La capa de ozono sufre reducciones anuales durante la primavera en las regiones polares debido a la acción de sustancias como los clorofluorocarbonos liberados por el hombre. Estas sustancias destruyen el ozono cuando son expuestas a la radiación UV, lo que causa daños a la salud humana como cáncer de piel y alteraciones en el sistema inmunológico, así como en los procesos fotosintéticos de las plantas. Las mediciones recientes muestran importantes reducciones de ozono sobre la Antártida.