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LA COMIDA MÁS IMPORTANTE DEL DÍA
Hoy vamos a ver qué comidas podemos tomar al mediodía para
tener vitalidad y energía en el cuerpo.
Vamos a ver una dieta acorde con el tiempo que estamos viviendo:
ahora estamos en primavera.
En primavera nuestro cuerpo tiene cuatro meridianos energéticos
en acción, por eso es normal que haya más cansancio, más apatía y
agotamiento. Esto no es permanente. Si comemos bien vamos a
vivir estos cambios de manera leve. Pero si tenemos carencias esto
nos va a pesar.
El estómago y el bazo están en pleno auge. El exceso de
pensamiento, la reflexión, la energía interior del invierno, dan paso
a la expansión de la primavera.
Días más adelante, tenemos más activos la vesícula biliar y el
hígado. Son órganos más calientes. La vesícula contiene la bilis que
descompone los alimentos y las grasas, es más ácida, puede
producir hinchazón y gas. El vientre inflado y lleno va a disminuir la
ingesta de aire, pues empujará el pulmón hacia arriba y tendremos
menos capacidad de respirar profundamente. Esto nos producirá
cansancio.
Por eso hemos de cuidar la parte media del cuerpo: debe estar
purificada, con muy poco gas, para que el pulmón pueda llenarse
de aire y tengamos la máxima energía, pues la primavera es una
época de expansión.
Hoy hablaremos de una dieta idónea para el mediodía y la noche,
que promueva la máxima plenitud en el bazo, el estómago, la
vesícula y el hígado. Son órganos diferentes, pero todos convergen.
Imaginad un plato. Vamos a dividirlo en cuatro partes y durante 21
días, como mínimo, o 40 días como máximo, vamos a comer
siempre lo mismo, llenando los cuatro cuartos.
¿Por qué lo mismo cada día?
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Porque tenemos una química maravillosa en el cuerpo. Cuando
entra un alimento en el estómago, se engancha como un imán a las
enzimas y los jugos que lo cortan, lo dividen y lo preparan para que
pueda ser succionado por la célula, que necesita los nutrientes.
Si comemos algo que no estamos acostumbrados el cuerpo no lo
reconoce, le costará mucho digerirlo, la barriga se hinchará aún más
y no se asimilará.
Por eso es bueno comer lo mismo cada día durante un tiempo, con
conciencia, para que las moléculas que se enganchan en el
estómago puedan formar un buen sustrato que se pueda dividir y
asimilar. Así generaremos una energía muy alta y evitaremos
descomposiciones y fermentaciones dañinas.
Esto lo podemos razonar después de una gran comilona. Nos gusta
mucho, pero nos quedamos tan hinchados que no podemos
digerirla y tenemos que tomar sal de frutas para digerir, incluso
para eructar. ¿Por qué? Porque nos faltan jugos digestivos,
moléculas de enganche que puedan dividir el alimento.
Si os ponéis como meta 21 días, o mejor 40 días, vamos a preparar
a conciencia un plato de comida equilibrante, desintoxicante y con
elementos para serenar el bazo y el estómago. Así por la noche os
encontraréis con mucha energía porque vuestro cuerpo no tiene
que hacer un gran esfuerzo para digerir y eliminar toxinas.
¿En qué se basa esta dieta? En alimentos muy conocidos pero que
no estamos acostumbrados a utilizar porque quizás nos parecen
muy difíciles de cocinar. Pero en realidad son muy sabrosos y fáciles
de preparar.
EL PRECEPTO DE LA MAÑANA
Ya hablamos de los desayunos. A primera hora de la mañana es
bueno ingerir algo caliente, porque el bazo y el estómago detestan
la humedad y el frío. El zumo licuado es perfecto, pero la primera
toma debería ser caliente en esta época. Esto ayudará a activar la
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vesícula y el hígado para que los alimentos que tomemos después
se puedan absorber bien.
