2. La libertad de un
‘Pájaro’
de tierra
El hombre que habla detrás de la pluma exhibe su historia de vida con aciertos
y rechazos que desnudan las cinco facetas de su herética existencia.
Texto: Cristhian Vera
F
rancisco Febres Cordero Jijón, conocido era una mujer muy perfecta y rígida en sus co-
en el ámbito periodístico y literario como sas, tierna y dulce, acaparadora y preocupada
‘El Pájaro’, es un actor de teatro y perio- de cada movimiento que Francisco daba por ahí.
dista ecuatoriano que ejerce el humor político Tener un padre guayaquileño le concedía aire
como una responsabilidad de testificar los su- más libre a sus quehaceres infantiles. De sus tres
cesos y objetar al poder que existe en el país. Su hermanos, con quien más compartía era con Ra-
vida es cosa seria que nadie creería que es real. fael por su complicidad en todo lo jugable (si él
era Pelé, Francisco se convertía en Lev Yashin) y
Descender desde el cielo por la afición a la corrida de toros. Era una rela-
ción dicotómica que afloraba su primavera.
Cuando niño, brincos daba sobre las calles de La juventud fue la oportunidad para demos-
La Floresta del siglo XX. Su etapa colegial fue el trar sus equivocaciones como mal alumno en las
súbito detonante para terminar con el juego y la asignaturas que no le gustaban. Era lento para
travesura. Ingresó al Borja 2, pasó por el Spellman toda clase de números y ciencias exactas. Sin
y continuó en el San Gabriel, donde las normas embargo, lo que le faltaba en unos aspectos, lo
internas lo espantaron para que regresara, nueva- retribuía en cosas como ser un buen deportista.
mente, al Spellman. En el sótano de este último, Estuvo a punto de convertirse en abogado (que
encerraban a quienes se portaban mal y Francis- era su destino trazado) y claudicó a tiempo. Ha-
co no tuvo comodín para salvarse del premio. cia los primeros años de vida universitaria des-
Con todos los problemas que afloran en el cubrió una de las expresiones artísticas menos
seno de una familia, la suya era muy amena jun- implagiables del mundo: el teatro. Esta época
to a su padre, madre y tres hermanos. Su madre fue la más creativa, intensa y linda, pues conoció
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3. Vida
propia
a su esposa Catalina. Aquí, también realizó sus soledad es un estado del ser que lo acompaña y,
primeros escarceos periodísticos. si quiere resolverla, tiene que recurrir a sus aden-
Su irreverente personalidad le ayudó a desis- tros. Son momentos donde la verdad resurge.
tir de no ser lo que le impusieron las normas de Las personas que ama y las cosas que le gustan
esos años y optó por otras quimeras que perdu- quieren intervenir en su rescate. La desordenada
ran en la mente del niño que lleva adentro, con lectura de novelas, el pésimo oído para la música
espíritu transgresor, hostil ante las reglas e impo- y la convivencia con sus amigos le ayudan a pa-
siciones que truncan la madurez de sus utopías. lear esas crisis, a llevar ese fardo pesado de la vida.
Con las alas caídas Tejiendo el nido
La gente lo conoce como ‘el señor del buen Su familia es el resultado del pasar de los
humor’. No se toma la vida muy en serio: se ríe años. El encuentro con el amor que lo ha des-
de él mismo y, luego, del resto. Si se encuentra lumbrado por más de 35 años es Catalina. Su
en su espacio privado la timidez le gana. No es compañera, amiga, amante y apoyo solidario
un ‘chistoso’ ni sabe contar cachos. Para quien el que alguna vez tuvo que haberle dicho ‘no’ y
humor es una expresión de irreverencia ante las que él no hizo caso por la pasión que lo envuel-
circunstancias, la vida es mirarla con otros ojos ve. Sus hijos, Samuel de 32 años y Valentina de
que le roben una sonrisa. Alegrías que se apaga- 29, le han concedido el título de abuelo con
ron cuando tenía 18 años y perdió a su padre. Sin Tadeo, Simona y Jerónimo a quienes no quie-
ser juez ni perder su sensibilidad, sospechaba la re enseñarles nada, solo que –al igual que sus
intromisión de Dios en aquel suceso. Desde ahí, hijos- se desarrollen en un espacio de libertad.
