2. La “Gloriosa”
• La revolución de setiembre de 1868, conocida
como “la Gloriosa”, comenzó como un golpe
de estado y tuvo como grandes protagonistas
al almirante Topete y a los generales
Francisco Serrano y Juan Prim. Este último se
convertirá en el auténtico hombre fuerte del
nuevo régimen. Ya en el poder, se marcó como
objetivo acabar con el corrupto, autoritario e
inoperante sistema político isabelino. Para ello
necesitaba promulgar una constitución
verdaderamente democrática y encontrar un
rey que cumpliera dos requisitos: no debía ser
de la desprestigiada dinastía de Borbón y tenía
que aceptar los principios de la monarquía
constitucional. Provisionalmente Pascual
Madoz ocupó la presidencia de un gobierno
que convocó elecciones a Cortes
Constituyentes, cuyo resultado sería una
mayoría progresista. El general Serrano fue
nombrado regente mientras Prim se convertía
en el primer Jefe del Gobierno.
4. LA CONSTITUCIÓN DE 1869
• Fue redactada y aprobada en cinco meses.
• Recoge los principios del progresismo: pérdida de
poder del ejecutivo en favor del legislativo para evitar
el autoritarismo; monarquía democrática (“el rey
reina, pero no gobierna”), lo que ocasionó la protesta
de los grupos republicanos, que habían colaborado en
la revolución y que esperaban la proclamación de la
República; independencia efectiva del poder judicial;
sufragio universal masculino; amplio capítulo de
derechos civiles (incluidas las libertades de imprenta y
asociación); libertad de culto; soberanía nacional;
Cortes bicamerales; responsabilidad política del
Gobierno ante las Cortes.
• Esta constitución democratizaba la vida política, pero
decepcionó a los que defendían también un cambio
social en favor de las clases trabajadoras y
campesinas. Ello explica la frustración de éstas y sus
tendencias revolucionarias.
5. • Aprobada la Constitución, el
siguiente objetivo era encontrar
en Europa un rey demócrata,
labor a la que se dedicó Prim en
medio de graves problemas:
sublevación independentista
cubana (que comienza con el
“grito de Yara”), disturbios
promovidos por los republicanos
y anarquistas, graves desórdenes
sociales tanto en el campo como
en las ciudades. Tras descartar
varios candidatos, Prim propuso
a Amadeo de Saboya, hijo del
rey de Italia Víctor Manuel II,
siendo aceptado por las Cortes
en noviembre de 1870.
6. EL REINADO DE AMADEO DE SABOYA
• EL REINADO DE AMADEO DE SABOYA (diciembre de
1870-febrero de 1873) fue un periodo en el que
continuó la inestabilidad política.
• La muerte en atentado de Prim, quien era su principal
valedor, coincidió con la llegada del joven rey a España.
Amadeo, a pesar de sus buenas intenciones, encontró
escasos apoyos en la sociedad española y sí en cambio la
enemistad declarada de la nobleza y el clero, de los
republicanos, de los monárquicos alfonsinos y del
incipiente movimiento obrero.
• Además en 1872 estalla una nueva sublevación de los
carlistas que pretendían entronizar a “Carlos VII”
(tercera guerra carlista). Este nuevo intento no acabará
hasta 1876, ya en tiempos de la Restauración.
• Mientras, continuaba la guerra en Cuba (1868-78).
• Criticado ferozmente por la prensa, que hizo uso de la
libertad de imprenta que consagraba la constitución de
1869, y falto de apoyo popular, Amadeo dimitió y volvió
a Italia.
• El vacío de poder fue aprovechado por los republicanos
para proclamar la República (la votación de las Cortes
dio un resultado de 258 votos contra 32).
7. LA PRIMERA REPÚBLICA
• LA PRIMERA REPÚBLICA (febrero de 1873- diciembre de
1874). Se incrementa la inestabilidad al tiempo que continúa
la guerra carlista en el norte y la colonial en Cuba. Además
los republicanos, escasos en número, estaban divididos
entre unitarios y federales.
• Los monárquicos alfonsinos (en 1870 la ex-reina Isabel II
desde el exilio había abdicado en su hijo Alfonso XII)
conspiran y aprovechan la situación crítica para ganar
partidarios. Se produjeron graves y numerosos disturbios
causados por la decepción de los campesinos y obreros hacia
la política, puesto que aspiraban a lograr una igualdad social
que ni los gobiernos democráticos ni las clases propietarias
estaban dispuestos a ceder. La gran difusión en España de las
doctrinas anarquistas tiene su origen en el descrédito hacia
la política que caracterizó a la clase obrera.
8.
9. • En sólo 11 meses hubo cuatro presidentes de la República (Figueras, Pi y
Margall, Salmerón y Castelar) y numerosísimos gobiernos. Durante la
presidencia de Pi y Margall se proyectó una Constitución federal, que no
llegaría a aprobarse. Comienza la sublevación cantonal en diversas
ciudades del Sur y Levante, siendo los disturbios particularmente graves
en Cartagena. Se trataba de una rebelión política, pero al mismo tiempo
con un fuerte contenido social, cercano ideológicamente al anarquismo.
• El cantonalismo es una degeneración del federalismo y pretendía la
creación de pequeños núcleos territoriales de gobierno autónomo. Con la
presidencia de Salmerón, republicano unitario, comienza la represión
contra los rebeldes, que continúa su sucesor Castelar. Éste se vio
desbordado por el desorden interior y por las guerras carlista y cubana
iniciadas anteriormente. Finalmente el general Pavía dio un golpe de
estado, mandando a la Guardia Civil para disolver las Cortes (3 de enero
de 1874).
10.
11. • En ese momento se puede decir que ha terminado la República
parlamentaria y comienza otra etapa en la que, aunque
formalmente el régimen sigue siendo republicano, en la práctica se
trata de una dictadura militar. Provisionalmente se encargaría del
gobierno el general Serrano, quien dio al régimen un giro
autoritario hacia la derecha.
• El 12 de enero el cantón de Cartagena se rinde al general López
Domínguez. Meses después otro general, Martínez Campos, se
pronunciaba declarando a Alfonso XII rey de España, lo que
significaba la definitiva desaparición de la I República y la vuelta a
la monarquía borbónica (diciembre de 1874). El joven rey llegaría
del exilio el 14 de enero de 1875.
12.
13. • Termina así un periodo de seis años (Sexenio
Revolucionario, 1868-74) durante el cual se intentó
alcanzar un sistema democrático primero bajo la
fórmula monárquica y después republicana.
• El fracaso de ambas experiencias dará paso a una
nueva etapa histórica denominada Restauración.