1. SEPTIEMBRE
(Irune Calzado 4D y Leire Gómez 4C)
Comenzamos el nueve de septiembre. La asignatura de “Naturgunea” la impartiríamos
miércoles y jueves. El primer día de clase la profesora presentó la asignatura y sus
temas. La huerta sería uno de ellos, pero haríamos más cosas para los días que no
hiciera buen tiempo y también mientras crecía lo cultivado.
El segundo día conocimos el huerto en el que íbamos a
trabajar durante todo el curso y vimos las especies
vegetales que ya estaban plantadas de cursos
anteriores: los árboles, arbustos, flores, plantas de
calabazas con frutos en crecimiento que tendríamos
que regar, fresas tardías que pudimos comer…
Intentamos colocar a cada ser vivo en el plano que nos proporcionó la profesora y con
la brújula, dibujamos el Norte.
Lo primero que hicimos fue repartir, en el plano, los terrenos en tres equipos (rojos,
azules y verdes) y los medimos. Separamos cada uno de los terrenos en caminos y en
bancales y utilizamos cálculos matemáticos.
Equipo azul: Hay tres bancales de 6.60 m x 1.10 m cada uno. El área de cada
bancal es 7.26 m2
, y en total el área de los tres bancales es 21.78 m2
.
Hay tres caminos, cada uno de 6.60 m x 0.5 m. El área de cada camino es 3.3
m2
, y en total el área de los tres caminos es 9.9 m2
.
El área total del terreno es 31.68 m2
.
Equipo rojo: Hay cuatro bancales de 6.35 m x 1.10 m cada uno. El área de cada
bancal es 6.985 m2
, y en total el área de los cuatro es 27.94 m2
.
Hay cuatro caminos, cada uno de 6.35 m x 0.5 m. El área de cada camino es
3.175 m2
, y en total el área de los cuatro es 12.7 m2
.
El área total del terreno es 40.64 m2
.
2. Equipo verde: Hay cuatro bancales de 6.50 m x 1.10 m cada uno. El área de
cada bancal es 7.15 m2
, y en total el área de los cuatro es 28.60 m2
. Hay cuatro
caminos, cada uno de 6.50m x 0.5 m cada uno. El área de cada camino es
3.25 m2
, y en total el área de los tres caminos es 13 m2
.
El área total del terreno es 41.60 m2
.
Aprendimos los nombres en euskera y castellano de los utensilios de trabajo.
A parte de eso recogimos nueces que se habían caído del nogal durante las vacaciones
de verano y en clase las extendimos en un papel de periódico para que se secasen.
Preparamos una red cilíndrica de alambre para que cada grupo dejara las malas
hierbas y facilitar el compostaje.
3. Octubre
(4ºA: Maite Etxebarria y Esther Francos)
Vimos la presentación en power point, realizada por Miranda Portugal, alumna del
bachillerato artístico, cuando participó en la huerta y nos fuimos enterando, un poco,
de lo que nos esperaba.
En este mes el huerto ha tenido muchos cambios, empezando por las calabazas que
plantaron los alumnos de 4º de secundaria del año pasado. Este año a nosotros nos ha
tocado recogerlas, a finales de mes y hemos recopilado muchas de diferentes
tamaños:
Una de 20 kg
Dos de 10kg
Una de 8kg
Una de 5kg
Cuatro de 4kg y
Seis de 1,5kg
Hicimos fotos de las calabazas y las guardamos en el almacén del aula de Ciencias,
sobre periódicos.
Las acelgas tampoco han parado de crecer y decidimos recogerlas para llevárnoslas a
casa. Todas eran bastante grandes y estaban correctas para poder comerlas.
4. Siempre hemos llevado al día el huerto y durante este mes cada vez que salían malas
hierbas las quitábamos para las tres composteras, las cuales removemos de vez en
cuando, como también echábamos lo que barríamos del suelo de la huerta.
En Octubre nos tocó plantar lechugas. Para ello
colocamos cartones e hicimos agujeros para sacar la
hoja de la planta y no tener el cartón encima ya que
este simplemente sirve para que no salgan malas
hierbas alrededor.
