LOS IDOLOS NO TIENEN PODER
Los ídolos no tiene poder; “Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de
hombres, Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen,
mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan, No hablan con su gargantas. Semejantes a ellos
son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.” Salmos 1154-8
Ídolo: Imagen de una falsa divinidad, persona o cosa amada con exceso. IDOLATRÍA:
Adoración de los ídolos. Antes del advenimiento de Cristo, la mayoría de la
humanidad era idólatra. Fue sin duda la forma de culto más antigua, anterior a la
invocación de los espíritus benignos o malignos a los que se les atribuían las cosas que
no se podían explicar. La idolatría en el pueblo hebreo fue combatida por Moisés,
David y Salomón. El culto idolátrico tuvo su más amplio desarrollo en Egipto, Grecia y
Roma. Fue también general entre los indios americanos.
“Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un
asado, y se sacia: después se calienta y dice: ¡Oh! Me he calentado, he visto el
fuego; Y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo. Se postra delante de él lo a
dora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.” Isaías 44. 16-17
Un ídolo es una persona o cosa que ocupa el lugar de Dios en la vida, casa o corazón de
hombres y mujeres. Un ídolo, además de ser personas, artistas o celebridades, es
mucho más allá de eso. Un ídolo puede ser guarida de demonios. En los objetos de
madera, piedra o yeso que se usaban en los cultos Egipcios, Griegos y Romanos, los
cuales algunos se siguen usando hoy en día, se pueden alojar demonios que desvían el
amor y la devoción que las personas deben tener al único Dios de Israel, el Dios al que
servimos.
Los ídolos son abominación para Dios, y nosotros no debemos participar en ningún tipo
de adoración o veneración a imágenes, figuras o representaciones de lo divino. Aún el
diccionario describe a los ídolos como FALSAS DIVINIDADES. Algunas iglesias aceptan
y sostienen que los ídolos a los que llaman imágenes sirven para sostener la fe de los
fieles. Pero la palabra de Dios contradice esta enseñanza pues la fe es:
“Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 11:1
La palabra de Dios define la fe como la certeza de lo que se espera en nuestras
peticiones por medio de la oración a Dios, convencidos de lo que no se ve. Todo aquel
que necesite de una imagen para tener fe, no está teniendo la fe necesaria para ser
salvos. Su fe depende de imágenes, y las imágenes no oyen, ni ven ni salva
n. La verdadera fe en Dios es por oír, no por ver.
“Así es que la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios”. Romanos 10:17
La Palabra de Dios es clarísima al respecto. Si nosotros aceptamos que una imagen
puede ser objeto de fe, estamos enseñando que la fe proviene del ver, y no del oír la
Palabra de Dios. También se niega la convicción de lo que no se ve. Los ídolos no
agradan a Dios, pues Su palabra dice que son abominación para Dios.
“No saben ni entienden, porque cerrados están sus ojos para no ver, y su
corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni
entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas
cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me
postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón
engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo
que tengo en mi mano derecha?” Isaías 44:18-20
Los ídolos, lejos de aumentar la fe de los fieles, los desvían hacia servidumbre. Creen,
brindan sacrificios a sus santos, llevan sus ofrendas de comida y bebida y dinero a los
santos en todas las capillas, en los días de fiestas a los santos patronos, pero esto lejos
de acercarlos a Dios, los aleja de Dios. Pues escrito está que el que pone su fe en ellos,
y se postra ante ellos, es engañado y desviado para que su alma no sea libre. Algunas
iglesias sostienen que las imágenes son necesarias para venerarlas y sostener la fe.
Sostienen que es necesario tener imágenes y figuras de imágenes para que su fe se fije
en esas imágenes y no en los ídolos que se nos “ofrecen” a través de imágenes en
televisión, cine y prensa. Pero eso es peligrosísimo, pues poner una imagen para tapar
otra, es como construir una catedral sobre las ruinas de una pirámide en la que se
ofrecían sacrificios de sangre, es fundar la casa sobre el error y el engaño. Y Jesús nos
dijo que fundáramos la casa sobre la Roca, que es Jesucristo nuestro salvador y nada o
nadie más.
