1. CÓMO PREPARAR ABONO ORGÁNICO
Una manera de mantener la fertilidad de la tierra es incorporándoles abono. Y nada mejor que un
abono orgánico, desprovisto totalmente de químicos.
Para preparar abono orgánico solo necesitamos un pedacito de tierra, paciencia y constancia.
Los restos de alimentos que nos sirven para preparar este abono son las cáscaras de huevos y de
frutas, verduras, el café usado, hojas, estiércol y algunos restos de poda.
También deberemos buscar algunos trozos de telas de algodón viejas o pedazos de chapa, para
poder cubrir el pozo que vamos a realizar.
Jamás debemos incorporar a nuestro abono orgánico restos de vidrios, huesos, carnes, plásticos o
latas.
Lo primero que debemos hacer, luego de contar con los elementos básicos, es cavar un pozo de
unos 50 cm de profundidad por unos 50 cm de diámetro.
Si queremos hacer solo un poco, podemos utilizar un tacho de 200 litros o similar, en el cual
incorporaremos los “ingredientes” de la misma forma y procederemos igual en su cuidado.
En el fondo debemos ubicar los restos de poda, encima los residuos orgánicos y para finalizar,
tapamos con un poco de tierra.
Todos los días se agrega un poco más de la tierra que sacamos cuando hicimos el pozo.
Mantener tapado con las telas y las chapas, e incorporar algunas lombrices para que ayuden a airear
la tierra.
Si hace mucho calor, es conveniente regar el abono, ya que la humedad es indispensable para que el
material se descomponga y pueda formarse.
El abono estará listo en unos 2 o 3 meses, si comenzamos a prepararlo en el verano. Si por el
contrario, comenzamos a elaborarlo en el invierno, tardará alrededor de 5 meses en estar listo.
Para mayor seguridad, podemos ir revisándolo y cuando notemos que toda la materia orgánica que
hemos colocado se ha descompuesto completamente, el abono estará listo para incorporar a nuestras
plantas. Ellas lo agradecerán.