3. NUEVO MUNDO
A O xxv-Núm, 1.294
Ñ f^evístd populdr ilustrada 25 Octubre de I9Í8
Director: FRANCISCO VERDUGO Gerente: M A R I A N O ZAVALA
J]
El general francés Franchet condecorando Á los oficiales griegos que se han disiinguido en la
campaña de Macedonia ¡'cí. iiimeiniiinn
4. NUEVO nUNCiO 25 Octubre 1913
CRO CA DE LA SEIMANA
KNOlt Silvcla; VumoB nial;
S usted, como alcalde, y nos-
otros todos, como vecinos
de la capital del reino. Tntentó
se, naJie quiere hab'ar de laa
máscaracterísticas agrupaciones
de gente que producen nuestras
costumbres. Son las acoras do
Aisted organizar el sei^ácio pú- los vagos y las plataformas de
blico do coches, que esvergiien- los tranvías. Paracruzar laPuer-
. 7.a y asco de la Villacoi-onada, ta del Sol ó recorreí- la Carrera
y no ha conseguido otra cosa de San Jerónimo y la caile dé
'[no subirnos la tariía, mante- vSevilla, us!:e(l, hombre de nego-
niiindo el derecho á la pvo|>ina, cios ó de trabajo, á quien el
origen de groserías y de dispu- tiempo apremia, tiene foiv,osa.
tas. Quiso us(^d abaratar el lian, mente que ir codeando, enipi-
y, en realidad, so ha encarecido; jando, tropezando al paseante
porque los panadeíos se han ena- que camina lentamente; á los
morado do la famosa invención amigos ó amigas que han forma-
del kilo do ochocientos gramos, do corro y tertulia en mitad de
con lo que el Sr. Ventosa hizo la acera; á los señoritos qiic, ^
bastante para su exaltación á puestos cp fila, esperan el paso]
ministro. Sin el concurso de lo< de las mujeres para decirles-
propiotarios de las fincas, Madrid unas regocijadas barbaridades;
ostaríaáobscuras, y, en realidad, á las •proxenetas que á todas
lo está todo el extrarradio. La horas hacen cotización de su
epidemia de viruela y la amena- descoco; á los vendedores ambu-
za de la opideraia- de gripe, no lantes que os meten su mercan-
han inspirado más que medidas cía por las narices; al cómico y
transitorias, con las que Madrid al toraro quo esperan al empre-
huele á hospital en lugar de olor sario que Ins contrate, muchas
yciudad limpia. Las callejas in- veces hasta al jiropio guardia
fectas; los caserones donde los nixmÍ3Ípal, que pregona, diíipu-'
vecinos so, hacinan y ios tugu- tando, los fueros de su autori-
rios donde se ahogan: los solares dad... Tanto más, cuanto q^ue-
sin ^•alíar, convertído.s en ester- la acera ya no es del público,
coleros, aun en las caJles mar sino dei cafó y de la csi--ecería,-
céntiioas, aun en la propia ca- que sacan sus mesas ü la callo,'
lle de Alcalá; las ti'bernas y los y de la vei'dn'ería, quo exhibe
vaquerías y las jjanaderías y loa D. FERNANDO I.Ol'EZ MONIS
Diimtailo ñ Corles, que ha BIIIO nniiilinid» direcíor lírnonil do Ensoitnií/.u ios rojos y verdes frutos fuera
lecherías y las pescaderías ins- de la tienda, y del quiosco y del;
taladas on tenduchos pestilen- Fot. Resine
tenderete ambulante... El cen-"
tes, tienen el respeto de los inspectores de Policía urbana y el de tro de Madrid no puede compararse más que con el zoco grande d3;
los concejales y el dB los tenientes de alcalde y él del nlcalde;Nó.se Tánger. Así, no es zotal ni ácido fénico lo quo necesitan lascálles nia-í
jjuede llegar á mayor sanción y consagi-aciónde la incuria madrileña. drileñas, sin o. decencia, gran preventivo contra toda clase de epi-
c - • . , • @> ®
demias. - • .'
