Este documento nace en verano del 2009, fruto de la coincidencia de varios encargos similares en un corto espacio de tiempo, la elaboración del material de presentación de distintas agencias de publicidad especializadas en un rango de actividades que, tradicionalmente, se habían incluido en el “repertorio” de acciones Below the line. Durante la fase de recopilación de documentación, datos y referencias nos encontramos con que, salvando alguna posible laguna, la Red mostraba una abundante colección de reflexiones sobre el modelo del negocio publicitario en lo referido a cómo el entorno digital y especialmente los fenómenos de la web 2.0 exigían renovar la relación entre marcas, agencias y consumidores. En paralelo se multiplicaban los análisis y visiones sobre la pérdida de influencia cuantitativa y cualitativa de los medios de comunicación masiva. Sin embargo, al lado de la preocupación e interés por el futuro del ATL y del online (en el argot del sector) no se ofrecía ningún análisis global sobre el BTL. Comentarios, datos, apuntes concretos... Eso sí, pero una visión panorámica del estado del segmento de actividad publicitaria que ha ido creciendo hasta liderar el sector en términos de inversión global no parecía existir. Así que en parte movidos por la necesidad y en parte por la curiosidad, nos propusimos reunir el material disperso, incorporar algunos datos que parecían quedar al margen, por lo menos en la teoría, y responder a una pregunta sencilla: ¿qué papel juega y está en disposición de llegar a jugar el sector BTL en el contexto publicitario a corto y medio plazo? Las conclusiones han sido en ciertos momentos llamativas incluso para quienes elaboramos este análisis. Esperamos que algunas de ellas, además, contribuyan a situar el debate sobre el BTL al mismo nivel que el resto de las actividades del sector, una reflexión que, a nuestro juicio, es inevitable si se quiere alcanzar una visión global del nuevo modelo de negocio publicitario que llegue a ser útil y relevante. Por último, como se desprende del siguiente documento, la división entre BTL y ATL es a nuestro juicio un residuo de un modelo en retirada, pero hemos querido mantenerla como denominación por su inmediatez y continuidad. En absoluto estamos proponiendo que se mantengan líneas divisorias en el ámbito de la comunicación cuando la realidad hace tiempo que las superó. Más aún, al observar las etiquetas que con tanto ahínco se buscan para definir(se) las distintas modalidades del sector (integral, integrado, 360, etc.) somos de la opinión que lo único que hacen es confundir a propios y extraños y, lo que es peor, consolidar en el mercado la idea de que sigue habiendo “arribas” y “abajos” de la línea. Desde un primer momento queremos dejar claro que en el contexto actual las compañías responsables de comunicar imagen de marca o promociones de producto en cualquiera de sus variantes (públicas, privadas, comerciales o sin ánimo de lucro) comparten todas ellas, bajo nuestro punto de vista, un denominador común, el de ser agencias de comunicación.