Los ómnibus de dos pisos (O2P) son más propensos a volcar debido a que colocan una cantidad importante de pasajeros y peso en el segundo piso, elevando el centro de gravedad. Esto, sumado a las sinuosas rutas y altas velocidades en Latinoamérica, pero no en Europa donde se usan principalmente para transporte urbano, los hace particularmente peligrosos. Expertos recomiendan prohibirlos o exigir que cumplan con normas internacionales de seguridad.
2. En síntesis, los fabricantes desisten de hacer techos lo suficientemente firmes para asegurar pasar la
prueba de vuelco. Así, el piso superior de los coches suele quedar más indefenso, justamente donde van
la mayoría de los pasajeros. Según el ingeniero, esto sucede porque las autoridades de los países no los
obligan a cumplir sí o sí con ambas normas, en teoría obligatorias.
Otro factor: las sinuosas rutas latinoamericanas
Los O2P son habituales en ciudades europeas, donde se usan para cumplir servicios de transporte ur-
bano, como en el Reino Unido, o para servicios turísticos, como en la mayoría de las grandes urbes.
Fresard indicó que la circulación en la ciudad le sienta bien a este tipo de unidades. "Esos O2P andan
bien a 60 kilómetros por hora y doblando en intersecciones urbanas, que generalmente son de 8 o 12 me-
tros, a velocidades reducidas, por lo que no hay riesgo de vuelco", explicó.
"En América Latino se usan para el transporte interurbano y ahí hay un riesgo importante porque
las velocidades son altas y no necesariamente todas las curvas son adecuadas para velocidades
altas", comentó Fresard.
Tomar curvas difíciles a velocidades mayores a 85 kilómetros por hora significa un riesgo para este tipo
de autobuses. Nuevamente quienes quedan más expuestos son los que viajan en el piso superior, dado
que "la física clásica" demuestra que quienes viajan más alto alcanzan una velocidad lineal mayor que los
del piso inferior. Eso les asegura que, en un siniestro, sufran un impacto mayor.
En países como Chile y otros de la región andina, las carreteras suelen presentar grandes pendientes o
desniveles que significan un desafío más para los O2P.
Solo para expertos
Según Fresard, los riesgos asociados a los coches de dos pisos ameritan que únicamente sean conduci-
dos por choferes experimentados. Recomendó que los conductores de este tipo de unidades "tienen que
tener muchos años de conducción de O2P".
Consideró que los conductores deberían entrenarse en O2P equipados con muñecos, de forma de simu-
lar el peso real que deberán administrar en un viaje con pasajeros.
Esto se hace necesario para que los conductores estén más preparados y logren evitar perder el control
del O2P, algo que se torna mortal. "Cuando el conductor se da cuenta de que perdió sustentación en el
suelo y va a volcar ya no tiene ninguna posibilidad de recuperarlo", lamentó.
¿Hay solución?
Para Fresard, no hay dudas de la necesidad de que los países de la región sean más exigentes con
este tipo de coches, prohibiendo su utilización en rutas de larga distancia.
Además, señaló que actualmente existen alternativas como los O1P de un piso y 15 metros de largo que
permite alojar a unos 55 o 60 pasajeros, una cantidad similar a la de los O2P habituales. Son unidades
que tienen eje trasero direccional, lo que permite "dibujar las curvas y que no se salgan al carril contrario".
"Esto demuestra que el argumento de que los costos no dan, no es un tema.
“Jamás se debe discutir la vida o la salud humana frente a intereses económicos", remarcó el ex-
perto, indicando que la responsabilidad de establecer cambios les cae tanto a empresarios como a
las autoridades.