Por cierto, que ante la amenaza de la epidemia, que produciría ' m Si . " . ••
en Madrid mayor daño que en Bái-célona, porque en JlatU'id la En cuanto á la plataforma del tranvía, asombra y maravilla
flospoblación sería más rápida y mayor, y a que casi todos los ve- que esos señores madrileñistas que hacen u n a tenaz campaña enj
oinos de Madrid tienen el rincón natal provinciano donde refugiar- favor del abaratamiento de las tarifas tranviarias, y que los con-.
LA PRESIDENCIA DEL BANQUETE EN HONOR DE GALDÓS, CAVIA Y UNAMUNO
CARLOS MICO FELIPE SASSONE MARIANO DE CAVIA PÉREZ GALDÓS UNAMUNO LEOPOLDO ROMEO
Apuntes del nalcirjl por Fresno
6. NUEVO nUNElO 25 Octubre 1915
LA VIUDA DE PRONOSTICO
ERO es cierto que h a iiiUcrl.o el i)übró Cliibáloíe?—-eutrú —]5á ciurf.o. Como siga e.ste l.icnipu. nos vamos á derretii-
P preguntando oii la üficinuí líoclriguez,
ciatlo donde prestaba sus valiosos ser'Ícios miestro rles-
graciado y dulce compañero.
•—'Y que lo diga usted, señora. Ño sabe usted la gente que se
—Ciei'Lísimo — contestó Feniántlez —. Aqiú tengo el muere; sobi-e todo en provincias do scgmido orden.
telegrama que me remito desde íluesca el jefe del nego- —Este immdo es un semillero do males —reiJlicó el auxiliar
temporero, que quería hacer méritos para que le ascendieran—.
Y si bien se considera, lo que debíamos d» ha-cer era morimas to-
Y Fernández, sacando del bolsillo el despacho telegmfico, leyó, dos los que estamos empleados en oficinas del Estado, ¿No le pa-
con voz entrecortada por la emoción, lo sigiiit^nte: rece á usted, señora?
flMadrid-HueRca-5:i5-l.'í-28-S-20. ' ' —Sí, señor. Coii los sueldos mezquinos que tienen ustedes y le
Ferníinde?,.—-Negociado Bauca-Intervenciún Central. Ministe- cara que se ha ])uesto la vida con esto de la guerra, verdaderanien-
rio Hacienda. U es preferible morir- • contestó la viuda.
Katando Chibalete escribiendo niinuta, cayósple anuario dos —¿Cuánto tienipo hace que no recibe iLsted carta de su mari-
cuerpos lleno expedientes sobre cogote, dejándole en el sitio. Bre- d o ? — preguntó Fernández con afectada naturalidad.
paron señora noticia.—Gutiérrez.» -—!Me escribió anteayer, enviándome su retrato y un clarinete,
^¡Vübre Chibalete! — exclamó Eodríguoz tristemente — -. XJn que regala á mi hermano. Jís un marido modelo.
hjnibre t a u biieno y tan limpio. To(lo.s los días, antes de salir del . —Sí, "un hombre excelente.
negociado, se limpiaba las botas con mi pañito que tenía oculto en —Un compañei'o leal,
HU cajón. —Y mi oficial quinto de Hacienda de los más finos y aseados.
•—No somos nadie — se atrevió á decir im auxiliar temporero. —Muellísimas gracia-s por las ausencias que hacen ustedes de
—Bueno, ¿y quién se atreve á comunicar á la señora la triste mi marido —dijo rloña Oviilia, que éste era el nombre que ador-
noticia? — preguntó Rodríguez. naba á la señora de Chibalete.