“Porque por fe andamos, no por vista” 2 Corintios 5:7
La vista de imágenes no produce fe. La fe, según la Biblia que es la palabra de Dios, es
la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve. Por lo tanto yo no
necesito al santo al que Dios le hizo milagros para creer que Dios hizo milagros. Yo creo
que así como Dios hizo milagros en mi vida porque creí por fe, así lo hace todos los días
alrededor del mundo a todos aquellos que creen. Los milagros de Dios no son exclusivos
de los santos. La salvación misma, por medio de Jesucristo es un milagro que ocurre
diariamente en todo el mundo, cada segundo alguien es salvo. Y los que Creemos en
Jesucristo como nuestro Señor y Salvador sabemos que Él vive, y no necesitamos
ninguna imagen de ningún santo para creer. Pues si esta vivo, ¿por qué buscar entre los
muertos al que vive?
“Y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Porqué
buscas entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado.”
Lucas 24:5-6
Algunos de los santos a los que Dios les hizo milagros, son personas que tuvieron un
encuentro personal con Cristo, y es Cristo el que hizo las obras en ellos. Por lo tanto, no
debemos venerar a la creación –el santo- sino al Creador –el que hizo las obras a través
de la persona-. Adora a Dios, alábalo a Él, sólo Dios es el hacedor de milagros.
“Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a
las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”
Romanos 1:25
Algunas personas dicen que ellos no adoran a las imágenes, les rezan y creen que ellos
hacen milagros, pero no los adoran, sino les veneran. Lo cierto es que al postrarse
delante de ellas, y ofrecer sacrificios, ofrendas y mandas, están creyendo que las
imágenes oyen y escuchan sus ruegos. También creen que los santos, aún María la
bienaventurada, hacen intercesión por ellos.
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
JESUCRISTO hombre” 1 Timoteo 2:5
LA PALABRA DE DIOS VUELVE A CONTRADECIR ESTA CREENCIA
POPULAR: DIOS NO QUIERE QUE MIRES A UNA IMAGEN PARA QUE CREAS.
DIOS QUIERE QUE LO MIRES A ÉL Y CREAS.
“Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y
no hay más. “ Isaías 45:22
“¿A quién me asemejas, y me igualas y me comparas, para que seamos
semejantes? Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un
platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. Se lo echan sobre los
hombros, lo llevan, lo colocan en su lugar; ahí se está y no se mueve de su
sitio. Le gritan y tampoco responde, ni libra de la tribulación.” Isaías 46:5-7
El culto a las imágenes no sólo es abominación para Dios, sino que es una costumbre
sumamente peligrosa. La palabra de Dios nos alerta que en los últimos tiempos el
anticristo hará que las personas adoren su imagen. Si estamos acostumbrados a adorar
o venerar imágenes de santos, vírgenes y criaturas, cuando venga el anticristo y quiera
que adoremos su imagen, ¿lo vamos a reconocer? ¿O lo aceptaremos por algo bueno?
Para saber lo que le agrada a Dios y lo que no, Él dejó su palabra como lámpara a
nuestros pies. Y la palabra de Dios no miente, ni tiene sombra de variación.
El origen de la adoración o veneración a los ídolos e imágenes es de origen pagano, y
detrás de todo culto pagano está Satanás. El diccionario nos dice que Egipto, Grecia y
Roma practicaban el culto a los ídolos mucho antes del advenimiento de Cristo. Y Si
Cristo vino a confirmar toda la escritura y la ley como verdaderas, habremos de
hacernos de la “vista gorda” en lo que a los ídolos e imágenes se refiere?
“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de Egipto, de casa de siervos. No tendrás
otros dioses extraños delante de mí. No harás para ti, ni imagen alguna de cosa
que está arriba en los cielos, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la
tierra: No te inclinarás a ellas ni les servirás; porque yo soy Jehová tu Dios."
Deuteronomio 5:6-9ª
Los grandes de la Biblia, como Moisés que estuvo parado delante de Dios, David, que
tuvo comunión con Dios y Salomón que edificó casa para Dios, nos prohibieron la
idolatría. Si ellos, que fueron verdaderamente santos, no tienen imágenes ni ídolos en
las iglesias, ¿por qué entonces aceptaríamos imágenes de vírgenes, santos y aún de
niños que supuestamente tuvieron un encuentro con Dios? ¿Por qué no le rezamos a
Moisés, o a Abraham, a Isaac, a Jacob, a David o Salomón? Todos ellos fueron varones
de Dios.
¿Por qué no le rezamos a María la bienaventurada madre de nuestro Señor, o a José su
esposo, o a Pedro, Juan, Jacobo, Santiago, Esteban o cualquiera de los apóstoles?
