Este documento es una carta de amor y disculpa de un hombre a su ex esposa. Expresa el profundo amor que sintió por ella y el dolor que sintió cuando terminó su matrimonio. Aunque ahora tiene dos hijas, nunca se perdonó por haberla perdido. Le pide perdón por arrastrarla a su locura infantil y por no haberla sabido amar como debía. Le asegura que nunca dejó de amarla y que siempre estará ahí para ella.
2. Hace muchos años, cuando todavía éramos muy jóvenes y acababa nuestro
matrimonio, me sentí angustiosamente mal.
No sé si alguna vez supiste o sentiste que te amaba.
Te amaba con toda la verdad de mi corazón.
Esos días fueron los más horribles de mi vida. Terminaba de perder la vida misma.
3. Recuerdo tus idas y venidas. Te necesitaba.
Necesitaba que me hablaras, que me acariciaras, que me besaras. Sentirte cerca
mío.
5. Quizás ni supiste el desgarro que sentí al perderte.
Sabía que te AMABA. Sabía que me AMABAS.
6. Como podía decirte que no quería que pasara todo lo que sucedió.
Me di por vencido. Me derrotaron.
7. Cuando la piel se hizo girones… Te extrañaba.
Cuando el pesado caminar dolía… Te extrañaba.
Cuando el sol cegaba el pavimento… Te extrañaba.
Cuando la noche se volvía luz… Te extrañaba.
8. Y en esos días, ante un tribunal, me dijeron las palabras más crueles que mis oídos pudieron
escuchar.
Pero lo increíble es que esas palabras salieron de mi propia garganta.
Cuando, en realidad, tenía ganas de gritar: ¡TE AMO!
9. Y me quedé atónito contemplándome, irreconocible a mi mismo.
Dañado, maltrecho y sin poder decir cuanto lo sentía.
Mirando desvanecerse el día. Uno tras otro.
10. Quedaron mis sueños colgados solamente a ese AMOR que se fue sin rastros.
La mujer que amé.
La mujer que me amó.
11. Enmudeció mi alma.
Se hicieron eco crudos comentarios.
Se pisoteó mi ya efímero ser con más dolor
12. Quede amarrado a la pesadilla en soledad.
Pesadilla que se repetía aliento tras aliento.
Una soledad hiriente en medio del bullicio.
13. La angustia se transformó en llanto cuando partiste.
¡Adiós, amor mío!
La sombra hizo más oscura la noche.
Ya no te vería más.
14. Se apagó la luz del candil y me abrazó la nada.
Me abrazó tan fuerte que me dejó sin aliento, impedido de decirte:
¡NO TE VAYAS!
15. Bajando las escaleras en tu casa familiar, al desencadenarse todo, dijiste unas
palabras que se grabaron a fuego en mí:
“Justo ahora que quería tener un hijo con vos”
¡Dios, jamás las podré borrar!
16. Pero la vida me regaló dos niñas.
Así pude mitigar ese dolor de no tenerte.
Te confieso que nunca me perdoné haberte perdido.
Y esa falta de perdón hizo tambalear mi segunda oportunidad.
17. Hoy, te pido perdón.
Perdón por arrastrarte a mi locura infantil.
Perdón por tu sufrimiento.
Perdón porque no te supe AMAR como debía haberlo hecho.
18. Y cuando la vida no te trate como deseas, cuando estés triste, cuando
sientas soledad, solo piensa que en este lado del mundo hay alguien que
nunca te dejo de AMAR.
Y el día que sientas necesidad de hablarme, estaré.
19. Pero no sientas vergüenza de comunicarte, porque en la vida solo
estamos de paso y no debemos negarnos a la felicidad.
Yo estaré siempre.