El e-commerce en México ha crecido exponencialmente desde 2013, ubicándose en el segundo lugar en América Latina. Sin embargo, aún enfrenta retos como una baja penetración de Internet, calidad limitada de banda ancha, métodos de pago limitados y problemas con la logística de envíos. Además, solo alrededor del 35% de la población tiene acceso a Internet, lo que se suma a otros desafíos como el alto costo y la lenta velocidad de conexión.