2. Desarrollo del libro de Job
La estructura global de la obra es la siguiente:
• Introducción en prosa (cc. 1-2).
• Job y los amigos (c.3-27, en verso)
- Primera rueda de discursos (3-11).
- Segunda rueda de discursos (12-20).
- Tercera rueda de discursos (21-27).
- Conclusión: 28.
• Job, Elihú y Dios (c.29-42,6, en verso)
- Job (29-31).
- Elihú (32-37).
- Dios (38-42,6).
• Epílogo en prosa (42,7-17)
3. Primera parte: La introducción en
prosa
• Junto con el epílogo, es la parte más famosa y
casi la única conocida.
• Recoge una antigua leyenda sobre un personaje
paciente y humilde, que acepta el sufrimiento sin
quejarse.
• Al final, Dios lo recompensa.
• La novedad de la obra consiste en introducir
entre el comienzo dramático y el final una gran
sección poética en la que se debate el tema.
4. Segunda parte: Job y los amigos
• Tras el largo silencio de siete días, Job maldice su
existencia. No acusa a Dios ni lo ataca. Pero se queja de
vivir sin paz, sin calma, sin descanso, en puro sobresalto
(3,26). Los amigos intentan consolarlo, pero con
expresiones e ideas que significan una ofensa a Job y hacen
que el diálogo resulte cada vez más duro e insultante.
• Los amigos parten de una visión optimista del mundo. Todo
tiene orden y sentido. Dios sólo aflige a los malvados, que
nunca triunfan, a pesar de sus éxitos pasajeros. En cambio,
protege a los justos y los salva en todo momento (Elifaz en
• 5,2-16). De forma más o menos expresa, los amigos
repetirán con ligeras variantes:
5. • - Si Dios te aflige con el sufrimiento, es porque
has pecado.
• - La solución consiste en aceptar el castigo
divino y arrepentirse.
• - Si te arrepientes, Dios te devolverá tus
bienes.
6. • Job se rebela contra esta teología tradicional, que
considera pura palabrería, deseos de defender a
Dios con mentiras e injusticias (13,1-7; 16,2.4;
21,34).
• Se niega a aceptar la visión optimista del mundo.
• Su propia experiencia le abre al sufrimiento que
reina en el mundo, a las injusticias y desgracias
de todo tipo. Y observa:
- Dios castiga también a los inocentes (9,22-24).
- Los malvados lo pasan muy bien, bendecidos por
Dios (c.21).
7. • Por eso, la solución no radica en aceptar el
sufrimiento ni en arrepentirse. Sólo caben dos
salidas: pelear con Dios, o discutir con él ante un
tribunal para ver quién lleva razón. Pero ambas
salidas son imposibles (c.9).
• Pelear con Dios llevaría a la muerte, porque él es
más poderoso y se complace en humillar y herir
(10,13-17).
• Llevarlo a juicio parece utópico, porque Dios no
se presentará, o si lo hace no atenderá a razones.
8. • Al verse sin salida, Job pasa por todos los
estados de ánimo. Unas veces suplica, otras
reprocha a Dios su crueldad, otras blasfema,
otras insiste pidiendo un juicio.
• En cualquier hipótesis, siempre se niega a
admitir que exista una proporción entre sus
posibles pecados y el castigo de Dios.
• Y tampoco acepta que el orden del mundo sea
perfecto.
9. • Así, capítulo tras capítulo, se desarrolla el debate con
los amigos, en tres ruedas que agotan todos los
argumentos y llevan la discusión a un punto muerto.
• El c.28, añadido quizá posteriormente, saca el balance
de todo lo anterior.
• Tanto Job como sus amigos han intentado alcanzar la
sabiduría, llegar a una explicación aceptable de los
misterios del mundo y de la vida humana.
• Pero todos han fracasado. El hombre puede alcanzar
los mayores tesoros, penetrar en las profundidades de
la tierra. Pero no puede alcanzar la sabiduría, porque
ésta es patrimonio exclusivo de Dios (leer 28,12-23).
10. Tercera parte: Job, Elihú y Dios
• La discusión ideológica ha terminado en un
callejón sin salida. Pero Job no se da por vencido.
