La isla Gorgona en Colombia fue convertida en una prisión en 1959 debido a su inaccesibilidad y abundancia de serpientes. Conocida como la "Alcatraz Colombiana", la construcción de la cárcel se inspiró en los campos de concentración nazis, por lo que las comodidades de los reclusos eran limitadas. En 1984, el presidente decidió cerrar la prisión y convertir la isla en un parque natural protegido, declarado Patrimonio de la Humanidad.