Por la noche, el día anterior, llenad hasta la mitad una taza con
pasas de Corinto, y ponedlas en remojo con agua. La uva seca
tiene muchísima fibra y oligoelementos, minerales. Todas las frutas
deshidratadas tienen propiedades aumentadas ―higos, orejones,
pasas―. Por la mañana calentad las pasas remojadas con un poco
de canela ―que ayuda a producir glóbulos rojos, combate la
anemia y es digestiva― y os lo tomáis. Podéis tomarlo batido,
colado o bebido e ir masticando las pasas. También podéis beber el
agua de remojo, sola. La cuestión es que os resulte delicioso.
Ensalivadlo y procurad que esté bien tibio.
Cuando esa fibra llega al intestino medio, con calor, dilata y
expande el intestino grueso, que hará un movimiento para evacuar.
Por tanto, esta taza con pasas tibias va a despertar el sistema
digestivo, nos dará fibra, nutrientes, hierro y calor, y va a preparar el
sistema estómago – bazo para digerir el resto de alimentos. Para el
estreñimiento va de maravilla.
Otra opción es tomar una sopa de miso ―se compra en tiendas
naturistas―. Una cucharada grande en un vaso, bebida bien
caliente a sorbitos. Más tarde podéis tomar el licuado.
Si tomáis los alimentos por separado el cuerpo asimilará mejor la
energía del alimento.
El licuado puede ser: 21 días de un vaso de manzana sola y más
tarde un vaso de zanahoria. Separamos los azúcares simples
―pasas― del básico ―la manzana― y un gran nutriente ―la
zanahoria―. Con esta separación todo pasa directo por el
estómago, sin detenerse. Son líquidos de rápido aporte energético.
Tomaos esta rutina como algo divertido: en la vida estamos para
jugar y aprender. La salud no puede venir por una pastilla, sino
porque te enamoras de lo que haces. Tenéis que enamoraros de
vuestra cocina y de lo que hacéis.
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A media mañana es bueno hacer una compota de manzana o de
pera. Partidla por la mitad y cocedla con un poco de agua, un poco
de higos, pasas, canela y rodaja de limón. Hervid dos o tres minutos
y podéis tomar el líquido y la manzana. Esto prepara las enzimas del
estómago, acaricia el sistema digestivo.
No es lo mismo tomar una fruta cruda y fría ―yin― que una fruta
tibia y dilatada, donde aprovechamos las pectinas que ayudan a
neutralizar nuestros ácidos corporales.
A medio día tomaremos el plato de los cuatro cuartos, generoso
para no pasar hambre.
EL PLATO DE 4 PARTES
La base son los cereales. Cuando un niño crece fijaos que su
alimento básico son las papillas de cereales.
El cereal está ligado a la tierra, un elemento muy poderoso. La
semilla toma los nutrientes y el agua y se convierte en una planta. Si
ese cereal con todo ese poder entra en el cuerpo estaré nutriendo
en profundidad mi cuerpo.
El cuerpo, que también tiene elementos de la tierra, necesita
vitaminas del grupo B. Nuestra sociedad está sufriendo un precoz
envejecimiento porque cada vez hay menos vitaminas B en la
ingesta. Hay vitamina B1, B2, B9, B12… todas estas vitaminas son
básicas para el sistema nervioso central, y nuestras dietas modernas
son muy carentes de estas.
Todos los cereales que vamos a tomar son muy ricos en vitaminas
B. Las distintas variedades de vitamina B son un gran soporte para
el sistema nervioso, para la vista, para el sistema cardiovascular,
para los tejidos de sujeción ―evitan la flaccidez y la falta de tono
de la piel y los huesos―. Una falta de memoria y de concentración
también pueden ser síntomas de carencia de vitamina B. Es tan
grave la carencia que muchos médicos, cuando tratan a personas
con problemas de cansancio, debilidad y deterioro nervioso,
directamente les recetan suplementos de vitamina B. Pero no es
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cuestión de pasar toda la vida tomando pastillas cuando hay
alimentos riquísimos en estos nutrientes. Llevan vitamina B más
otros elementos que favorecen su absorción.