Organizamos la recogida de restos de fruta del comedor del Instituto. Dos de nuestros
compañeros los han trasladado al mediodía, hasta junio, a una red de compostaje
específica para ellos, que los demás hemos ido cubriendo de hierba y aireando.
ASTELEHENA ASTEAZKENA OSTIRALA
NEREA
MONDUATE
EDURNE
PINEÑO
MAITE
ETXEBARRIA
IRUNE
CALZADO
IZASKUN
VILANOVA
LEIRE GOMEZ
CHRISTIAN
PARDIÑAS
JOSU LOSAÑEZ
CHRISTIAN
PARDIÑAS
JOSU LOSAÑEZ
FRUTA ONDARRAK BATZEN AHALEGINDUKO DIRA
KONPOST SAREA BETETZEN, ETA ESTALTZEN.
5. NOVIEMBRE
(Nerea García 4º B y Miriam Sobrado 4º C.)
Con la ayuda de la asociación USOA, que es la que se encarga del cuidado de los
jardines de nuestro pueblo, hemos cortado toda la hierba que nos impedía poder
empezar a trabajar en el terreno. Ellos manejan la desbrozadora y nos facilitan el
trabajo.
Una vez cortada la hierba, hemos separado el camino
de plantación, los bancales, y el camino para andar,
(habíamos hecho los cálculos en setiembre), colocando
encima de los caminos de plantación, cartones y los
restos de hierba cortada que nos han proporcionado
los trabajadores de USOA.
Con esto conseguimos que la luz solar no llegue debajo de la tierra, para impedir que
las plantas que no hemos cultivado crezcan, y en caso de que consigan crecer, su
extracción sería más fácil. Otra ventaja de colocar los cartones y la hierba, es que al ser
materiales orgánicos en su descomposición, le aportan nutrientes a nuestra tierra,
además de conseguir mantener la humedad, consiguiendo así que las lombrices
remuevan la tierra para airearla.
Una vez hecho esto, plantamos puerros, acelgas,
berzas y lechugas, dejando entre ellas el espacio
suficiente para su adecuado crecimiento. También
observamos cuántas lechugas de las plantadas en
octubre seguían vivas. La mitad solamente. ¿Por qué?
Uno de los días que nos quedamos en clase, hicimos un
experimento. Echamos agua en seis jacinteros en los
que luego metimos un bulbo en cada uno, rozando el
agua la base de los mismos. Tres recipientes los
dejamos en un sitio donde pudiese llegar la luz solar,
mientras que los otros tres los dejamos en la oscuridad.
Para ver su evolución en diferentes entornos y poder
compararlos. Aprendimos que los bulbos tienen hojas especiales. No hacen
fotosíntesis, pero guardan las sustancias de reserva, como las cebollas que utilizamos
en la cocina de casa. Partimos por la mitad una cebolla y encontramos el pequeño tallo
desde donde saldrían en unos días las raíces. Son monocotiledóneas.
6. A finales de mes partimos en rodajas de un kilo más o menos las calabazas y las
llevamos a casa contentos. ¡Qué olor especial al partirlas! Nos hicieron un rico puré.
¡Qué bien nos lo pasamos envolviendo las rodajas, colocándolas en bolsas… como en
las tiendas!
On Egin !!
¡¡ Que aproveche !!
Slowfood
7. DICIEMBRE
(SARA ROCA Y MAITANE CALDERÓN 4.B)
En diciembre fue cuando sembramos guisantes y
habas. Cada dos palmos de la mano hacíamos un
agujero para meter 3-4 habas y para meter 7-8
guisantes al tresbolillo. Cada grupo preparó su bancal
de habas y medio de guisantes.
En clase, preparamos en un recipiente de cristal y otro
de poliuretano, un poco de tierra, y colocamos 6
semillas de habas y 6 de guisantes en el de cristal y 6 de
maíz y unos 4 dientes de ajo en el otro. Los regamos.
“Se trataba de ver lo que estaba ocurriendo en el suelo
de la huerta a través de los cristales.”
