3. “La salvación pertenece a
nuestro Dios que está
sentado en el trono, y al
Cordero”
(Apocalipsis 7:10)
4. • Entender al Gran Conflicto como una lucha universal entre el
Bien y el mal.
• Percibir que todos estamos involucrados en esta guerra.
• Aceptar a Cristo como Señor para poder lograr la victoria en
la lucha contra las fuerzas del mal.
5.
6. La rebelión
1. De lucifer a satanás
2. El príncipe de este mundo
La redención
1. La guerra en el cielo
2. La guerra en la cruz
3. La guerra ahora
En esta serie de lecciones estudiaremos los resultados de la
rebelión de Satanás, y cómo fue contrarrestada con el plan
divino de la Redención.
En esta lección echaremos un vistazo general al origen y
desarrollo de esta guerra entre en bien y el mal.
8. La caída en el cielo
Si un ser perfecto, creado por un Dios
perfecto, en un ámbito de perfección,
trajo la ruina sobre sí mismo a causa de su
orgullo, ¿cuán fatal puede ser ese
sentimiento?
Satanás se desvió hacia la rebelión de
manera gradual.
“Poco a poco, Lucifer llegó a albergar el
deseo de ensalzarse” (Patriarcas y
profetas, p. 13).
Se corrompió a causa de su hermosura.
CRISIS EN
EL CIELO
9. «¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de
la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú
que debilitabas a las naciones» (Isaías 14:12)
Isaías 14:4-23 y Ezequiel 28:1-19 muestran el
origen y destino de Satanás, más allá de los
reyes de Babilonia y Tiro a los que, inicialmente,
se dirige la profecía.
En estos textos, se muestra a Satanás como un
«lucero», hermosamente adornado, perfecto.
¿Cómo entró el pecado en este ser perfecto?
Debido a su hermosura, creyó merecer el
mismo trato que Dios mismo, y quiso ser
exaltado por encima de Él (Isaías 14:12;
Ezequiel 28:17).
La Biblia no intenta explicar el origen de su
pecado, simplemente lo constata: «Perfecto
eras… hasta que se halló en ti maldad»
(Ezequiel 28:15).
10. «Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de
su existencia. Sin embargo, se puede comprender
suficientemente lo que atañe al origen y a la disposición
final del pecado, para hacer enteramente manifiesta la
justicia y benevolencia de Dios en su modo de proceder
contra todo mal. Nada se enseña con mayor claridad en las
Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en
nada responsable de la introducción del pecado en el
mundo, y de que no hubo retención arbitraria de la gracia
de Dios, ni error alguno en el gobierno divino que dieran
lugar a la rebelión. El pecado es un intruso, y no hay
razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso
e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se
pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la
causa de su existencia, dejaría de ser pecado»
E.G.W. (El conflicto de los siglos, pg. 484)
11. Adán era el gobernante de este
mundo. En la Caída del hombre,
Satanás se arroga el derecho de ser
príncipe de este mundo, y además, el
representante de la Tierra.
Satanás se ufana de ser “el dios de este
siglo” (2 Corintios 4:4).
Por el sacrificio de Cristo, volveremos a
gobernar como “reyes y sacerdotes”
(Apocalipsis 1:6; 5:10).
¿Por qué razón Jesús llamó a Satanás
“Príncipe de este mundo”?
El príncipe de este mundo
CRISIS EN
EL CIELO
12. «No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene
el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí»
(Juan 14:30)
¿Cómo llegó Satanás a adquirir el título de «príncipe de
este mundo»?
Al engañar a Adán y Eva, Satanás usurpó el dominio que
Dios les había dado sobre la Tierra (Génesis 1:28; 3:4-6).
Durante algún tiempo,
Satanás se arrogó el
derecho de representar a
la Tierra en las asambleas
realizadas en el Cielo
(Job 1:6-7).
Pero en la Cruz, el príncipe fue vencido por el Rey. Y
ahora, esperamos el momento de recuperar el dominio
que Dios nos dio inicialmente, cuando «la creación
misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la
libertad gloriosa de los hijos de Dios» (Romanos 8:21).
13. Guerra en el cielo
Persecución, sufrimiento, y muerte para los
seres humanos.
Cristo venció a Satanás en el cielo, en el
desierto de la tentación, al morir en la
Cruz, y en la resurrección. Él debía vencer
como “como hombre en lugar del
hombre, y el hombre de la misma manera
debe vencer mediante un ‘escrito está’”
(“Comentarios de Elena G. de White”,
Comentario bíblico adventista, tomo 4, p.