Claro que la suplementación da dinero a los fabricantes, pero la
comida debería ser nuestra fuente de vitalidad.
1º CUARTO: ARROCES Y GRANOS
Es uno de los cuartos del plato. Un cuarto siempre ha de ser cereal:
arroz integral, trigo sarraceno, arroz salvaje ―negro―, rojo o
basmati, mijo, arroz con lentejas peladas, con mucho hierro, algas
con arroces molidos y un poco de verdurita y la quínoa.
El arroz integral es importante por su cáscara: tiene un salvado
muy rico en minerales, sobre todo potasio, magnesio y cobre. Nutre
mucho el sistema nervioso. En medicina china se dice que el arroz
debería tomarse como mínimo tres veces a la semana. El sistema
digestivo y nervioso quedan muy nutridos. En países donde hay
hambre se lleva siempre arroz o trigo sarraceno o amaranto. No es
por casualidad: contiene mucho alimento.
Si tenemos diarrea un arroz blanco la puede regular. Si es integral,
produce un equilibrio: ni diarrea ni estreñimiento. Favorece un ciclo
natural de evacuación para liberar las heces. Siempre hay que
ponerlo en remojo, lavar y esa misma agua utilizarla para cocerlo, a
fin de no perder el mineral. Aconsejo hervir unos 25-30 minutos. Lo
que cura es el envoltorio, recordad. Si está muy blando se
desmineraliza: dejad el grano siempre un poco entero.
La cantidad de agua siempre es: cubrid el arroz más dos dedos de
altura. Con esto ya se puede mantener en remojo. Cuando arranque
a hervir, dejadlo unos veinte minutos cociéndose y luego, cuando
apaguéis el fuego, dejadlo diez minutos más con el calor de la olla.
Si hacéis una buena cantidad, guardarlo en un recipiente y tenerlo
en la nevera para completar vuestros platos. Podéis condimentarlo
con pimienta, nuez moscada, un poquito de chile si os gusta el
picante. Podéis cocerlo con raspa de limón y quedará muy sabroso.
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La diferencia entre el arroz salvaje y el integral es que el primero se
desarrolla totalmente en medio acuático. Cuando se cuece en agua
se abre como una palomita y tiene un sabor ligeramente a nuez.
Grandes cocineros meten estos arroces en sartenes, con aceite, y
dejan que se abran así. Son variantes, pero os aconsejo cocerlo con
agua.
El mijo necesita 15 minutos. Tiene mucha vitamina B9 y es muy
beneficioso para el sistema cardiovascular. Ayuda a digerir y da
bienestar al estómago, también ayuda a evacuar. Refuerza a
personas con anemia ferropénica.
La quínoa es muy proteica, basta hervirla 9 minutos. Es muy
diurética y apta para las mujeres pre-menopáusicas, que solemos
tener retención de líquidos.
Estos alimentos tienen proteínas que equivalen a la carne y al
pescado. Combinados con algas, ricas en minerales, son alimentos
completos.
2º CUARTO: UN CRUDO RALLADO
Por ejemplo, una zanahoria rallada con un poco de nabo, que tiene
un punto de picante. La zanahoria tiene muchísimas vitaminas para
la vista, pero además ayuda a agrupar las heces, para que las
deposiciones sean homogéneas.
El nabo, una raíz picante, es un alimento que tiene la fuerza del
elemento tierra. Se suele usar para el caldo, pero rallado y aliñado
con aceite de oliva es muy alimenticio. Contribuye a ingerir aire y a
abrir el pulmón. Tiene poder saciante.
Podemos aliñar la zanahoria y el nabo con sésamo y aceite de oliva.
3º CUARTO: VERDURAS DE HOJA MUY VERDE
Brócoli, o col. Espinacas, acelgas, guisantes, judía verde (ojo, sin
patata). Hervido con agua muy caliente sólo 3 minutos. Hay que
comer las verduras al dente, como un crudo escaldado, para
aprovechar al máximo la energía de estos brotes.