Porque ellos mismos nos lo prohibieron. Con sus palabras y acciones, nos prohibieron
adorarles a ellos. Aún los ángeles del cielo nos prohíben que nos postremos a ellos y les
adoremos. Porque Solo Dios puede recibir nuestra oración, escucharla y actuar en
consecuencia. Y para que Dios nos escuche, lo único que necesitamos es a Jesús en
nuestro corazón, pues El es Dios.
“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados son los que son llamados a las
Bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Yo me
postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy
consiervo tuyo y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora
a Dios, porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”
Apocalipsis 19: 9-10
Si era necesario que un ángel se le apareciera a Juan el apóstol, y le dijera que no
adorara a los ángeles ni a ningún consiervo suyo, es decir, todos los que retienen el
testimonio de Jesús, incluyendo a María su madre, a todos los apóstoles y a todos los
santos que habrían de tener algún encuentro personal con el Señor, que preformaran
milagros en el nombre del Señor, que tuviesen la revelación del Espíritu Santo, o a
Jesús en sus corazones.
El ángel se lo prohibió a Juan, y nos lo prohíbe a nosotros. El ángel confirma la Palabra
de Dios como verdadera, y Dios en su palabra nos dice que no lo hagamos. No
adoraremos ni nos postraremos ante ninguna imagen, ídolo, bestia o dios. Solo Jehová
de los ejércitos recibirá toda nuestra adoración y alabanza. Sólo Jesucristo Su Hijo. Y
nadie más.
“Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la
bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quien podrá luchar contra ella?
Apocalipsis 13:4
“Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido
hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le
hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada y vivió. Y se le permitió
infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese
matar a todo el que no la adorase.” Apocalipsis 13:14-15
En Isaías 44:18-20 Dios nos dice que todos aquellos que adoran ídolos están siendo
engañados en sus corazones para que sus almas sean esclavas. En el libro de
Revelaciones o Apocalipsis Dios nos dice a través del Apóstol Juan que él dragón-
Satanás recibe adoración por medio del engaño. En el principio engañaba a las
personas para que se perdiesen. En el final, matara a todo aquel que no le adore, o
adore su imagen.
Detrás de la idolatría está Satanás, el dragón, que engaña a las personas e iglesias para
que adoren, veneren o crean en imágenes, preparando el camino para la venida del
anticristo. Por eso, Dios nos dijo que no adoremos NINGUNA imagen, incluyendo la
imagen de la bestia. Porque Dios nos ama y quiere prevenir que seamos engañados por
Satanás.
Sólo Dios puede mostrarte la verdad, y sólo la verdad puede echar fuera al Espíritu de
error. Pero si tú crees, veneras o tienes imágenes en tu casa, en tu iglesia y les rezas, te
postras ante ellas y les ofreces sacrificios de dinero, viandas u ofrendas, tú eres una de
los millones personas que están en un gravísimo peligro de ser engañado por la bestia-
Satanás, que en los últimos tiempos es un hombre.
“Y hacía que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les
pusiese una marca en la mano derecha o en la frente; y que ninguno pudiese
comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el
numero de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente
el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos
sesenta y seis.” Apocalipsis 13:17-18
Solo los moradores de la tierra cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del
Cordero adorarán a esta bestia y a su imagen. Todo aquel que cree en el Señor
Jesucristo como su salvador, es bautizado y ha nacido de nuevo, su nombre está Escrito
en el libro del Cordero, y no adorará imagen alguna, ni serán engañados, ni se
perderán. Cree en la Palabra de Dios como guía y lámpara a tus pies para que no seas
engañado. No creas en doctrinas de origen pagano, ni siquiera en lo que los hombres
más ilustres te dicen que creas, sino que lee la Biblia y entérate del plan de Dios para tu
vida, de sus mandamientos y sé obediente a Su palabra para que vivas.
“Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios
no nos oye. En esto conoceréis el espíritu de verdad, del espíritu de error.”
1 Juan 4:6
“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en
Su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no
tiene la vida.” 1 Juan 5:11
“Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero
sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento, para
conocer al que es verdadero, y estemos en el verdadero, en Su Hijo Jesucristo.
Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos”
1 Juan 5:20-21
SÓLO A CRISTO JESÚS SEA TODA HONRA, HONOR, MAJESTAD, ALABANZA,
VENERACIÓN Y ADORACIÓN, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, AMEN.
¡ALABADO SEA SU NOMBRE!