—Yo, por mi parte, renuncio — eontestó Fernández. —Pero á lo mejoi- estA uno bueno y sano — objetó Fernández—,
—Pues no h.iy niás remedio que prejiarar á la viuda de la me- y sin saber cómo, un accidente fortuito siega la vida do la persona
jor manera po.sible. Usted, señor Fernández, que li-X .sido quien más robiLstíi.
ha recibido el telegrama, es el obligarlu á (íomimicar la triste no- A doña Üvidia no se le alteraba el semblante, ni se sorprendía
ticia. poco ni mucho, Entonce-s, Fernández comenzó á lanzar susiiiros
—Si ustedes no quieren hicerlo, desdo luego que iré yo; pero y á arquear las cejas, á fin de que se alarmase la viuda.
con la condición que vayanios todos juntos. Pero todo fué •inútil, hasta quo el auxiliar temporero le dio la
Y allá fuei-on en comisión, con ánimo de auxiliar á la pobre nuticia,de sopetón.
viuda en su desgracia. —¡Qué desgracia t a n grande, Dios mío! —dijo la viuda, (ia-
Al verles, se alegró muchísimo. ;'<índo desmayada sobre RocU-íguez.
' —¡Tanto gusto en verles por esta liunñlde casa! ¿A qué debo -¡Ea, valor, señora! Son secretos inapelables de la Divina Fro-
el honor de esta vísiia?
—A nada—contestó Fernández—. Pasábamos por aqvií, ^•
hemos dicho; vamos á subir á saludar á la señora de Chi-
balete. procm-aba abrirle la boca con el mango de los zorros. Entre todos
—Muchísimas gracias. la llevaron á la cama, y allí la viuda comenzó á agitarse y á mor-
—Qué calor más horrible hace — siguió diciendo Fernández. der el fleco (lo la colcha.
7. 25 Octubre 19]8 NUEVO nUNCiO
—¡Yo 1116 quiero morir! — gritaba —. ¡Yo, sm mi Protasio, no Pero no hizo más que pasar la vista por lo escrito, y lanzó ua
puedo soportar la existencia! ¡Qué desgraciada soy! grito, levantándose sobresaltados los demás compañeros, acudien-
Aquella noche la pasaron los compañeros del desdichado Clii- do junto á Fernández para enterarse del porqué de aquel
balete prodigaiiíio consuelos á la infeliz esposa y haciéndola oler grito.
diferentes líquidos: unas veces le acercaban á su nariz la botella —iOigan ustedes! ¡Oigan ustedesr — exclamó Fernández, le-
del vinagre, y otras el frasco de la bandolina. yendo.
Ella no cesaba de llorar y de retorcerse. De cuando en cuando «Chibalete vive. Por correo van detalles de lo ocun-ido.—Gu-
cogía ima babucha que había d-jjado olvidada su esposo en la me- tiérrez.»
silla de noche, y la estrechaba contra su seno, lanzando una carca- —Vamos inmediatamente á comunicárselo á su esposa— dijo
jada completamente histérica. Fernández.
Daba pena contemplar aquella escena de frenesí amoroso. Al —Sí, sí; vamos — contestaron todos.
hombre más frío de corazón se le arrugaba el chaleco al oír aquellos Al llegar á casa de doña Ovidia, la infeliz señora les recibió gi-
(amentos desgarradores. moteando.
—Vaya, tome usted algo — le decía Rodríguez —. Así no pue- —¡Pero qué! — exclamó Fernández —, ¿no sabe usted nadaí
de usted estar. ¿Quiero usted que vayamos al cafó inmediato por ¿No ha recibido usted noticias de Huosca?
una chuleta de ternera? ¿Quiere usted mi poco de jamón en dulce, •—Todavía no. Ignoro lo que harán con mi pobre esposo.
un entrecote, unos riñoneitos salteados? —Quizá lo ascenderán — dijo el auxiliar temporero que no
—¡Lo que quiero, es morirme! •— contestaba ella. pensaba más que en los ascensos. '
Al día siguiente tuvieron que abandonar aquella casa, para —¿Poro qué dicen ustedes?
acudirá la oficina, y la infeliz viuda quedó sola, boca abajo encima —Que vamos á darla una buena noticia. Seqúese esas lágrimas
del sofá, con la babucha del dlfimto esposo entre las manos y los y no llore más á su esposo, puesto que éste vivo.
ojos fuera de las órbitas. —¡Vive! — gritó doña Ovidia, apovándoso en el aparador para
—¡Desgraciada esposa! — dijo Rodríguez al salir —. Este golpe no caer al suelo.
va á costarle la vida. —Vive — conte.'5tftron todos llenos de júbilo.
