2. La Era del Plástico
A partir de la segunda parte del Siglo
XX, los materiales plásticos han
reemplazado materiales más tradicionales
(vidrio, metales, papel, etc.) en una amplia
variedad de aplicaciones, debido en gran
parte a sus propiedades superiores. Hace
algunos años, el volumen total de plásticos
excedió el volumen total del acero utilizado
y en la actualidad se utilizan más materiales
plásticos que metales. De las varias docenas
de diferentes clases de plásticos, nos
concentraremos en las variedades más
utilizadas: poliolefinas.
3. Las poliolefinas son utilizadas en una gama increíble
de productos, desde fabricas antibalísticas a jarras de
mantequilla de maní y cuerdas; de sillas de estadio a
envoltorios protectores de alimentos y bolsas. Por
ejemplo, como materiales de empaque para
alimentos, los filmes plásticos de poliolefinas no son
costosos, son ligeros, fáciles de fabricar, inertes, no-
tóxicos, sin olor, resistentes a los
microorganismos, desechables o reciclables a través
de una tecnología convencional de
desecho, degradables por algunos mecanismos
naturales si son puestos en un basurero. Las
poliolefinas cumplen con todos estos criterios; ningún
otro material lo hace.
4. Conforme el uso de bolsas de poliolefinas y productos
fabricados con otros filmes proliferaron, se pudo
observar que los plásticos de uso limitado duraban
mucho mas del tiempo necesario, por ejemplo,
persistían mucho tiempo en el ambiente después de
haber sido utilizados y desechados. Debido a su
durabilidad inherente, muchos plásticos se
acumularon en el flujo municipal de desechos sólidos,
siendo una fuente persistente y continua de basura, e
impactando nuestro ambiente en forma continua. Fue
necesario añadir una propiedad final a estos
materiales tan ubicuos. El tiempo de
introducir Plásticos con Tiempo de Vida
Controlada ha llegado. Y esto se ha cumplido.
5. La revolución del plástico ha comportado efectos
espectaculares en las unidades de maternidad. Hoy, al
imaginar a una mujer de parto, es normal visualizarla con
el brazo conectado a una bolsa de plástico a través de un
tubo y con un catéter introducido en el espacio epidural. La
perfusión de oxitocina sintética es la intervención
obstétrica más frecuente en los cinco continentes.
Planteémonos las preguntas apropiadas:
• ¿Por qué las mujeres modernas necesitan sustitutivos de
esta hormona natural liberada por la hipófisis posterior?
• ¿Puede deberse esta necesidad a que su sistema
oxitócico se encuentra alterado?
• ¿Por qué sigue siendo un tema inexplorado los problemas
que surgen de la posible transferencia de la oxitocina a
través de la placenta?
6. • ¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la
oxitocina sintética en los niños?
• ¿Por qué las disfunciones genitales son cada
vez más comunes, y por qué las estadísticas de
lactancia no mejoran a pesar de las intensas
campañas de salud pública?
• ¿Deberíamos proclamar el fin del parto
inducido?
• ¿Cuáles serán los efectos de un sistema
oxitócico progresivamente debilitado?
• ¿Nos encontramos en los albores de un nuevo
paradigma?
7. El desarrollo de nuevos materiales: la era
del plástico
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El desarrollo de nuevos materiales que
exhibieran una combinación de propiedades no
observadas en los productos naturales era
exigido a la luz de las nuevas invenciones de la
industria de artículos eléctricos, de la telefonía,
la automotriz, la conquista del aire y del espacio.
La necesidad social de aparición en escena de los
plásticos alcanzó tal impacto que algunos han
bautizado cierto momento del siglo XX como la
"era de los plásticos".
8. En el campo de los materiales termoplásticos
el siglo pasado dejó como saldo la
modificación accidental de la celulosa en
nitrocelulosa, que permitiría la producción del
celuloide. Pero la inauguración de una nueva
época en la producción de materiales
sintéticos correspondió al químico belga-
estadounidense L.H. Baekeland (1863–
1944), al obtener en 1907 resinas
termoestables por la condensación del fenol y
el formaldehído, las baquelitas.
9. Sus sorprendentes propiedades, como
elevada dureza, inercia frente a los más
enérgicos disolventes, termoestabilidad,
baja conductividad eléctrica y térmica y
capacidad de moldearse al ser calentadas
dan la posibilidad de fabricar con
baquelitas desde conmutadores eléctricos
hasta discos fonográficos.
10. En estos primeros tiempos prevalece el método
de ensayo y error, como reflejo del escaso
conocimiento sobre la estructura de las
moléculas gigantes y de los detalles de las
reacciones en que se producían.
Al filo de la década del treinta ya se disponía de
la materia prima suministrada por la industria del
petróleo, y del bagaje teórico suficiente para que
el químico J.A. Nieuwland (1878–1936)
investigara con éxito la producción del caucho
sintético, al que denominó neopreno. El
neopreno superaría al caucho natural, por sus
propiedades elastómeras.
11. La aplicación de la termodinámica y la cinética
química al estudio sistemático de estos
materiales fue tarea abordada por diferentes
grupos de investigación, entre los cuales se
destacó el dirigido por el químico alemán H.
Staudinger (1881-1965). Estos trabajos
resultaron premisas fundamentales para el salto
a la síntesis de los nuevos polímeros.
En 1928, la compañía Dupont tomó una decisión
poco común por entonces y abrió un laboratorio
para investigaciones fundamentales que sería
dirigido por el químico estadounidense William
Carothers (1896–1937).