2. Funciones manifiestas y latentes
• Robert Merton (1968) hizo una importante distinción entre funciones
manifiestas y latentes. Las funciones manifiestas de las instituciones
son claras, específicas y conscientes. Implican las consecuencias
intencionadas y reconocidas de un aspecto de la sociedad, como la
función de la universidad de certificar la competencia y la excelencia
académica. En contraste, las funciones latentes son inconscientes o
no intencionadas, que pueden reflejar propósitos ocultos de una
institución. Una función latente de las universidades es disminuir el
desempleo. Otra es servir como medio de encuentro para las
personas que buscan pareja para casarse.(Schaefer, 2012, pág. 13).
Estas funciones se vinculan con los conceptos curriculares: el currículo
oficial (escrito) y el currículo oculto.
3. Según Guerrero (2002) las funciones de la
educación son:
• La transmisión cultural y socialización de las nuevas generaciones en
relación con la cultura y cohesión social, principalmente.
• La de formación ciudadana y legitimación, respecto al estado y
subsitema político.
• La de formación y selección para el trabajo, en lo referente a la
economía.
• La de movilidad social, en relación con el sistema de estratificación
social
• La de custodia de la infancia y de la juventud, en relación con la
familia. (pág. 104).
4. La transmisión cultural y socialización de las nuevas
generaciones en relación con la cultura y cohesión social,
principalmente.
• La educación consiste, por tanto, en […] crear en cada uno de
nosotros el sistema de ideas, de sentimientos, de costumbres, tales
como las creencias y prácticas religiosas y morales, las tradiciones
nacionales y profesionales o las opiniones colectivas de todo tipo, que
expresan la personalidad de la sociedad en que vivimos. (Guerra,
2002, pág. 104-105).
Sin la educación no se podría reproducir el mismo modelo de sociedad.
En cierto sentido, es la educación que se nos moldea al modo de ser
de la sociedad que nos “protege”.
5. La de formación ciudadana y legitimación, respecto
al estado y subsitema político.
• En la mayoría de los casos, lo que sucede de hecho es la inculcación
de los valores políticos, sociales y económicos hegemónicos del
sistema social en que se inserta la escuela, como una especialización
de la función de producción transmisión cultural. De pasada, la
escuela cumple de esa manera con la función de producción de
consenso o legitimación de todo el orden político, económico y social
existente. (Guerra, 2002, pág. 109).
Consiste en la formación de ciertos valores cívicos, ciudadanos,
confeccionados a la medida de la estructura social. Es decir, ninguna
élite promovería un tipo de ciudadanía crítica que rompa el orden
establecido, el orden constitucional, el orden democrático, que ponga
en peligro el poder construido durante siglos.
6. La de formación y selección para el trabajo, en lo
referente a la economía.
• Durante toda la Edad Media europea, casi todo el mundo aprendía a
trabajar dentro de la misma unidad familiar o bien trabajando al lado
de los maestros y de los oficiales del gremio. Solamente una minoría
de la población –los futuros eclesiásticos, abogados u otros
profesionales liberales– se formaba fuera de la comunidad, en
instituciones especializadas como los conventos o las nacientes
universidades. En la sociedad industrial, la familia deja de ejercer sus
funciones productivas y el aprendizaje se desplaza a la escuela.
(Fernández, 2003, pág. 131).
7. La de movilidad social, en relación con el sistema
de estratificación social
• El sistema educativo incorpora hoy en día una importante esperanza
de igual y movilidad social en la mayoría de las sociedades,
atribuyéndosele una labor decisiva en la estratificación y asignación
de puestos en la escala social. Independientemente de su veracidad,
la sociedad en su conjunto espera hoy en día mucho de la educación
y le atribuye una función casi natural a la hora de promocionar la
movilidad y la igualda sociales. (Guerra, 2002, pág. 114).
De hecho, la educación es uno de los aspectos que sirve para medir el
Ïndice de Desarrollo Humano, los otros son: la esperanza de vida (salud
y nutrición) y el ingreso per cápita.
8. La de custodia de la infancia y de la juventud,
en relación con la familia.
Al formarse los Estados, éste asumen el papel que antes se hacía cargo la
Iglesia (católica y protestante) y convenía desarrollar esta función para influir
en la niñez y la juventud.
• Cualquier forma de educación es, en tales circunstancias, la imposición de
una cultura a la que toda la variedad de culturas representada en el
conjunto del territorio debe tender. Ello significa control, vigilancia,
represión, conversión y asimilación, bien mediante la violencia física, bien
mediante la violencia simbólica. La primera será utilizada, sobre todo, para
reprimir y controlar a la población adulta. La segunda, la que actúa y opera
sobre la voluntad de quienes acaban asumiéndola como una salvación o
una conversión redentora, tendrá su campo de actuación en las jóvenes
generaciones, empezando por la infancia. (Fernández, 2003, pág. 125).
9. Referencias Bibliográficas
1. Fernández, F. (Coord.). (2003). Sociología de la educación. Madrid:
Pearson Educación, S.A.
2. Guerrero, A. (2002). Manual de sociología de la educación. Madrid:
Editorial Síntesis, S.A.
3. Schaefer, R. (2012). Sociología. México, D.F.: McGraw-Hill
Interamericana Editores, S.A. de C.V