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4º CUARTO: PROTEÍNAS
Para los que no son vegetarianos, llenadlo con pescado de calidad:
merluza, atún, jurel, sardina…
O bien podéis poner proteína vegetal: legumbres, tofu, seitán,
hamburguesa de soja. El tofu lo podéis saltear en la sartén o
hervirlo, o comprarlo ya húmedo.
Este es el plato energético: una parte de vitaminas B, otra de
energía raíz, otra de verde y otra de proteína. Veréis la diferencia de
cocinar así y combinar los alimentos y sabores.
LA IMPORTANCIA DE LOS CARBOHIDRATOS
Los hidratos de carbono son energía de absorción lenta y nos dan
mucha energía de reposición.
Además, los arroces, la quínoa, el mijo, el amaranto no llevan
gluten.
¿Qué pasa con el gluten? No es que sea malo. Pero solemos ingerir
tanto gluten que no tenemos suficientes enzimas para dividir esta
proteína, el cuerpo ya no la asimila y la rechaza. De ahí vienen
muchas intolerancias y alergias.
Crudo
rallado
Vegetal
verde
Infusión
o agua
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Un poco de gluten de vez en cuando también tiene su aporte
positivo, siempre que lo toleremos bien. Ayuda a la circulación
sanguínea y a la hipertensión.
Pero estos granos sin gluten son aptos para todos, incluso para las
personas que sufren diarreas.
Las personas con diarreas continuas tienen una carencia de
enzimas digestivas y un desequilibrio en la flora intestinal. Les falta
una buena defensa y el cuerpo expulsa lo que no puede asimilar.
Los carbohidratos de los granos integrales son de absorción lenta,
no producen sensibilidad ni elevados niveles de insulina.
ALERTA CON LOS PICOS DE INSULINA
¿Qué ocurre con la insulina y los hidratos de carbono rápidos?
Cuando tomo un plato de espaguetis, por ejemplo, el cuerpo tiene
que segregar insulina para asimilar tanto azúcar de rápida
asimilación. Una vez el azúcar está asimilado, y esto sucede pronto,
el cuerpo pide más glucosa. Nos levantamos corriendo a buscar un
trozo de chocolate, o algo dulce, y forzamos al páncreas a segregar
más insulina para asimilar esa nueva ingestión de azúcar. El cuerpo
sigue pidiendo hidratos de carbono y entramos en un ciclo que
acaba deteriorando el páncreas y haciendo a nuestras células
resistentes a la insulina.
Cuando tomamos un grano con cáscara la insulina se libera de
forma más lenta y no se producen picos ni bajones de energía. Nos
vamos a sentir saciados, con una sensación de satisfacción y
energía. No tendremos necesidad de picar durante todo el día. Si
necesitamos picar algo dulce durante el día nuestra insulina está
mal, no necesariamente tenemos por qué ser diabéticos pero
podemos ser pre-diabéticos.
Por eso tanta gente vegetariana toma mucho cereal y legumbre.
Estos alimentos son ricos en proteínas, hidratos, minerales y
vitaminas. Proporcionan nutrientes a la piel, los huesos y el sistema
nervioso. Dan bienestar.
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MERIENDA Y CENA
A media tarde deberíamos merendar algo: una fruta, una tortita de
arroz, con alguna infusión calentita o tibia.
Para cenar, recomiendo sopas vegetales que se pueden hacer con
caldo ya hecho. En vez de poner pasta de trigo, echadle algo con
más sustancia: arroz con verduras y algas, nutritivo y desintoxicante.
Haced una sopa espesa de arroz, sémola de verduras, quínoa. Una
sopa espesa como una crema nos sacia y podemos ahorrarnos un
segundo plato.
