2. «Ester se ganaba el favor de cuantos la
veían. Fue presentada al rey Asuero, en el
palacio real... Al rey le gustó Ester más que
las otras mujeres; halló ella, ante el rey, más
gracia que ninguna otra doncella. Así que
el rey colocó la diadema real sobre la
cabeza de Ester y la declaró reina...»
Ester 2, 15-17.
5. Escrita en tiempos de persecución
De nuevo leemos una novela ejemplar, donde
Dios se vale de una mujer para salvar a su
pueblo. Ester llega a ser reina del poderoso
imperio persa, donde viven muchos judíos
exiliados.
6. Cuando Ester pasó, como las otras jóvenes,
al segundo harén, no reveló su origen ni su
pueblo, tal como se lo había ordenado
Mardoqueo. Por aquellos días, estaba
Mardoqueo adscrito a la puerta real...
Ester 2, 19-21.
10. Mardoqueo, fiel a sus principios
Mardoqueo, tío de Ester, llega a ser funcionario
del rey persa y se gana su confianza al descubrir
una conspiración contra él. Pero no dobla la
rodilla ante Amán, el favorito del rey.
11. Todos los funcionarios del rey adscritos a la
puerta real doblaban la rodilla y se
postraban ante Amán... Pero Mardoqueo ni
doblaba la rodilla ni se postraba... Al
comprobar Amán que Mardoqueo no se
postraba ante él, montó en cólera. Y cuando
le notificaron a qué pueblo pertenecía...,
intentó exterminar, junto con él, a todos los
judíos del reino de Asuero.
Ester 3, 2-6.
14. El pueblo perseguido
Amán propone exterminar a los judíos del reino
por ser rebeldes al rey, y así apoderarse de todos
sus bienes. El rey Asuero accede y el decreto se
difunde por el imperio.
15. Y se enviaron las cartas, por medio de los
correos, a todas las provincias del rey, para
exterminar, matar y aniquilar a todos los
judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres,
y para saquear sus bienes, en el espacio de
un solo día, el trece del mes doce, que es el
mes de Adar.
Ester 3, 13.
18. Tú correrás la misma suerte
Mardoqueo avisa a la reina, recluida en el harén.
Le pide que interceda por su pueblo. Ester teme,
pues nadie puede presentarse ante el rey sin ser
llamado. Pero decide llevar adelante un plan.
19. Ve a reunir a todos los judíos que hay en
Susa y ayunad por mí. No comáis ni
bebáis durante tres días y tres noches.
También yo y mis siervas ayunaremos. Y
así, a pesar de la ley, me presentaré ante
el rey. Y, si tengo que morir, moriré.
Ester 4, 15-16.
22. Oración antes de la acción
Ester ora ante Dios recordando su historia de
salvación y suplicando su ayuda.
También Mardoqueo reza, pidiendo misericordia
y auxilio (capítulo 4, 17 y ss.).
23. ¡Señor, Señor, Rey Omnipotente! Todo
está sometido a tu poder y no hay quien
se resista a tu voluntad si has decidido
salvar a Israel.
Ahora, pues, Señor Dios... Perdona a tu
pueblo, porque andan mirando cómo
destruirnos... Escucha mi oración...
Ester 4, 17b-h
24.
25. Señor y Dios nuestro, tú eres único. Ven
en mi ayuda, que estoy sola y no tengo
socorro sino en ti, y mi vida está en
peligro... Oh Dios, que dominas a todos,
oye el clamor de los desesperados;
líbranos del poder de los malvados y
líbrame a mí de mi temor.
Ester 4, 17l-z
28. Ester cumple su misión y salva a su
pueblo
La historia da un vuelco: el rey escucha a Ester y,
emitiendo un nuevo edicto, permite que los judíos
se defiendan y se venguen de sus enemigos. Este
es el origen de la fiesta del Purim (las suertes).
29. En las cartas concedía el rey que todos los
judíos de todas las ciudades pudieran
reunirse para defender sus vidas, para
exterminar, matar y aniquilar a las gentes
que los atacaran con las armas, y para
saquear sus bienes, y esto en un mismo
día, en todas las provincias del rey...
Ester 8, 11-12
32. El Antiguo Testamento y el Nuevo
La ética del Antiguo Testamento choca con la del
Nuevo: este relato justifica la violencia para
defenderse de los enemigos, algo que Jesús
rechazó siempre.
33. Mardoqueo, el emigrante
Mardoqueo, como José y como Daniel, es un
ejemplo de emigrado que se integra y prospera
en la sociedad extranjera que lo acoge. Guarda
un equilibrio entre mantener sus valores y su fe, y
servir lealmente al reino donde vive.
34.
35. Ester como modelo Femenino
Ester es otro modelo de mujer fuerte que, sin
apenas poder, se vale de sus recursos para
defender a su gente. Utiliza su palabra y su
belleza. Pero, antes de actuar, ayuna y reza. Sabe
que se lo juega todo.