1185).
¿Cuál fue el impacto del Gran
Conflicto sobre el Cielo y la Tierra?
CRISIS EN
EL CIELO
14. «Después hubo una gran batalla en
el cielo: Miguel y sus ángeles
luchaban contra el dragón; y
luchaban el dragón y sus ángeles»
(Apocalipsis 12:7)
Hubo una guerra en el Cielo. Dios y
los ángeles leales vencieron a
Satanás (el dragón) y a sus ángeles.
Tras su expulsión, la guerra
continuó sobre la Tierra.
Satanás intentó matar a
Jesús siendo aún un bebé
(v. 4).
A través de la Roma pagana,
persiguió a la iglesia
primitiva (v. 13).
«Inundando» a la Iglesia de
personas no convertidas,
intentó destruir a la Iglesia
pura durante 1.260 años
(v. 14-16).
Ahora, intenta destruir al
remanente fiel (v. 17).
Apocalipsis 12 nos muestra
algunas de las batallas que se
libran en esta guerra.
15. Satanás expulsado
El poder sobre nuestro adversario sólo es
posible debido a la victoria que Jesús
obtuvo en la cruz.
“Pero no os alegréis de que los espíritus se
os sujeten, antes, alegraos de que vuestro
nombre está escrito en el cielo” (Lucas
10:20).
¿Qué es más importante, expulsar
demonios o tener el nombre inscripto en
el Libro de la Vida?
CRISIS EN
EL CIELO
16. «Y les dijo: Yo veía a
Satanás caer del cielo
como un rayo» (Lucas 10:18)
Mientras los 70 predicaban el Reino de
Dios, el principado de Satanás comenzó a
caer.
Al morir, Jesús ganó la victoria por
nosotros «despojando a los principados y
a las potestades, … triunfando sobre ellos
en la cruz» (Colosenses 2:15).
Este punto es crucial: la victoria no es
nuestra, es de Jesús. Solo aferrándonos a
Él podremos salir victoriosos en nuestras
batallas con Satanás.
17. La batalla continúa
Pablo le aseguró a los creyentes de Roma
que Dios aplastaría a Satanás bajo sus
pies (Romanos 16:20).
El apóstol Juan afirma que nuestra victoria
está asegurada por la sangre del Cordero
(Apocalipsis 12:11).
Y Cristo nos dice: “Tened buen ánimo, yo
he vencido al mundo” (Juan 16:33).
En esta batalla continua, ¿debemos
concentrarnos más en los desafíos y
aflicciones, o en la victoria asegurada
por Cristo?
CRISIS EN
EL CIELO
18. «Estas cosas os he hablado para
que en mí tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo
he vencido al mundo» (Juan 16:33)
El diablo está vencido, aunque todavía
«anda alrededor buscando a quien
devorar» (1ª de Pedro 5:8).
Jesús hablo claramente en este sentido:
mientras vivamos aquí tendremos
aflicción por causa del pecado.
Para que no nos desanimemos, el apóstol
Pablo nos recuerda que tenemos una
«gran nube de testigos» que vencieron ya:
Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, Moisés,
Rahab, … (Hebreos 11).
Al igual que ellos vencieron,
nosotros podemos vencer si
mantenemos «los ojos en
Jesús, el autor y
consumador de la fe»
(Hebreos 12:2).
19. «Cuando Cristo se humanó, vinculó a la
humanidad consigo mediante un lazo que
ningún poder es capaz de romper, salvo la
decisión del hombre mismo. Satanás nos
presentará de continuo incentivos para
inducirnos a romper ese lazo, a decidir que
nos separemos de Cristo. Necesitamos velar,
luchar y orar, para que nada pueda
inducirnos a elegir otro maestro; pues
estamos siempre libres para hacer esto.
Mantengamos por lo tanto los ojos fijos en
Cristo, y Él nos preservará. Confiando en
Jesús, estamos seguros. Nada puede
arrebatarnos de su mano»
E.G.W. (El camino a Cristo, pg. 72)
20. CONCLUSIONES
1. La batalla en el Cielo fue real, así como es real el
conflicto hoy en la tierra, el cual involucra a todos
los seres humanos.
2. Nadie puede permanecer neutral en esta batalla.
Tú, ¿de qué lado estás?
3. Poco a poco Lucifer albergó el deseo de
exaltación propia. Debemos velar para no perder
gradualmente nuestra fe en Cristo.
4. La victoria ya fue conquistada a través de la
victoria y la resurrección de Cristo.
21. Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones
que tratan sobre el tema:
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