Y todos bajaron la escalera con el corazón traspasado de dolor. Klla les miró sorprendida. Después, dejó caer la cabeza pesada-
No habían hecho más que llegar al Ministerio y sentai-se en nua mente sobre ambas manos y dijo con acento do profunda tristona:
respectivos puestos, cuando penetró en el negociado el ordenanza -¡Caramba! ¡Y yo que había mandado teñir el gabancito de
con un telegrama urgente, dirigido á Fernández. invierno!...
—Será del señor Gutiérrez preguntándome qué hace del pobre
Cliibalete— dijo Fernández mientras que rompía el cierre de! te- Emilio Tabeada
legrama. Dlba.'oa de Toi'sr
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^00»"oOoo<..OcMOOOoo»c.<,ooOO"''0'""'oOo<.oooooooJ''' ''°ooocff° °^°°OooO'"'°oOoo=oO''"OOo=-.ooe<,ooo«<.0'"'°oOooo»ooooo'J°
8. kÚEVÓ ñUNbO 25 Ocfuboe 1913
AL MINISTRO DE FOMENTO
MAESTRAS DE AGRICULTURA
Culocitciúu de ia semilla da rcmulaclia en arcun bumoüecida
N plena guerra y, acaso, estimulada por las tremendas lec- trabajo, realiza toda la curiosa labor mecánica de la Estación.
E ciones que ia guerra está enseñando, Francia so ocupa de Uno de los mayores enemigos de la alfalfa, por ejemplo, ea una
sus establecimientos científicos. No hace muchos días endiablada planta llamada cuzcuta, cuya semilla se mezcla con la
se ha inaugurado en París, un un espléndido palacete de la de alfalfa, hasta el punto de que cuando un plantío se ve invadido,
calle de Cei-vantes, la nueva instalación de la Estación de no hay mejor solución para los labradores que dejar de sembrar
examen de semillas. Era un organismo algo antiguo; se había creaílo en aquel terreno.
en u n modesto laboratorio del Consei-'atorio de Artes y Oficios, y L a Estación de París posee un aparato compuesto de cuatrotami-
había sido irasladado luego á un reducido departamento del Ins- ces superpuestos, á los que un pequeño motor imprime un rápido
tituto Agronómico. Como acontece en España, venía siendo ima movimiento de vaivén. Sobre el primer tamiz, cuyos orificios tienen
sección de las estaciones agronómicas, c^ue los labradores no cono- dos niilírnetros, quedan las arenas y otras impurezas; en el segundo,
cían. Hoy, se le h a dado ima organización autónoma. de orif iciosde milímetro y medio,queda la semilla de alf alfabien gra-
Además, y esto es importante, se le ha colocado en condiciones nada, y á los otros desciende la semilla do cuzcuta, que es más pe-
de que tenga agentes en todos los departamentos y se dirija di- queña. Todavía se hace una segunda selección. Una joven, con una
rectamente á todos los cultivadores que quieran utilizar sus sor- lupa ante los ojos y una espátula en la mano, v a separando la se-
vicios. Desligada la Esla- milla buena de la que parece
ción de examen de semillas de deficiente.
los demás establecimientos La práctica enseña tanto en
agronómicos, adquiere un ca- esta materia, que basta el
rácter más industrial que cien- examen con la lupa para dis-
tífico, revistiendo un aspec- tinguir la presencia de gérme-
to eminentemente práctico. nes do parásitos vegetales ó
La fmición no es más que animales ó de semillas de ma-
una: analizar las semillas que las hierbas. Aun se dispone
han de utilizar los labrado- de otro medio para conocer el
res, conociendo su poder ger- grado de fecundidad: una cá-
minativo y su pureza ó con- mara obsciu-a especial permite
taminación con gérmenes do ver las semillas al trasluz.
