El Renacimiento en España se caracterizó por tres eventos clave a comienzos del siglo XVI: la finalización de la Reconquista, la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América. La poesía del primer Renacimiento durante el reinado de Carlos I estuvo influenciada por las formas literarias italianas y las ideas erasmistas, destacando la obra de Garcilaso de la Vega. La poesía del segundo Renacimiento bajo Felipe II incluyó la lírica horaciana de Fray Luis de León y la lírica relig
Desarrollo de habilidades del siglo XXI - Práctica Educativa en una Unidad-Ca...
El renacimiento
1. EL RENACIMIENTO (SIGLO XVI)
El fin de la Reconquista, la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América
marcan el inicio de esta etapa en España. Además, teólogos europeos, como Erasmo
y Lutero (reformistas), cuestionaron la tradición religiosa hasta el momento. Las
repercusiones en la España católica (con los cristianos viejos y los nuevos o
conversos) no se hicieron esperar: se creó la Inquisición para castigar tanto la
impureza de sangre como la defensa de esas ideas reformistas. Carlos I comenzó su
reinado con apertura hacia las ideas erasmistas (primer Renacimiento), pero durante
el reinado de Felipe II (segundo Renacimiento) existió una clara conciencia de que
España era la defensora de los valores católicos de la Contrarreforma.
En cuanto a la sociedad y el pensamiento, el Renacimiento se caracterizó por la vuelta
a la antigua cultura grecolatina, el desarrollo del humanismo y el florecimiento de las
traducciones y el prestigio de las lenguas vernáculas (la publicación de la Gramática
de Nebrija supone la incorporación del español como lengua de cultura).
LÍRICA DEL PRIMER RENACIMIENTO
Se desarrolló durante el reinado de Carlos I en la primera mitad del siglo XVI. Fue un
período caracterizado por la introducción de las formas literarias italianas y de las
corrientes erasmistas. La obra de Garcilaso de la Vega representa los conceptos
poéticos de esta época.
Garcilaso recuperó formas clásicas e introdujo nuevas formas métricas. Sus temas
fundamentales son el amor (imposible, hacia una mujer bella física y espiritualmente),
la naturaleza (que responde al tópico literario del locus amoenus: idealizada, refinada y
armónica, que sirve de evasión de la vida cortesana) y la mitología (los mitos sirven de
disfraz de los sentimientos del autor). Su estilo es sereno y sencillo y busca la
musicalidad sin perder el tono melancólico. Destaca el uso de la metáfora.
Las églogas y los sonetos son sus obras más importantes.
LÍRICA DEL SEGUNDO RENACIMIENTO
Coincide con el reinado de Felipe II, durante la segunda mitad del siglo XVI. Las
corrientes poéticas más cultivadas fueron:
• La lírica horaciana: cultiva temas morales, la estrofa predilecta es la lira y el
lenguaje es escueto. Su máximo representante es Fray Luis de León: su tema
recurrente responde al tópico del beatus ille, que expresa la necesidad de
volver a la vida del campo (la naturaleza como refugio del ajetreo urbano).
También la búsqueda de la paz y el conocimiento como forma de acercamiento
a Dios. La mayor parte de la poesía de Fray Luis está constituida por odas. Su
obra más conocida es la Oda a la vida retirada.
• La lírica religiosa: especialmente la ascética (que trata de perfeccionar a las
personas mediante una vida de esfuerzo y sacrificio) y la mística (que aspira a
la unión del alma con Dios, proceso que se desarrolla en tres etapas: la vía
purgativa, en la que el alma se despoja de las ataduras terrenales; la
iluminativa, que supone la paz que proporciona la presencia de Dios y la
2. unitiva, en la que el alma se une con Dios). San Juan de la Cruz es su máximo
representante: comunica su experiencia mística a base de símbolos y alegorías
(a través del matrimonio simboliza la unión mística entre el alma y Dios). Sus
tres composiciones más importantes están escritas en liras y se caracterizan
por su sencillez y su ternura: Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama
de amor viva.
PROSA
Varias fueron las modalidades de novela que se disputaron el favor del público: los
libros de caballerías (Amadís de Gaula), la novela pastoril, la bizantina y,
especialmente importante, la picaresca (reacción a los personajes idealizados de las
novelas pastoriles y de caballerías, refleja la vida de la época).
La picaresca se caracteriza por su protagonista, el pícaro, una persona de la clase
baja cuyos padres carecen de honra o son seres marginados o criminales. Su único
objetivo es ascender de clase social, para lo que recurre a la astucia, el engaño o la
estafa. Narrada en forma autobiográfica y con estructura abierta, describe la realidad
tal como es, de manera satírica, y todo el relato se encamina a justificar la situación de
deshonor en que se encuentra el protagonista.
El Lazarillo de Tormes (1554) es la obra más importante de la picaresca española. Su
autor, entre burlas y veras, pone al descubierto, por medio de una comicidad
sarcástica, la realidad cruel de la vida española de mediados del siglo XVI. Los temas
esenciales de la obra son el honor y la honra (que se critican por su superficialidad,
pues se basan en la apariencia externa), el hambre y el anticlericalismo; los valores
que funcionan son los más vulgarmente materiales. La galería de personajes es una
síntesis del panorama social español, con Lázaro como nexo entre todos ellos (lo que
da cohesión y verosimilitud al relato). El estilo se caracteriza por el equilibrio entre el
habla coloquial y la norma culta, la importancia del refranero y la sencillez y agilidad
expresivas.