Pasamos la escoba cada vez que bajamos al huerto
(miércoles y jueves) y recogemos los plásticos,
papeles… que hay por el suelo, y muchas hojas del
roble, cerezo, nogal, fresno y algunas hojas del
míspero.
En el huerto tenemos como una especia de cubos pero que están hechos de alambre
para echar ahí los restos de las malas hierbas y así hacer compostaje; lo removemos
con una herramienta especial para airearlo, como un gran sacacorchos.. También
tenemos otro cubo que es específicamente para echar los restos de la comida del
comedor del instituto.
Le dedicamos mucho tiempo a quitar malas hierbas.
En clase hicimos un experimento relacionado con la clorofila: se trataba de echar en
un mortero un poco de arena del Sahara, que trajo Nerea, con hojas de
monocotiledóneas (cogimos hierba troceada recientemente) y dicotiledóneas ( de las
que tienen nervios). Las machacamos y añadimos alcohol que se volvió un líquido
verdoso. En un papel de filtro, como indicaba la ficha de la profesora, “Práctica de
cromatografía”, fueron apareciendo líneas de los diferentes pigmentos. Hicimos fotos.
8. ENERO (Alazne Valero e Itxaso Alonso 4º C)
Al volver de las vacaciones de Navidad, fuimos al huerto a comprobar su evolución,
después de dos semanas. Las malas hierbas habían crecido mucho en este periodo de
tiempo, así como lo que plantamos y sembramos. Lo que más nos llamó la atención
fueron las habas que habían crecido a una altura considerable, aproximadamente, 15
centímetros. Las acelgas estaban bastante grandes también (20 cm.) y algunos puerros
tenían las hojas bien diferenciadas del resto de las malas hierbas. Algunos bulbos
(narcisos, tulipanes y jacintos) estaban en flor, pero la mayoría solo tenían hojas
parecidas a las de los puerros, con los nervios paralelos como buenas
monocotiledóneas. Como en el norte llueve mucho, no tuvimos que regar.
Alrededor de las habas pusimos unos palos ( tutores)con una cuerda tensa pera que no
se cayeran y creciesen rectas. En cada planta de guisantes pusimos un palo para
diferenciar de que ahí están los guisantes y no confundirlos con malas hierbas.
Otros días, hicimos un informe que más tarde metimos en el tumblr que creamos
http://naturgunea-beurkon.tumblr.com/ (está en euskera) y ahí hemos ido metiendo
información sobre nuestro huerto y varios experimentos que hemos estado haciendo
a lo largo del curso.
Unas flores de color amarillo claro han aparecido en una esquina, son las flores de San
José, o prímulas.
A finales de mes, regresamos al huerto para comprobar su
estado y quitar las malas hierbas, así como los plásticos y la
basura que trajo el viento. Las malas hierbas que quitamos,
las echamos al compost que tenemos para que se
descomponga y la materia orgánica se convierta en
materia inorgánica, para que en un futuro la podamos usar
como fertilizante para la tierra, dentro del compost,
encontramos muchas lombrices, sobre todo cuando
aireamos.
También hemos aprovechado el corte de hierba del patio del instituto, solicitando la
hierba cortada, para ponerla en nuestro terreno cubriendo la tierra para asegurar el
reciclaje de la materia orgánica, que va a actuar de abono y va a evitar que crezcan
demasiado las malas hierbas, y las que lo hagan puedan ser sacadas fácilmente,
mientras crece nuestra cosecha.
9. FEBRERO (Edurne Pineño y Nerea Monduate 4º A).
Febrero, como fue un mes de mucha lluvia, no tuvimos mucha oportunidad de trabajar
en el huerto. Después de ver la abundancia de lombrices de tierra que había en el
huerto, la profesora decidió darnos información de lo importantes que son y el trabajo
que hacen en la tierra.
Los días de lluvia, nos quedamos en clase leyendo unos reportajes y textos sobre las
lombrices de tierra y otro texto antiguo sobre lo importantes que eran antiguamente
en la agricultura vasca y para el científico Darwin.
