del sá-
bado anterior y pegamos la foto.
El papá de Aníbal nos había preparado una torta
que sólo se podía comer en
platos y con tenedor porque
estaba repleta de frutillas,
dulce de leche y crema.
Raúl llevó una canasta con
un mantel, vasos, platitos
descartables, tenedores de
plástico, servilletas y jugo…
Anibal estaba orgulloso de
su papá, y todos recordamos
cuando, al principio del ve-
rano, tuvimos que comer las
tortas casi crudas.
Mientras comíamos, veíamos las imágenes que
cada uno había podido sacar a lo largo de la se-
mana con sus celulares. La primera hora de la reu-
nión se nos pasó sin que nos diéramos cuenta.
De pronto, el cielo se puso negro por la proximidad
de una tormenta. Entonces yo dije que, si les pa-
recía bien, podíamos ir a la vieja estación del tren,
y seguir la reunión bajo techo. Para reforzar la pro-
puesta, mostré una foto que había sacado allí el
jueves por la tarde, al volver de la escuela. La ima-
gen «cazada» era la puntita de un antiguo sobre
de una carta. Nos dirigimos a la estación con paso
presuroso y llegamos justo en el momento en que
comenzaban a caer las primeras gotas.
En realidad, la única parte de la estación que tenía
el techo más o menos completo era la del lugar
que había sido el escritorio del jefe de estación.
Ahí yo había tomado la imagen, y mis amigos co-
menzaron a buscar. Leo, fanático de los escritorios,
comenzó a abrir todos los cajones y cajoncitos, y
se quedaba mirando las cosas que habían que-
dado abandonadas en ese lugar: sellos, papeles,
lápices rotos…
Cuando estaba mirando el contenido del último
cajón, Celeste, que estaba
agachada buscando por de-
bajo de las alfombras, pegó
un grito de alegría al ver de-
trás del cajón, la puntita del
sobre. Se había caído por
detrás y nadie lo había no-
tado. Sacamos el sobre, lo
fuimos pasando de mano en
mano y comenzamos a con-
versar acerca de abrirlo o
no. El sobre estaba dirigido a
Celia Baldaro, no tenía direc-
ción, y la fecha era de cuarenta años atrás.
No conocíamos a alguien con ese nombre, por lo
que decidimos abrir la carta. De pronto, sonó el
celular de Aníbal. Era Raúl, su papá, que estaba
buscándonos porque la lluvia ya era intensa. Es-
taba a pocas cuadras de la estación y se ofreció a
pasar a buscarnos con la camioneta. Pensamos
que era mejor esperar a que él llegara para abrir
la carta. Lo primero que hicimos cuando llegó, fue
mostrarle el sobre de la carta, y se alegró de que
no la hubiéramos abierto, porque sí sabía a quien
estaba dirigida. Nosotros también conocíamos a
Celia Baldaro, pero por su apodo y el apellido de
casada. Era Chela Mancino, la primera directora de
la escuela, ya jubilada, y que había sido la maestra
de primer grado de Raúl.
Cazadores de imágenes
CaPítulo 4 • una Carta PErdida
dE maría inés Casalá y juan Carlos Pisano - dibujo dE Hania KollEnbErgEr
Este cuento tiene once capítulos que se publican en La Hojita de los Niños desde el 2 de marzo hasta el
27 de abril de 2014. Si querés el relato completo, pedilo por mail a inescasala@gmail.com
04 - 23 de marzo 2014:LA HOJITA 12/2/13 1:59 PM Página 3
4. • ¿Alguna vez recibiste una carta, o
sólo te comunicás por mail o por celular?
• ¿Por qué creés que Chela se alegró de no
haber recibido la carta?
Para pensar y
conversar con los amigos
sólo Jesús nos da de beber
agua de vida eterna.
los hombres siempre andamos
con sed de algo más,
y Jesús calma de verdad esa sed.
Mancino era el apellido de su marido y pocos en
el pueblo sabían que su nombre era Celia. El papá
de Aníbal nos llevó a la casa de Chela para entre-
garle la carta. Ella nos hizo pasar para compartir
unos mates y bizcochitos. Raúl le entregó la carta
y le explicó dónde la habíamos encontrado.
Chela tomó el sobre, miró el remitente y sus ojos
comenzaron a ponerse rojos. Ninguno hablaba y,
para Chela parecía que ya no estábamos ahí.
Abrió el sobre, sacó una carta y un pasaje de tren
cayó al piso. Después de unos minutos, Chela nos
miró, y su rostro era de mucha paz.
–Darío, el que escribió la carta, fue un compañero
de la escuela de quien estaba muy enamorada.
Él se fue del pueblo porque decía que le quedaba
chico. Yo me quedé. Veo que en esta carta me in-
vitaba para que fuera con él a la ciudad. Como
nunca la recibí, pensé que se había olvidado de
mí…
En ese momento entró a la habitación una nena
de tres años gritando: –¡Abu, abu! Mirá qué lindo
está el jardín con la lluvia.
Ella la abrazó y exclamó:
–¡Qué suerte que esta carta nunca llegó!
Después de unas rondas de mate, nos despedi-
mos, y el padre de Aníbal nos llevó a cada uno a
su casa.
Nos comprometimos a volver a encontrarnos el
sábado siguiente.
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico.No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina.Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires.Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo.Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5.092.508 - 24/4/13
Dirección: P.Aderico Dolzani y Juan Carlos Pisano.Redactores: Inés Casalá y Juan Carlos Pisano.
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento).Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs.As.,Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00 / Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425
E-mail:jcpisano@gmail.com / Impreso en G.S.Gráfica S.R.L.San Luis 540 - B1868ALD Piñeyro,Avellaneda.Correo Argentino
Suc. 2 (B): Franqueo a pagar cuenta 14.471 – En Uruguay: SAN PABLO, Colonia 1591 (11200) MONTEVIDEO,
tel.:24018332,cels.:09494307/095728681,Mail: libreria@san-pablo.com.uy
www.sanpablo.com.ar
04 - 23 de marzo 2014:LA HOJITA 12/2/13 1:59 PM Página 4