El carnaval es como si se respirara en el aire, es elevar la mirada al cielo cajamarquino y ver una ciudad vestida con banderines de colores, es una fiesta con sabor a chicha, frito, y sancocho. Ese es el carnaval, pura creación del pueblo, arte popular expresado en el ingenio artístico de las coplas...
El Carnaval de Cajamarca más allá del corso, las coplas y el calientito
1. Por: Rocío Llatas
rllatasvasquez@yahoo.com
El carnaval es como si se respirara en el aire, es
elevar la mirada al cielo cajamarquino y ver una
ciudad vestida con banderines de colores, es
una fiesta con sabor a chicha, frito, y sancocho.
Ese es el carnaval, pura creación del pueblo,
arte popular expresado en el ingenio artístico de
las coplas, en la creencia mágica de un
personaje cuya entrada triunfal es esperada con
ansias cada año, para vivir intensamente, morir
por excesos y ser enterrado el miércoles de
ceniza bajo el canto general ronco de los
carnavaleros: “No te vayas carnaval, quédate
otro año más, si por capricho te vas, yo te sigo
por tu tras”.
Para hablar del carnaval no es necesario
expertos, el señor carnaval habla por sí mismo:
¿Para qué mi dios haría / Carnavales en febrero?
/ Para andar en tanto barro / y en tantísimo
aguacero. // Qué bonito es carnaval / pa´l que lo
sabe gozar. / Como yo lo sé gozar / Bonito lo he
de pasar // Se deja escucha en la sala de las
casas, en la esquina de los barrios y desde el
interior de los pueblos de las provincias
carnavaleras.
A lo largo y ancho de las
provincias
cajamarquinas se
encuentran diversas
expresiones de
organización del
carnaval, es necesario
entender que el
carnaval de Cajamarca
no sólo es de Cajamarca
capital, quizá para
mejorar en la
organización de la fiesta
es necesario indagar en
las experiencias de las provincias, antes de
querer seguir modelos de otros países. Solo para
tomar como ejemplo, este año Cajabamba ha
enarbolado un carnaval con identidad
Cajabambina, expresada en diversas
actividades, entre ellas el concurso de “cilulos”
que para admiración de lugareños y visitantes
personajes y “cilulos” idénticamente vestidos
engalanaron el recorrido tradicional del pregón
carnavalero.
Veinte días antes de los días centrales del
carnaval, la plaza de armas de Cutervo queda
prácticamente vacía, toda la gente llena el
coliseo cerrado donde hay competencias
deportivas, el ingreso de las entrada al deporte
permiten sacar fondos para costear diversas
actividades, una de las principales es el pago a
las trece bandas típicas que acompañan a los
grupos carnavaleros en los días centrales de la
fiesta. Es que en Cutervo los carnavaleros
cantan y bailan al ritmo que imponen las quenas,
las tarolas, el bombo y los patillos.
Mientras tanto en la capital del departamento, se
ejecutan algunas ideas para modernizar de
algún modo el carnaval cajacho. La polémica de
inicios de año ha sido el recorrido del Corso del
Carnaval por las instalaciones de coliseo
multiusos Qhapac Ñan; al final la propuesta no
fue muy acogida por la población y los turistas, el
coliseo lució con grandes espacios vacíos desde
inicios del corso. No obstante en el fondo la idea
no es mala: poner en valor la infraestructura del
Qhapac Ñan, darle un espacio seguro a los
visitantes para apreciar el corso y tratar de
lanzar al mundo un carnaval ordenado
haciendo uso de
la tecnología es
una idea
innovadora con
muchos puntos a
favor para el
turismo. Es
necesario
entender que el
carnaval de
Cajamarca ya no
solo es de los
cajamarquinos,
también es de los
visitantes que
quieren vivir estas
fiestas, de ahí la
2. necesidad de preocuparse por su bienestar y
comodidad, empero también de algún modo se
les tiene que enseñar a que guarden respeto por
lo nuestro.
En Cajamarca, con el tiempo algunas cosas han
ido cambiando, la elección de las reinas dejaron
de ser por votos vendidos, las noches de baile
dejaron de ser exclusivos de los Clubes de
Cajamarca y la Unión, la entrada del Ño dejó de
ser en la plaza de armas, las globleadas dejaron
de ser “oficiales”; seguramente con los años
seguirán los cambios, porque hoy en día el
carnaval aún está lleno de contradicciones. Lo
que si no va a cambiar es el sentir del pueblo, el
jolgorio, la tradición, la alegría, su carácter
popular; año a año el carnaval seguirá hablando
por sí mismo: “para el chico y el grande, para el
rico y el pobre, para todos hizo Dios”. Sí señor,
como no.