Toma de nuevo la palabra, en un triste poema
que contrasta el bienestar del pasado (c.29) con
las desgracias del presente (c.30), para terminar
con una profesión de inocencia (c.31). No ha
ofendido a Dios, no ha dado motivos para sufrir
este castigo. Si no lleva razón, que Dios se
presente a juicio y «que mi rival escriba su
alegato» (31,35).
11. Elihú
• Esperamos que a este largo discurso responda el
silencio, o una intervención de Dios.
• Curiosamente, surge un nuevo personaje, Elihú,
que expone sus ideas en cuatro discursos
seguidos (c.32- 37).
• Muchos comentaristas piensan que estos
capítulos reflejan una teología y un estilo
distintos, y que fueron añadidos posteriormente.
• Ideológicamente, aportan el argumento del
carácter pedagógico del sufrimiento, aunque esta
idea también la expuso Elifaz en 5,17.
12. • En la dinámica de la obra quizá podamos
explicar estos capítulos del modo siguiente.
13. • Job, al hacer referencia a la posibilidad de un
juicio, invocaba la presencia de un mediador que
dirimiese el conflicto.
• Y este mediador aparece. Es Elihú.
• Pero, en vez de defender a Job, le demuestra los
errores que comete y le mueve a aceptar el
sufrimiento.
• En cualquier caso, la palabra definitiva no es la de
este personaje, sino la que Dios pronuncia en sus
discursos.
14. Dios habla
• Los capítulos 38,1-42,6 están formados por
dos largas intervenciones de Dios, separadas
por una breve confesión de Job (40,3-5) y
cerradas con las palabras finales del
protagonista (42,1-6). Se puede hablar, por
consiguiente, de dos discursos de Dios y dos
respuestas de Job.
15. • De acuerdo con Otmar Keel, Job, en sus
discursos precedentes, ha puesto en duda el
recto orden del mundo y la forma en que Dios
lo gobierna. A estos dos temas responden los
dos discursos de Dios.
• El primero (38,1-40,1) hace que Job se fije en
la naturaleza física y en los animales.
16. • Todos ellos demuestran la
ignorancia de Job y la
sabiduría y el poder de Dios.
17. • Por otra parte, la elección de los animales
parece intencionada: leones, cuervos,
gamuzas, asno salvaje, búfalo, avestruz,
caballo, halcón, águila.
18. • No son precisamente los animales útiles para
el hombre (a excepción del caballo, al que, por
lo demás, los israelitas siempre miraron con
recelo), sino los que escapan a su dominio.
19. • Esto demuestra que Dios se hace cargo de
toda la creación, no sólo de lo que al ser
humano le interesa; igual que hace llover
sobre zonas desérticas (38,25-27), aunque
esto no reporte al hombre ningún beneficio.
• El Dios del primer discurso demuestra que en
el mundo existe orden, belleza y perfección,
providencia incluso hasta lo más remoto.
20. • Si Job no lo capta, incluso lo niega, es porque
se encierra en sí mismo, contemplándolo todo
a través de sus intereses personales y de los
del hombre.
• Job reconoce su pequeñez en 40,3-5.
• Promete no volver a hablar.
24. • Dios comienza haciéndole caer a Job en la
cuenta de lo difícil que es acabar con la
injusticia y los malvados (40,6-14); él no
podría conseguirlo.
25. • Lo mismo que sería incapaz de cazar al
hipopótamo (40,15-24) o de vencer al
cocodrilo (40,25-41,26).
• Estos dos animales, más que seres físicos son
símbolos de las fuerzas del mal.
• El hombre no puede derrotarlos. Dios, en
cambio, se da por supuesto que puede
hacerlo.
26. • Es lo que reconoce Job en su última
intervención (42,1- 6), admitiendo que ha
hablado de grandezas que no conocía, «de
maravillas que superan mi comprensión».
27. • Pero lo más importante es que estas
intervenciones de Dios han supuesto para Job
un descubrimiento del Señor. «Te conocía sólo
de oídas, ahora te han visto mis ojos» (42,5).
• Así, la crisis de la idea de Dios, que había
aflorado potentemente en la discusión con los
amigos, queda ahora superada gracias a un
conocimiento nuevo del mismo Dios.