También hicimos una especie de experimento cogiendo unas lombrices, y
colocándolas en un recipiente y observando cómo se movían ( peristaltismo),
diferenciando los extremos de boca y de ano y, cómo se acababan colocando todas en
una bola para mantener la humedad. Viendo eso decidimos bajarlas rápidamente a la
tierra ya que las lombrices necesitan la humedad y son fotofóbicas. Con ello
aprendimos que no son animales a los que tenerles asco ya que nos benefician porque
sus alimentos son la materia orgánica de hojas y otras muchas cosas, que nosotros casi
ni vemos con las que ellas haciendo su digestión consiguen convertirlas en materia
orgánica más simple con la que las bacterias y hongos del suelo de la huerta, se
alimentan. Suelen trabajar en silencio, aunque a veces las hemos visto andando por los
pasillos del huerto. Son detritívoras.
Los días que no llovía, en cambio, bajábamos al huerto y limpiábamos y recogíamos
todo lo que el viento había traído y movido en el huerto. También tuvimos que quitar
todas las malas hierbas que había vuelto a salir en los pasillos y en las zonas de trabajo.
Comenzamos a sembrar los ajos, cada grupo en su área de trabajo. Primero una
persona iba haciendo los agujeros mientras otra persona iba metiendo un diente de
ajo en cada uno de los agujeros, los ajos iban sembrados al tresbolillo y a poca
profundidad.
Esos días que bajamos al huerto, pudimos ver cómo
aquellas hojas verdes con el nervio paralelo
(monocotiledóneas ) que la profesora nos explicó que eran
los narcisos que habían plantado los alumnos del curso
anterior, habían florecido y creaban una llamativa
explosión de color que hacía que el huerto estuviese
reluciente y lleno de color.
Las prímulas tienen más flores y sus hojas se han
levantado y ahuecado.
10. MARZO (Unai Redondo 4º C y Adrián Alonso 4º A)
La primera semana tuvimos vacaciones que coincidieron con los carnavales así que no
pudimos ir a la huerta.
La semana siguiente, el miércoles día doce, bajamos al huerto a poner unos palos de
medio metro en torno a las habas plantadas y los unimos con cuerdas para que
cuando estas crecieran no se salieran del “camino” marcado por estos tutores.
Al día siguiente, jueves, fuimos a la huerta para cubrir la tierra alrededor de las habas
con hierba cortada para que no crecieran a su alrededor malas hierbas, que
dificultarían su crecimiento y llevaría luego bastante trabajo quitar y que cuando esta
empezara a descomponerse funcionara como alimento para las habas.
Otro día, estuvimos la primera mitad de la clase haciendo un experimento con
lombrices de tierra. El experimento consistía en colocar en una caja transparente (urna
de votación) tierra, arena de playa y materia orgánica (hierba). En el fondo del
recipiente colocamos una gruesa capa de tierra, encima una capa de arena, más fina
que la de tierra, y encima de esta una fina capa de hierba. Ese proceso lo repetimos
varias veces hasta lograr que el conjunto de las capas superara los treinta centímetros.
Luego metimos unos gusanos y tapamos el recipiente con varios paños porque los
gusanos son foto fóbicos. Unos días después retiramos los paños y descubrimos que
pese a que algunos gusanos murieron a causa de la sal que contenía la arena, otros
consiguieron llegar hasta la capa de tierra inferior y sobrevivir allí.
La semana siguiente hicimos el mismo
experimento, en un tarro de cristal grande, pero
esta vez no usamos arena de playa, y gracias a esa
falta de sal pudimos ver cómo las lombrices de
tierra, llegaban hasta las capas más bajas sin morir
y cómo en el proceso mezclaban las capas entre
ellas. ¡Es verdad que remueven el suelo!
Alrededor de las fresas de nuestro grupo hemos quitado malas hierbas. Parece que se
hubieran despertado las hojas de los fresales y se levantaran del suelo. ¡Ojalá podamos
comerlas!
11. ABRIL
(Naiara Vizoso 4º D, Izaskun Vilanova 4º D y Ayesha Alava 4º A).
Antes de semana santa, dejamos recogido todo, limpiamos las malas hierbas para que
lo que estaba plantado creciera.