perdió la fe que lo ataba. Ahora, se siente más Se limita a soplarles algunas recetas básicas y,
libre sin una creencia religiosa. sobre todo, inyectarles amor. Prefiere que ellos
Cree en la vida mientras dura. Después se ha de descubran el mundo, que no pierdan nunca la
volver polvo y dejará de ser. Justifica su paso por capacidad de sorprenderse, de admirarse y que
el mundo cuando haya dejado una huella impe- quieran las cosas que son queribles. Con esta
rativa para la gente. Sin Dios ni ley que lo moles- herencia se siente un patriarca con tremenda
ten, cuando necesita ayuda espiritual lo resuelve tribu y espera que no se incremente.
hablando solo, con su esposa o con sus hijos. Un Su lugar favorito es su casa de Conocoto, en
ser humano para quien el llanto es una expresión el Valle de los Chillos. No hay ruido que le mo-
necesaria del espíritu y que los otros hombres han leste (solo cuando llegan sus nietos). En esta
tratado de reprimirle. Siempre rebelde, ha dicho: cuna de su obra las plantas asumen el papel de
“Se llora cuando se necesita. Hay que dejar que cortinas. Los árboles representan un integrante
ese sentimiento se exprese libremente”. Llorar es más de su entorno. Alguno de ellos fue sembra-
tan necesario como reír porque es la voz del alma. do por sus blancas manos y las cuida para que
Ya no fuma por decisión personal y por in- el registro vivo no caduque. Allí habitan canes
fluencia de un médico que le advirtió sobre las de la más distinta especie, raza, y religión. Tan
letales consecuencias. Primero, comenzó su lu- mágico es el nido del ‘Pájaro’ que algunos de
cha contra el tabaco cuando volvió al teatro, lue- sus más variados congéneres (como los coli-
go de 25 años. Una subida de presión puso en bríes) llegan a ofrecerle una sinfonía cada tarde.
crisis su estado de salud. Renunció y, desde hace Comparte el tiempo jugando con sus nietos.
seis meses, ‘fuma’ electrónicamente a tal punto Los acompaña y los mima de una forma -a ve-
que se ha olvidado de que existe el Marlboro. ces- estúpida. Es muy querendón y trata de ex-
La emoción lo desnuda fácilmente. En plicarles las cosas menos enigmáticas de la vida.
esos momentos no cree sentirse solo porque la Reciprocarles, de alguna forma, afectos, ternezas
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4. Un ‘Pájaro’ que le sonríe a la vida ahuyenta la
hostilidad para abrirse paso hacia la conviven-
cia con todos los habitantes de su espacio .
5. Vida
propia
y que el mundo puede ser grato con ellos. Es una de aciertos y equivocaciones, de encuentros y
tarea mágica, aunque no sabe si le harán caso. desencuentros, de sueños y frustraciones que
Antes de ir a dormir ve noticias en la tele (es le apuesta a su caminar. Podrá respirar y apren-
un presidario de aquello). Después lee el libro derá de la vida por una largo tiempo más. Por
que lo acompaña, al igual que su almohada. su falta de solemnidad le ha dado tregua al en-
Se despierta a las 03:00 para escuchar un pro- gatusamiento, a lo súbito… al día a día.
grama de agricultura en la radio, aunque no Le da miedo muchas cosas: las culebras que
entiende nada, lo entretiene. A las 05:00 lee hay en Santo Domingo de los Tsáchilas (cuan-
los periódicos. Antes de que cante el gallo, es- do viaja hacia su hacienda), los aviones y, el
cucha otros noticieros. Son las 07:30 y es hora más grande de todos, es traicionarse a sí mis-
de salir al trabajo. En el trayecto, más noticias mo, dimitir de ciertos principios y lineamien-
(aunque se repitan). Su jornada culmina cerca tos que guían su camino. Menos miedo le
de las 14:00, luego se dedica a la filmación de tiene a la muerte (asegura ser un suicida frus-
una película en la que cumple el papel de un trado) a pesar que ella ha sido muy paciente
tipo, contradictoriamente, poderoso. con él. Cada día, percibe que está más cerca.
