1. VALORES
ESPIRITUALES
Son aquellos principios que mediante su práctica permite a los seres
humanos tener una relación con Dios o con tras deidades; en un sentido
más específico estos valores posibilitan a cada individuo mantener una
relación Dios –hombre
2. 1- Armonía
• La vida generalmente está llena de contradicciones, conflictos y desacuerdos.
El espíritu es una unidad que debe estar basada en la armonía. De esta
forma, al expresar y mantener nuestras vidas en armonía, estamos trabajando
fuertemente para llegar a un estado de conciencia espiritual.
3. • La armonía permite a los seres humanos anhelar bienestar para todo aquello
que les rodea. Es un estado de paz y plenitud que permite al alma
encaminarse rumbo a la felicidad.
• Un ejemplo de la armonía se puede evidenciar cuando un individuo se dedica
a hacer aquello que le hace feliz y a su vez, busca hacer feliz a las demás
personas.
4. 2- Verdad
• La verdad es la última expresión de la divinidad. La verdad es esencialmente
la realidad. Para tener pensamientos verdaderos, tanto las palabras como las
acciones deben estar alineadas con el resto de nuestras vidas de forma
coherente, solo así podremos llegar a un mayor estado de conciencia.
5. • De esta manera, se dice que todas las circunstancias se viven de manera
inflexiblemente verdadera, permitiendo al alma elevarse por encima del plano
de la conciencia humana, alcanzando la altura espiritual.
• Vivir de acuerdo al valor espiritual de la verdad es vivir de forma
consecuente. Por ejemplo, si creemos fervientemente en algo, actuamos
según nuestras creencias y no de forma contradictoria con las mismas
(Stapledon, 2014).
6. 3- Caridad
• El progreso Espiritual significa rebasar los límites del ego. El ego únicamente
se preocupa por su bienestar y placer. Para cambiar genuinamente la
orientación de nuestras vidas, debemos cambiar del ego al espíritu.
• Muchas veces, es normal ver que en la práctica, un individuo ayuda a otro
esperando algo en retorno. Estas acciones no son caritativas y buscan amor,
bienes materiales o favores en contraprestación.
7. • De esta manera, se dice que todas las circunstancias se viven de manera
inflexiblemente verdadera, permitiendo al alma elevarse por encima del plano
de la conciencia humana, alcanzando la altura espiritual.
• Vivir de acuerdo al valor espiritual de la verdad es vivir de forma
consecuente. Por ejemplo, si creemos fervientemente en algo, actuamos
según nuestras creencias y no de forma contradictoria con las mismas
(Stapledon, 2014).
8. 4- Fe
• La fe es considerada a menudo como una facultad y no como un valor. Sin
embargo, la mente puede aceptar la idea de la fe y convertirla en un principio
dinámico de vida. La fe es descrita como el conocimiento del alma que la
mente aún no domina.
• Todo lo que hacemos en la vida requiere tener fe en algo, en nuestras
capacidades, en la tecnología, en la ley, en la honestidad y valores de otras
personas, entre otros.
9. • La fe es la afirmación contundente de que existe una divinidad superior
dispuesta a contribuir con nuestro desarrollo personal y bienestar.
• Por esta razón, el valor de la fe ayuda al ser humano a mitigar sus
preocupaciones, a no perder la esperanza y a afrontar la vida sin temor
10. 5- Esperanza
• La esperanza es un valor espiritual que juega un papel fundamental
en religiones como la católica y cristiana.
• A nivel espiritual, este valor se fundamenta en la creencia de que el espíritu
de los seres humanos no es un elemento efímero, sino que trascenderá a un
plano sobrenatural después de la muerte.
11. • Fuera de la religión cristiana, la esperanza es más que un valor espiritual y se
entiende también como un valor personal que da a los seres humanos la
posibilidad de vivir la vida con optimismo, orientando la energía al
cumplimiento de objetivos.
• Es un motor que permite abrir y construir caminos que nos lleven a aquello
que añoramos. Es la posibilidad de soñar y opera como un motor de vida.
