1. RELACION ENTRE LAS CITOCINAS Y LA
OBESIDAD
Las citoquinas sintetizadas en el tejido adiposo, llamadas adipocinas, que está
involucrado estrechamente en la respuesta inflamatoria y sus niveles se puede ver
alterado por la obesidad. Por tanto, la obesidad puede favorecer o alterar la
evolución de los procesos inflamatorios. La respuesta inflamatoria en la obesidad
es de bajo grado y de manera muy lenta, lo que aumenta el riesgo de alterar
múltiples sistemas, incluidos los implicados en la homeostasis de la glucosa.
Los macrófagos también están involucrados en el desarrollo y mantenimiento de la
inflamación inducida por la obesidad en el tejido adiposo y contribuyen a la
secreción de muchas moléculas proinflamatorias secretadas en el tejido adiposo.
La asociación estrecha y altamente coordinada entre las vías inflamatorias y
metabólicas destaca la coherencia entre los roles de los macrófagos y los adipocitos
en la obesidad. La expresión es similar en ambas células; los macrófagos expresan
la mayoría de los productos proteicos de los adipocitos, como los transportadores
de ácidos grasos, mientras que los adipocitos pueden expresar muchas citocinas
proinflamatorias, según exclusivas de los macrófagos, como:
TNF-α
IL-1β
Interleucina-12 (IL-12)
Interferón-γ (IFN-γ)
Posiblemente, IL-6.
Las capacidades funcionales de estos dos tipos de células también coinciden y se
superponen. Los macrófagos pueden atraer, fagocitar y almacenar lípidos
provocando la formación de sustancias pegajosa llamada placa que se acumula en
el interior de las arterias. También hay evidencia de que los macrófagos y los
adipocitos se acercan mucho cuando hay demasiado tejido adiposo, un sello
distintivo de la obesidad. Esto se asocia con el desarrollo de la obesidad y su
estrecha relación con los procesos inflamatorios que ocurren simultáneamente en
el tejido adiposo y los macrófagos para promover la resistencia a la insulina. Los
factores derivados de los adipocitos liberados a la circulación sistémica son los que
juegan un papel importante en la activación de las células endoteliales, promoviendo
la infiltración de macrófagos en el tejido adiposo, lo que resulta en un estado
inflamatorio debido a la desregulación de las citocinas proinflamatorias y las
antiinflamatorias.