enfermedades criptogámicas, Se practica la prueba de la
bien numerosas, como puedo germinación sembrando tres-
comprobarse en cualquier Es- cientos ó cuatrocientos granos
tación de patología vegetal. de cada lote de semillas que
Aparte , la dirección cien- ha de examinarse. General-
tífica, cuya necesidad y cuya mente, esta siembra se hace
importancia no hay por qué simplemente colocando la se-
encarecer, d i j é r a s e q u e todo milla sobre papel filtro ó se-
el trabajo do la E.stación se cante, humedecido permanen-
• reduce á funciones manuales, temente y depositado en estu-
fáciles de aprender y de prac- fas, que durante diez y ocho
ticar. Así, una legión de mu- horas están á 20 grados y du-
jeres, cuyo espíritu minucioso rante seis horas están á 28,
y de intensa atención so Scmlllus tic varias clases, colüirinlas siil)rc jiüiii-l siifaute huiiieiloclUi, para Gstmliar dando á aquel mundo vegetal
presta muy bien para este bu fuerza gi'rmioailora: 1, raK-cran; 2 v 3, tríbol; 4, maíz; 5, r e m o l a d l a
la sensación de que el sol lo
9. S5 Ocfubrc 1913 NUEVO nUNClO
vivifica, proporcionándole «1 p a ñ a se necesita, n o sólo -el
calor y l a h u m e d a d necesarios t r a b a j o de m u c h o s , sino q u e
liara la germinación. este t r a b a j o sea minucioso,
A l g u n a s semillas, c o m o la p a c i e n t e , c a r i ñ o s o , delicado,
d e r e m o l a c h a , necesitan, p a r a u n t r a b a j o q u e sólo p u e d e
g e r m i n a r u n poco d e a r e n a y p r e s t a r la mujer. E n el próxi-
t i e r r a . Con u n molde especial mo p r e s u p u e s t o d e b e vuecen-
se s e ñ a l a n en e s t a t i e r r a , colo- cia croar u n a ó d o s ó c u a t r o
c a d a en u n p l a t o , u n c e n t e n a r E s t a c i o n e s de e x a m e n d e se-
d e o q u e d a d e s , y en c a d a m í a millas, y en c a d a u n a d e ellas
d e ellas se d e p o s i t a u n a semi- debe u s t e d d a r e n t r a d a á diez
lla. D e s p u é s d e e x a m i n a r y do ó quince ó veinte raujercitas
p e s a r l a semilla en b a l a n z a s q u e so enti'cguen á ese t r a b a j o
d e precisión, l a germinación de m i r a r g r a n o p o r g r a n o y
d a l a p r u e b a definitiva, pro- p e s a r g r a n o p o r g r a n o la semi-
cediéndose á la calificación y lla q u e h a de convertirse en
e n t r e g a con l a p l e n a g a r a n t í a p r ó v i d a cosecha. Se crearía asi
del E s t a d o . u n Cuerpo femenino a u x i l i a r
del d e Ingenieros a g r ó n o m o s ,
H a y e n F r a n c i a u n servicio q u e p o d r í a n u t r i r s e con maes-
d e represión de fraudes, que t r a s , d a n d o asi n u e v o h o r i -
persigue aliora e n c a r n i z a d a - z o n t e á la ú n i c a caiTera posi-
m e n t e á los expendedores do ble p a r a las m á s d e las m u j e -
semillas m a l a s ; la E s t a c i ó n de res e s p a ñ o l a s . Y , entonces,
e x a m e n facilita los análisis., d a d o este p r i m e r p a s o , p o d r í a
q u e sil-ven p a r a r e t i r a r del v u e c e n c i a croar en l a G r a n j a
m e r c a d o t o d a s l a s semillas de- do Sevilla y en la G r a n j a do
ficientes. A d e m á s , los p a r - Valencia y a u n en o t r a s , inclu-
t i c u l a r e s , antea de s e m b r a r , so en las c a t a l a n a s , secciones
e n v í a n m u e s t r a s á la E s t a - de .Floricultura, q u e e s t a s
ción; é s t a les i n f o r m a en u n mujeres — i n t e l i g e n t e s como
a m p l i o boletín sobro la p u r e r a e s p a ñ o l a s — l l e v a r í a n á sor-
y la c a l i d a d de su semilla, y le ])rendentes g r a d o s d e perfec-
indica medios p a r a que la ción.