Tomar quínoa por la noche en sopa, o hervida y escurrida, con un
poco algas, activa el metabolismo basal. Si además la acompañáis
de vitamina C, el alga con zumo de limón o kiwi o pomelo ayuda a
sudar y eliminar líquidos, aliviando los sofocos y los calores por la
noche.
Podemos hacer también un cereal dulce: arroz con canela, higos,
pasas u orejones. Todo hervido junto se hincha y se come junto. Es
una cena deliciosa y al día siguiente vais a evacuar de maravilla. Es
una cena rica en minerales y en fibra. La energía dulce llena el
estómago de suavidad y bienestar. No hablo de azúcar refinado
sino de este dulzor propio de los cereales y los frutos secos.
plato
energético
vitaminas B cereales
raíz - energía zanahoria - nabo
verde Respira
proteína pescado - tofu
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Los orejones tienen muchísimo calcio, más que el sésamo y la leche.
Con 4 orejones por la noche ya tenéis todo el calcio que necesitáis.
Si le añadís higos, pasas, canela y limón, tendréis una cena distinta y
un abdomen bien plano.
De postre, una compota de manzana y una infusión, esto es una
caricia antes de dormir.
Durante 21 días este régimen nos ayudará a equilibrar nuestras
enzimas, nuestro cuerpo lo irá asimilando poco a poco y nos
sentiremos bien, llenos de energía.
Ojo con las mezclas. El cuerpo no tiene la habilidad de absorber y
se cansa mucho cuando llenamos mucho, aprisa y mezclado
nuestro estómago.
Esta es la base de la alimentación energética. Poco a poco, sin
mezclar, con diferentes sabores. Nutriréis y a la vez desintoxicaréis.
Ayudaréis a producir mucosa digestiva y jugos enzimáticos, y
sacaréis muchos residuos.
Con estos 21 días ―o cuarenta, mejor― de dieta, estaremos
preparados, con el cuerpo limpio y lleno de energía de cara al
verano.
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PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Está muy de moda la chía, ¿qué nos dices de ella?
Tiene muchos minerales y ayuda a desintoxicar. La podéis tomar con
zumo, por la mañana, o masticarlas con agua. Todo tipo de semilla es
buena siempre. Agudizan la vista, bajan la hipertensión. Se pueden tomar
tres veces al día, porque solemos tener carencia de minerales.
¿Y las algas, cuáles son mejores?
Hay muchos tipos de algas y no estamos acostumbrados a cocinar con
ellas. Hay que usarlas en poca cantidad, porque se dilatan mucho.
Algunas personas las rechazan por el sabor, entonces podéis tomarlas en
suplementos. La espirulina y la chlorella son muy buenas. Si estáis
habituados a la comida japonesa podéis echarlas en los cereales: kombu,
wakame… Las únicas personas que tienen que tener precaución son las
que sufren hipertiroidismo, porque el yodo que contienen puede
perjudicarles. Si no tomáis pescado o carne podéis suplementar con ellas
perfectamente. A las mujeres, que nos hinchamos y nos desinflamos con
el ciclo mensual, las algas nos ayudan a no inflamarnos tanto y a
desintoxicar.
¿Y las frutas?
Hemos hablado solo de dos frutas ―manzana y pera― por las enzimas.
Pero hay otras frutas beneficiosas: la fresa es antiinflamatoria. Un kilo de
fresas equivale a cuatro aspirinas. Vigilad las personas que tomáis Sintron,
porque licuan la sangre.
El problema es que las fresas que vemos ahora no están maduradas, no
tienen sabor. Comprad fruta del tiempo, con todas sus buenas
propiedades. Elegid fresas pequeñitas, maduras.
Podemos hacer muchas variantes. Lo importante es no comer con los
ojos, con lo que se os ofrece en el supermercado, sino mirar qué le
conviene al cuerpo y en qué tiempo del año estamos.
¿Quieres saber más sobre Sonia? ¿Te interesan sus conferencias?
En su página web las podrás descargar y podrás ver algunos vídeos.
www.sonialorente.org