El maltrato infantil ha existido desde tiempos remotos y causa daños psicológicos, físicos y emocionales duraderos en los niños. La educación es clave para prevenirlo, ya que determina aspectos de la vida del menor. Los niños maltratados suelen reproducir la violencia en sus relaciones futuras y muestran señales como cambios de conducta, agresividad y baja autoestima. Muchas víctimas no denuncian por dependencia emocional y económica del agresor, falta de recursos para irse, in

1. ANALISIS DE INVESTIGACION
el maltrato infantil a existido desde tiempos remotos dado a que los seres
humanos vivimos en una sociedad plural que está en constante cambio y tiene
numerosas contradicciones. los padres que maltratan dejan marcas inseparables a
nivel psicológico, física y emocional la única forma de cambio es la
educación y este punto es muy importante ya que según como se eduque
al menor se determinan muchos aspectos de la vida de él.
-En los niños y adolescentes tienen problemas de aprendizaje, trastornos de la
personalidad, etc.
• Por lo general los niños que viven afectadas por la violencia familiar, como se
criaron dentro de este contexto, tienden a reproducirlos en sus futuras relaciones.
• señales físicas repetidas (morados, magulladuras, quemaduras...)
• niños que van sucios, malolientes, con ropa inadecuada, etc.
• cansancio o apatía permanente (se suele dormir en el aula)
• cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente
• conductas agresivas y/o rabietas severas y persistentes
• relaciones hostiles y distantes
• actitud hipervigilante (en estado de alerta, receloso,...)
• conducta sexual explícita, juego y conocimientos inapropiados para su edad
• conducta de masturbación en público
• niño que evita ir a casa (permanece más tiempo de lo habitual en el colegio,
patio o alrededores)
Según los datos averiguados de porque no se denuncian el maltrato infatil
encontramos:
Por pérdida de autoestima. Baja autoestima que impide dar respuesta a la agresión.
Ambivalencia hacia el maltratado por el que siente miedo, agresividad y amor.
Ansiedad de la marcha que conlleva la responsabilidad del fracaso familiar y, en la
mayoría de los casos, hacerse cargo de los hijos.
Consecuencias económicas de una marcha. La dependencia económica y afectiva de la
víctima con el agresor. Falta de recursos económicos. No tener a donde ir, etc.
Indecisión. Tendencia a desvalorizarse y culpabilizarse. Actitud temerosa.
La no aceptación del fracaso matrimonial o de pareja queriendo sostener la relación
hasta límites insoportables. La falta de conciencia de estar siendo maltratado (solo se
debe denunciar cuando hay lesión). El sentimiento de culpa a la hora de denunciar al
padre de sus hijos. El desánimo al ser consientes que no va a servir para nada. las
comunidades deben toma r conciencia sobre lo que se está provocando al no
tomar cartas en el asunto y denunciar ya que todos podemos contribuir de
alguna manera.