2. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Que nadie, mientras sea joven, se muestre remiso en filosofar, ni, al llegar a viejo, de filosofar se canse. Porque, para alcanzar la salud del alma, nunca se es demasiado viejo ni demasiado joven. Quien afirma que aún no le ha llegado la hora o que ya le pasó la edad, es como si dijera que para la felicidad no le ha llegado aún el momento, o que ya lo dejó atrás. Así pues, practiquen la filosofía tanto el joven como el viejo; uno, para que aún envejeciendo, pueda mantenerse joven en su felicidad gracias a los recuerdos del pasado; el otro, para que pueda ser joven y viejo a la vez mostrando su serenidad frente al porvenir. (…) Acostúmbrate a pensar que la muerte para nosotros no es nada, porque todo el bien y todo el mal residen en las sensaciones, y precisamente la muerte consiste en estar privado de sensación. Por tanto, la recta convicción de que la muerte no es nada para nosotros nos hace agradable la mortalidad de la vida; no porque le añada un tiempo indefinido, sino porque nos priva de un afán desmesurado de inmortalidad. Nada hay que cause temor en la vida para quien está convencido de que el no vivir no guarda tampoco nada temible. Es estúpido quien confiese temer la muerte no por el dolor que pueda causarle en el momento en que se presente, sino porque, pensando en ella, siente dolor: porque aquello cuya presencia no nos perturba, no es sensato que nos angustie durante su espera. El peor de los males, la muerte, no significa nada para nosotros, porque mientras vivimos no existe, y cuando está presente nosotros no existimos. Así pues, la muerte no es real ni para los vivos ni para los muertos, ya que está lejos de los primeros y, cuando se acerca a los segundos, éstos han desaparecido ya. A pesar de ello, la mayoría de la gente unas veces rehuye la muerte viéndola como el mayor de los males, y otras la invoca para remedio de las desgracias de esta vida. Los significados de la palabra filosofía
3. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Mileto: el nacimiento de la filosofía
4. Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados por los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y la generación del Universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo, pues el mito se compone de elementos maravillosos. De suerte que, si los hombres filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por utilidad alguna. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. ARlSTÓTELES, Metafísica 982 b 10-25 TEMA 1: LA FILOSOFÍA Mileto: el nacimiento de la filosofía
5. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Mileto: el nacimiento de la filosofía El mito: características
6. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Mileto: el nacimiento de la filosofía El mito: tipología
7. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Mileto: el nacimiento de la filosofía El mito: comparativas Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió. (…) Él replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?» Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.» Dijo, pues, Yahvé Dios a la mujer: «¿Por qué lo has hecho?» Contestó la mujer: «La serpiente me sedujo, y comí.» Biblia, Génesis , 3, 6-14 Prometeo fue inmediatamente a ver a Atenea y le pidió que lo dejara entrar secretamente en el Olimpo, cosa que ella le concedió. Una vez allí, encendió una antorcha en el carro ígneo del Sol y luego arrancó de éste un fragmento de carbón vegetal incandescente que metió en el hueco formado por la médula de una cañaheja. Luego apagó la antorcha, salió a hurtadillas y entregó el fuego a la humanidad. Zeus juró vengarse. Ordenó a Hefesto que hiciera una mujer de arcilla, a los cuatro Vientos que le insuflaran la vida y a todas las diosas del Olimpo que la adornaran. Y envió a esa mujer, Pandora, la más bella jamás creada, como regalo a Epimeteo, bajo la custodia de Hermes. Pero Epimeteo, a quien su hermano advirtió que. no debía aceptar el resalo de Zeus, se excusó respetuosamente. Más enfurecido aún que antes, Zeus hizo encadenar a Prometeo desnudo a una columna de las montañas del Caucase, donde un buitre voraz le desgarraba el hígado durante todo el día un año tras otro; el tormento no tenía fin, porque cada noche (durante la cual Prometeo estaba expuesto al frío y la escarcha) el hígado volvía a crecer hasta estar nuevamente entero. Pero Zeus, poco dispuesto a confesar que se había mostrado vengativo, excusaba su crueldad haciendo circular una falsedad: decía que Atenea había invitado a Prometeo al Olimpo para tener con él un amorío secreto. Epimeteo, alarmado por la suerte de su hermano, se apresuró a casarse con Pandora, a la que Zeus había hecho tan tonta, malévola y perezosa como bella, la primera de una larga casta de mujeres como ella. Poco tiempo después abrió una caja que según le había advenido Prometeo a Epimeteo, debía mantener cerrada, y en la cual le había costado gran trabajo encerrar todos los Males que podían infestar a la humanidad, como la Vejez, la Fatiga, la Enfermedad, la Locura, el Vicio y la Pasión. Todos ellos salieron de la caja en forma de una nube, hirieron a Epimeteo y Pandora en todas las partes de sus cuerpos y luego atacaron a la raza de los mortales. Sin embargo, la Esperanza Engañosa, a la que también había encerrado Prometeo en la caja, les disuadió con sus mentiras de que cometieran un suicidio general. Robert Graves: Los mitos griegos , p.35
8. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Breve historia de la filosofía
9. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Breve historia de la filosofía La filosofía medieval
10. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Breve historia de la filosofía La filosofía moderna
11. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Breve historia de la filosofía La filosofía contemporánea
12. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Filosofía, ciencia, técnica y mito: las funciones de la filosofía ...teniendo en cuenta que, como acabamos de decir, han naufragado ya todas esas ilusiones que veían en la ciencia el camino "hacia el verdadero ser" "hacia el arte verdadero"; "hacia la verdadera naturaleza"; "hacia el verdadero Dios" ; "hacia la felicidad verdadera"; ¿cuál es el sentido que hoy tiene la ciencia como vocación? La respuesta más simple es la que Tolstoi ha dado con las siguientes palabras: "La ciencia carece de sentido puesto que no tiene respuesta para las únicas cuestiones que nos importan, las de qué debemos hacer y cómo debemos vivir". Difícilmente podría discutirse el hecho de que, efectivamente, no responde a estas cuestiones (...). Pensemos ahora, por ejemplo, en una ciencia altamente desarrollada desde el punto de vista científico como es la Medicina moderna. El "presupuesto" general de la tarea médica es, expresado en sus términos más simples, el de que hay que conservar la vida como tal y hay que disminuir cuanto se pueda el sufrimiento. Se trata de un supuesto muy problemático. El médico, gracias a sus recursos, mantiene vivo al enfermo incurable aunque éste le suplique que lo libere de la vida, aunque los parientes, para quienes esa vida carece ya de calor, que quieren verla liberada del dolor o que no pueden soportar los costos que implica el mantenerla (puede tratarse, por ejemplo, de un loco paupérrimo) estén deseando consciente o inconscientemente, y no sin razón, la muerte del enfermo. Sólo el Código Penal y los supuestos sobre los que la Medicina se asienta impiden que el médico se aparte de esta línea de conducta. La Medicina no se pregunta si la vida es digna de ser vivida o cuándo lo deja de ser. Todas las ciencias de la naturaleza responden a la pregunta de qué debemos hacer si queremos dominar técnicamente la vida. Las cuestiones previas de si debemos y, en el fondo, queremos conseguir este dominio y si tal dominio tiene verdaderamente sentido son dejadas de lado o, simplemente, son respondidas afirmativamente de antemano. Max Weber: El político y el científico, pp. 207, 209 y 211.
13. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Filosofía, ciencia, técnica y mito: las funciones de la filosofía
14. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Filosofía, ciencia, técnica y mito: las funciones de la filosofía En primer lugar, puede entenderse que el papel de la filosofía viene determinado por su condición de saber de segundo orden. Obsérvese que cada una de las diferentes ciencias tiene como objeto de estudio una parcela concreta de la realidad: la biología se ocupa de investigar a los seres vivos, las matemáticas a los números, la sociología los distintos tipos de sociedad... Por esto se dice que las ciencias son saberes de primer orden . Inmediatamente nos asaltan las preguntas: ¿De qué se ocupa la filosofía? ¿Cuál es el objeto de estudio de la filosofía? La respuesta es desconcertante: La filosofía no se ocupa de nada en concreto, no es un saber de primer orden sino de segundo orden . Esto quiere decir que la filosofía aspira a utilizar los conocimientos de las diferentes ciencias (biología, psicología, física, matemáticas, economía, sociología...) para crearse una visión global del universo que nos sirva para cambiar el mundo y a nosotros mismos . La filosofía, en tanto saber de segundo orden, aspira a generar una perspectiva integradora de todas las ciencias utilizando como guías la claridad conceptual y el rigor argumentativo . El objetivo final de la filosofía es alcanzar una visión del mundo crítica y abierta al diálogo .
15. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Filosofía, ciencia, técnica y mito: las funciones de la filosofía Vivir seriamente consiste en tomar las riendas de nuestra propia vida, en asumir la dirección de nuestra vida, en conducirla con el rumbo o hacia la meta deseada, lo cual supone que deseamos mantener algún rumbo o alcanzar alguna meta. La vida seria es como un arco tensado, es un vivir activo y desde dentro, no un mero dejarse vivir desde fuera, como la boya a la deriva que todas las olas y corrientes agitan y llevan. Si todo nos da igual, si no pretendemos ir a sitio alguno, tampoco precisaremos de ningún tipo de orientación. Pero si seriamente tratamos de vivir lo mejor posible, tendremos que orientarnos globalmente. Esta orientación vital ha sido proporcionada en el pasado por las religiones y (más recientemente) por las ideologías políticas, tanto en el caso de los grandes movimientos de masas, como el cristianismo, el islam, el nacionalismo o el comunismo, como en el de las pequeñas sectas y las facciones marginales. La situación cultural de nuestra época se caracteriza por el estrepitoso fracaso de todas las religiones e ideologías como guías de nuestra manera de pensar y de vivir. El derrumbe de estos viejos idearios nos ha dejado como náufragos intelectuales en un mar sin puntos de referencia. Nunca en el pasado los humanes (es decir, los seres humanos, hombres y mujeres) habíamos sido tan libres como ahora, ni habíamos estado tan bien informados como ahora. Y, sin embargo, nuestro desasosiego y nuestra desorientación son obvios, así como nuestra carencia de respuestas claras y soluciones compartidas a los problemas de nuestro tiempo, tanto personales, como ecológicos y políticos. El humano actual, radicalmente desorientado dejado huérfano y a la intemperie por el descalabro de las religiones e ideologías, y confrontado a retos inéditos y acuciantes, requiere una brújula intelectual, una cosmovisión, una sabiduría. Busca una orientación filosófica a la altura de nuestro tiempo, pero no la encuentra. La filosofía que necesitamos está aún por hacer [...]. La filosofía se puede considerar desde dos puntos de vista: como una profesión o especialidad académica (al mismo nivel que el derecho contencioso-administrativo, la arqueología sumeria o la física de plasmas) o como una dimensión humana, asunto de todos. Pienso que este segundo sentido es el fundamental. La filosofía como disciplina académica y profesional sólo tiene sentido y justificación en la medida en que contribuya a la filosofía como dimensión humana. ¿Cuál es la tarea de la filosofía (como dimensión humana) en nuestro tiempo? Ayudarnos a vivir bien y con los ojos abiertos. La filosofía como amor a la sabiduría consiste en la búsqueda consciente y reflexiva de la buena vida en, el ansia ilustrada de vivir lo mejor posible. Jesus Mosterín: "La insuficiencia de la Filosofía actual" en Claves de la razón práctica , nº 248. pp. 20-21.
16. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Filosofía, ciencia, técnica y mito: las funciones de la filosofía Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos; o permítasenos decir, si ellos no son conscientes de tener problemas filosóficos, tienen, en cualquier caso, prejuicios filosóficos. La mayor parte de estos prejuicios son teorías que [los humanos] inconscientemente dan por sentadas o que han absorbido de su ambiente intelectual o de la tradición. Puesto que pocas de estas teorías son conscientemente sostenidas, constituyen prejuicios en el sentido de que son sostenidas sin examen crítico, incluso a pesar de que puedan ser de gran importancia para las acciones prácticas de la gente y para su vida entera. Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que los hombres necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes teorías (...). Toda filosofía debe partir de las dudosas y a menudo perniciosas concepciones del sentido común acrítico. Su objetivo es el sentido común crítico e ilustrado: una concepción más próxima a la verdad y con una influencia menos perniciosa sobre la vida humana. Karl R. Popper: Cómo veo la filosofía , p. 64
17. TEMA 1: LA FILOSOFÍA Filosofía, ciencia, técnica y mito: las funciones de la filosofía De hecho el valor de la filosofía debe ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre. El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo, en su país, y en su sociedad, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón. Para este hombre el mundo tiende a hacerse preciso, definitivo, obvio, los objetos habituales no le suscitan problema alguno, y las posibilidades no familiares son desdeñosamente rechazadas. (...) La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre. Bertrand Russell: Los problemas de la filosofía , p. 131.