12. Los valores espirituales y sus recompensas
• Cuando nos regimos por valores espirituales, obtenemos beneficios físicos,
emocionales y espirituales. Tal como la capa de ozono de la atmósfera terrestre nos
sirve de escudo contra los rayos solares dañinos, los principios morales sólidos nos
protegen al exponer los efectos peligrosos del materialismo. El apóstol cristiano
Pablo escribió: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y
en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en
destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas
perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe
y se han acribillado con muchos dolores” (1 Timoteo 6:9, 10).
13. BENEFICIOS
• “Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún
amador de la riqueza con los ingresos.” (Eclesiastés 5:10.)
• TRABAJAR en exceso puede producir estrés, el cual genera a su vez
problemas de salud que en ocasiones provocan la muerte. En muchos países,
el divorcio divide a las familias. Con demasiada frecuencia, este tipo de
tragedias son fruto de una preocupación excesiva por los bienes materiales.
14. ¿Sirve realmente de algo?
• “Mis padres trataron por todos los medios de convencerme de que los
valores espirituales no eran prácticos —recuerda Greg—; sin embargo, las
metas espirituales me han proporcionado una enorme serenidad, pues
no sufro el estrés de competir por la riqueza.”
15. • Los valores no son innatos; debemos aprenderlos de nuestros semejantes o
de una fuente superior. Por eso, la educación bíblica puede transformar toda
nuestra perspectiva con respecto a los bienes materiales. Don, que
anteriormente era banquero, asegura: “Aprendí a replantearme mis valores y
a estar contento con lo básico”.
16. • Los valores espirituales ponen de relieve las recompensas a largo alcance,
no la gratificación a corto plazo. Pablo escribió: “Las cosas que se ven [las
materiales] son temporales, pero las que no se ven [las espirituales] son
eternas” (2 Corintios 4:18). Es cierto que las metas materialistas pueden
satisfacer deseos momentáneos. Pero mientras que la codicia no tiene futuro,
los valores espirituales son eternos (Proverbios 11:4; 1 Corintios 6:9, 10).
17. • Emplee su dinero sabiamente
• Reconozca cuáles son sus verdaderas necesidades. Jesús nos enseñó a orar:
“Danos nuestro pan para el día según la necesidad del día” (Lucas 11:3). No permita
que los deseos de hoy se conviertan en las necesidades de mañana. Recuerde que la
vida no depende de lo que uno posee (Lucas 12:16-21).
• Elabore un presupuesto. No ceda al impulso de comprar. La Biblia advierte: “Los
planes del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se
encamina de seguro a la carencia” (Proverbios 21:5). Jesús aconsejó a quienes lo
escuchaban que calcularan el costo antes de emprender cualquier proyecto financiero
(Lucas 14:28-30).
• Evite las deudas innecesarias. Siempre que sea posible, ahorre el dinero que
necesita para sus compras, en vez de recurrir al crédito. Un proverbio lo expresa de
esta manera: “El que toma prestado es siervo del hombre que hace el préstamo”
(Proverbios 22:7). Si ejerce autodominio y se atiene a su presupuesto, incluso podrá
planear compras grandes.
18. • Procure no malgastar. Cuide bien de lo que tenga para que dure más, y así
reducirá el gasto. Jesús demostró que se preocupaba por no desperdiciar los
recursos (Juan 6:10-13).
• Establezca prioridades. La persona sabia ‘comprará el tiempo’ para poder
dedicarse a metas más importantes (Efesios 5:15, 16).
19. •
• ¿Por qué es mucho mejor dejar que Dios nos instruya, en vez de aprender
por experiencia propia? En primer lugar, porque aprender solo por
experiencia, es decir, a fuerza de equivocarse, puede costar caro y a la vez ser
doloroso, además de innecesario. Dios dijo a la antigua nación de Israel:
“¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces
20. • “La ley de Jehová es perfecta [...]. El recordatorio de Jehová es fidedigno,
hace sabio al inexperto.” (Salmo 19:7.) De seguro, la mejor manera de aprender
es recurriendo a nuestro sabio y amoroso Creador.