Con la posibilidad de volver a las tablas, se ha En el colegio, un cura comparó sus piernas fla-
sentido muy rejuvenecido, lleno de ilusiones cas (que aún las conserva) con las de un pájaro.
y cosas que suceden instantáneamente, y que Esta palabra que le ha ganado a su nombre es
son necesarias para cumplir con la pasión que una de las cosas más alhajas de su identidad.
ha necesitado durante 62 años de existencia. Ya no sabe ni cómo se llama y reconoce, con
Esta etapa lo compromete a trabajar, con más buen talante, que se ha acostumbrado. Le im-
voluntad, con cosas que refrescan y que des- porta nada ser el editorialista más leído del país
lumbran a un ‘Pájaro’ que no descansa. porque las cosas que hace las realiza con una
naturalidad interna que socava su vocación de
El intento de volar escritor. Independientemente de que lean o no
sus escritos, con el periodismo ha volcado sus
Los pájaros vuelan y él prefiere verlos desde sueños, sus frustraciones, esperanzas y dolores.
abajo. Su libertad es un espacio de aprendizaje, No lo hace por encargo de nadie.
• Aterrizó en suelo quiteño, por primera vez,
el 1 de octubre de 1950.
• Su casa es un monumento a la palabra y al
testimonio de su vida.
• Ingiere todo lo comible, sin resistencia al-
guna a cualquier bocado.
• Sus nietos son un homenaje a la creación y
al disfrute de cada rincón suyo.
• La tecnología es una cosa que le ayuda y
que le hace temblar las manos.
• Las nuevas formas de convivencia social le
dan buena señal de cambio.
• Siente el latido de la muerte a cada rato.
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6. Trata de actuar como quien es en realidad:
consecuente con él y con el resto. Su sentido
de responsabilidad con la gente lo mantiene de
pie. Aunque puede sonar a pancarta política,
el ‘Pájaro’ Febres Cordero se solidariza con los
más necesitados. Reconoce que esta actitud es
una herencia que le dejó el Evangelio. Odia (al
igual que los mirlos que asaltan las flores de su
casa) el poder como una práctica de fuerza, de
prepotencia que, en estos 35 años de ejercicio
periodístico, lo ha enfrentado constantemente.
Por eso es un articulista político que critica y
hace temblar a los áulicos de los poderosos. En 1977, el joven caminante se detuvo
Le tiene mucho respeto a la palabra. Le tiene para aflorar su compromiso con el amor.
miedo porque, al igual que el amor, está sujeta
a equívocos, a malas interpretaciones, a traicio-
nes y él sabe lo que pesa esa palabra viva.
El señor de la casaca y del pantalón clásico
mantiene el protocolo hasta que se lo permitan.
Para que alguien pueda ser amigo del ‘Pájaro’ no
hay trámite. Su amistad requiere cosas comunes
que unan a las personas. Respeta a los demás.
Es difícil que él sea amigo de alguien que actúa
de manera distinta a la suya. No es un tipo ren-
coroso que guarda odios y hace que su equipaje
sea muy pesado. Rara vez se llega a enojar con
alguien. Ha vivido momentos de tensión donde
perdió los estribos y empezó la crónica.
Morir con las alas abiertas
El talento que dio tregua a su indoma-
Apenas se levanta piensa en las pastillas que ble forma de ser y de parecer.
debe tomar: para la presión, para los huesos y
para todo. Algunas partes de su cuerpo lo obli-
gan a pensar en seres del pasado. Sus ojos de
color azul son parecidos a los de su padre. En ese El Universo, trabaja ‘a mil por hora’. La vida ha
mismo matiz reconoce la nostalgia, el amor, el sido muy grata con él. No tiene que reclamar-
dolor y la sinceridad de una mirada transparente. le mayor cosa. Por el contario, cree que es un
No es un tipo que se plantea retos. Vive el pre- moroso. En el fondo, ha sido lo que ha querido
sente. Recuerda una frase que le había dicho un ser: labró su propio destino con libertad y equi-
compañero cuando trabajó en diario El Tiempo: librio…ha hecho lo que le ha dado la gana.
“Los periodistas somos como las prostitutas, vi- El `Pájaro’ de tierra (como el cormorán de las Ga-
vimos al día”. Carente de expectativas, enfrenta lápagos) que anida su pensamiento en el papel,
las cosas y no se da cuenta de la hora que pasa. no quiere que le canten ni que lo cuiden. Se aferra
Cuando tiene que cerrar la edición de la revista a caminar por los parajes de la vida. Su vuelo es
Mundo Diners o preparar el artículo para diario un enigma que ni el mismo cielo sabe si lo hará.
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