Hemos preparado los semilleros de calabaza, con las pepitas que recogimos en
octubre. Los tenemos en el pasillo, al lado de nuestra clase, a la luz, para que cuando
empiecen a salir las hojas se pongan verdes. De vez en cuando los regamos.
Después de dos semanas de vacaciones, bajamos al huerto y volvimos a limpiar los
caminos y quitar las malas llevar. Ya no hay flores de San José. A su lado están
creciendo otras de hojas alargadas. ¿Otras monocotiledóneas?
Recogimos 17 kg de habas y en clase nos las repartimos un kilo para cada uno. En clase
había dos balanzas con pesas y con ese instrumento jugando nos ayudó a repartir.
Cada uno cogía su kilo de habas para llevarlos a casa. Después de llevarlos a casa y
pelarlos, trajimos la piel de cada haba para el compost. Observamos que los ajos
estaban en buena situación, con las hojas alargadas y un poco redondeadas y en
breves decidiremos quitarlos.
Cada día tenemos más horas de luz. En octubre nos costaba calcular. Ahora es fácil
restar horas y minutos con los datos de salida y puesta del sol, que miramos en el
periódico.
12. MAYO (Irune Calzado 4D y Leire Gómez 4C)
Como el final de curso está llegando, recogimos lo
plantado durante todos estos meses. Cada grupo siguió
recogiendo las habas, acelgas y fresas que habían crecido.
Tuvimos una buena cosecha, aunque algunos grupos
tuvieron más que otros. Aun así nos faltan por coger los
puerros y los ajos. Después de recoger y pesar la cosecha,
nos la repartimos entre nosotros y nos la llevamos a casa.
A parte de eso plantamos calabazas, pero habrá que
esperar a que salgan hasta octubre para que los que estén
el año que viene en esta clase las cojan, como hicimos
nosotros a principios de curso.
Las rosas han florecido y dan mucho color. Tenemos rojas.
¡Huelen! Tenemos en el aula un florero con una rosa, una
alcachofa y una flor blanca de cala.
Las hortensias han hecho hojas nuevas y las flores empiezan a verse. Las ramas que
trasplantamos en febrero, ya tiene las yemas apuntando. De seis, tres tiran para
adelante.
Y ahora, como la profesora nos ha presentado el proyecto de Huertos Escolares,
hemos empezado a escribir estos informes por parejas para presentarnos. ¡Cuánto
cuesta escribir y contar lo que hemos hecho. ¡Son tantas cosas!
13. Junio (Alazne Valero e Itxaso Alonso 4º C )
Las cerezas y las fresas habían crecido, así que las hemos ido comiendo.
Cogimos los ajos, que ya habían crecido también. Sembramos un diente de ajo, y por
cada diente salió una cabeza entera (reproducción asexual).
Quitamos los tutores de las habas, pero dejamos éstas porque las bacterias
simbiontes de las raíces de las habas sirven para enriquecer el terreno.
Las hortensias que plantamos han florecido.
Ahora tenemos más plantas en flor que atraerán insectos y ayudarán a polinizar
nuestra cosecha.
El mes anterior plantamos semillas de calabaza y este mes hemos podido observar
que han empezado a crecer (la planta). El objetivo es que las calabazas crezcan en
verano para que el año que viene puedan ser recogidas. Debemos regarlas. Ahora no
llueve casi.
Cuando sacamos el compost descompuesto para trasladarlo a los semilleros de donde
hemos extraído las lechugas y los ajos encontramos un Anguis fragilis pequeña,
vulgarmente llamada enánago, o lución, lagarto sin patas. Se alimenta, generalmente,
de lombrices, y ya que en nuestro huerto hay muchas está bien alimentado. Ahora no
hay restos de comida.
Hemos cortado alcachofas para llevar a casa, y el resto las dejamos para ver cómo son
esas flores. Los pulgones las tienen invadidas y las hormigas van tras ellos. ¡Es una
cadena trófica! nos enseña la profesora.
Debemos preparar el huerto para el verano, cubriendo los bancales sin cosecha, para
que no crezca mucha maleza y tape a las plantas de calabaza. Y, que llueva algún día,
porque no estaremos para cuidarlo, hasta que en setiembre empiece un nuevo grupo.
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