El documento define homicidio como la muerte de un ser humano causada por otra persona, con raíces etimológicas en las palabras latinas para "hombre" y "matar". Explica que entre 1985 y 2002 los homicidios dolosos de mujeres aumentaron pero luego volvieron a los niveles previos, y que existen variaciones significativas en las tasas de homicidios de mujeres entre estados de México, con algunos estados superando considerablemente el promedio nacional.