La capa de ozono se encuentra en la estratosfera a unos 30 km sobre la superficie terrestre y contiene moléculas de ozono que absorben la radiación ultravioleta del Sol para proteger la vida en la Tierra. La contaminación por clorofluorocarbonos y otros químicos destruye la capa de ozono, lo que perjudica la salud humana y los ecosistemas. En 1987, se firmó el Protocolo de Montreal para reducir el uso de estas sustancias y preservar la capa de ozono.