El documento describe cómo los primeros cristianos comenzaron a evangelizar después de Pentecostés impulsados por el Espíritu Santo. Jesús les había dado el mandato de predicar el Evangelio a todas las naciones y bautizar en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Pedro aclaró que la salvación viene por la fe en Jesús, no por cumplir con la ley de Moisés como algunos enseñaban.
2. La evangelización tiene sentido en cuanto
conduce a otros hacia Cristo, en cuanto los
lleva a formar parte, en Cristo, de la Iglesia.
El día de Pentecostés: los primeros cristianos,
desde el impulso recibido con la llegada del
Espíritu Santo, empiezan a anunciar el
Evangelio a todos los hombres. Invitan, a
quienes no creen, a dar el paso hacia
la “conversión”, es decir, a unirse a la Iglesia.
3. «Al llegar el día de
Pentecostés estaban
todos reunidos en el
mismo lugar… lenguas
como de fuego se
posaron sobre cada uno
de ellos y quedaron
todos llenos del Espíritu
Santo… cada uno
hablaba de las maravillas
de Dios a todos.» Hc 2
4. La palabra “conversión”
indica un cambio
profundo de
mentalidad que lleva a
una nueva vida en
Cristo, a un
identificarse con el
Señor (Gal 2,20).
5. La expansión de la
Iglesia se convierte,
entonces, en “un
servicio a la presencia
de Dios mediante su
Reino: en efecto, «el
Reino no puede ser
separado de la Iglesia»”
(Encíclica de Juan
Pablo II “Redemptoris
missio”).
6. Es necesario unir palabra y
testimonio. El testimonio
es una de las formas más
profundas de anunciar el
Evangelio, hasta el punto
que una predicación sin
ejemplo no tendría
sentido. A la vez, el simple
testimonio no basta para
comunicar la verdad
evangélica, pues hay
ocasiones en las que
resulta necesario explicar,
dar “razón de la propia
esperanza”(cf. 1Pe 3,15),
7. ¿Por qué los primeros cristianos empezaron a
evangelizar?
EL MANDATO DE JESÚS:
a. Mt28, 19-20
b. Mc16, 15-16
c. Hch1, 8
8. “Vayan y hagan discípulos de todas las
naciones, bautícenlos en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a
guardar todo lo que les he mandado; miren
que yo estoy con ustedes cada día, hasta el
fin del mundo.”
9. “Vayan por el mundo entero predicando la
buena noticia a toda la humanidad. El que
crea y se bautice, se salvará; el que se niegue
a creer, se condenará”
10. “Recibirán una fuerza, el Espíritu Santo que
descenderá sobre ustedes, para ser testigos
míos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria
y hasta los confines del mundo”.
11. La respuesta está en el libro de los Hechos de los
apóstoles capítulo 15:
“Algunos enseñaban a los hermanos que si no se
circuncidaban conforme a la tradición de Moisés
, no podían salvarse… hay que circuncidarlos y
mandarles que cumplan la ley de Moisés”.
Pedro, aclara la situación: «Dios, que lee los
corazones, les ha dado el Espíritu Santo, sin
hacer distinción alguna entre ellos y nosotros.»
«Lo que importa es la fe, y todos nos salvamos
por la gracia del Señor Jesús y ellos lo mismo.»
12. Pedro entra en la casa
de Cornelio, un oficial
del imperio romano,
pese a la prohibición
que existía en la
cultura judía de la
época.