2. “ Por las palabras que diga y los pensamientos que produzca, cada persona es profeta de su propio destino”. La s palabras afectan los resultados Esta sentencia, reconocida como totalmente válida por los grandes pensadores de la humanidad, mantiene una vigencia incuestionable a través de los siglos.
3. El poder de las palabras : Comprobado!!! Piense usted en un limón ácido. Véalo con el ojo de su imaginación. Imagínese cómo huele el zumo de ese limón. Pártalo mentalmente en dos mitados y échele un poco de sal. Qué le está sucediendo? Seguramente que, si usted es como el resto de los mortales, habrá salivado. Se le hizo agua la boca! Pero, ¿ había un limón físico anted usted? No! Y aún así salivó. No hay dudas: las palabras ejercen in f luencia sobre nuestra psiquis.
4. Si deseamos modificar nuestro “destino”, com e nce mos por modificar nuestro vocabulario. Ya no hay problemas; ahora sólo hay “situaciones por resolver”. Ya las cosas no son difíciles, ahora son “menos fáciles”. Ya no hay “no puedo”; ahora sólo hay “lo voy a intentar”. ¿Sí nota la diferencia? Modificando nuestro vocabulario, nuestra percepción del mundo cambiará. Podemos modificar nuestro destino modificando nuestras palabras
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11. Sea mos los profeta s de nuestro propio destino. Profetice mos nuestro éxito usando sólo palabras positivas! Profeticemos el éxito