El arte, además de una fuente de placer sensorial y un referente de prestigio social, es un activo con potencial de generar plusvalías y minusvalías. A pesar de la proliferación de índices de precios de obra de autores, así como de fondos de inversión en arte vinculados a dichos índices, la inversión en arte viene escapando a la generación de teorías y modelos cuantitativos. Eso no excluye la existencia de reglas heurísticas de aplicabilidad general. Durante la conferencia se ha explicado el funcionamiento de los mercados de arte, la diferencia entre valor y precio, los errores más comunes en este tipo de inversión y algunas reglas prácticas para invertir en arte. Invertir en arte no es una ciencia, es un arte.