seleccione, si es posible. Cstula con regulador automático do i(>iiipi' ratii>-it pnrn Gütudiar lii [lunzii (^i-ritiitiiL-
dora (lo lab* ficiiiillaH
E s t o h a c e F r a n c i a , en me- Como en l a g a ñ a n í a y e n
d i o d e loa h o r r o r e s d e l a g u e r r a , p a r a a s e g u r a r y m e j o r a r sus la rnasfa y en la b a r r a c a y b a j o el h ó r r e o h a c e f a l t a la m u j e r ,
cosechas. y sin la m u j e r los c a m p o s e n t r i s t e c e n , h a c e falta t a m b i é n , señor
m i n i s t r o - d o Fomento,- en t o d a s las g r a n j a s agrícolas e s p a ñ o l a s .
N u e s t r o labriego n o t i e n e los p r o v e c h o s d e la basse-couf, las g a n a n -
A p r e n d a m o s d e e s t a lección, señor m i n i s t r o d e F o m e n t o : en c i a s del corral, p o r q u e n o h a sido e n c a u z a d o y a d i e s t r a d o el t r a -
E s p a ñ a , lino de los Cuerpos del E s t a d o m á s e m é r i t o s y laboriosos b a j o femenino en el c a m p o . E x a m e n do semillas, floricultura, cuni-
es él de I n g e n i e r o s a g r ó n o m o s . E n l a s g r a n j a s agrícolas so p r e s t a c u l t u r a , a v i c u l t v u ' a y economía d o m é s t i c a r u r a l , son g r a n d e s fuen-
á los agricultores c u a n t o el s a b e r de los h o m b r e s p u e d o d a r ; pero t e s de r i q u e z a n a c i o n a l q u e l a m u j e r m a e s t r a debo e n s e ñ a r en l a s
esfcas g r a n j a s carecen de m a t e r i a l a p r o p i a d o , de i n s t a l a c i o n e s como g r a n j a s agrícolas á la m u j e r c a m p e s i n a , y á las n i ñ a s de'las escuelas
é s t a de la E s t a c i ó n de e x a m e n de semillas q u e se h a i n a u g u r a d o en l a s aldeas y en los b a r r i o s rm-ales.. N o desdeñe el Sr. C a m b ó e s t a
r e c i e n t e m e n t e en P a r í s . i n i c i a t i v a por q u e l a e x p o n g a u n foUculario.
Se c a r e c e e n ellas, a d e m á s , d e p e r s o n a l a d e c u a d o y p r e p a -
r a d o . P a r a e x a m i n a r las semillas q u e h a n do s e m b r a r s e e n t o d a E s - Aartfn Ávila
Selección y limpieza do somlUaa FótaJBoyep. . Estutft dostlüfiilB A la gcrmlDaeltai de las icmlllos de rcmolacjia
10. NUEVO n U N b O
23 Ocfubrc 1913
LA LÍRICA ESPAÑOLA EN LA ÉPOCA MODERNISTA
<1SS8-I90r)
XI c u a n d o en c u a n d o , sus p e n a s on copla*
t a n o b j e t i v a s y del c o m ú n sentir co-
m o l a s q u e r e c u e r d a ella q u e se can-
E
L a ñ o de 1900 d i é r o n s o ú conocer
como lü'icoa F é l i x Ciiquerella y J a - t a n p o r su t i e r r a a n d a l u z a ; y e n ellas,
vier Valcarce. E l p r i m e r o , do Avi- c o m o e n l a s p o p u l a r e s , v a c i a su h o n -
les, p o e t a n a d a m o d e r n i s t a , d e t o n o ele- d o s e n t i r p r o p i o p o r m a n e r a t a n ve-
giaco y doliente, sin d e s c o r a z o n a m i e n t o , l a d a , q u e diJGra!=o m á s b i e n ser el sen-
c a n t ó con corrección, n o b l e estilo y sin- t i r u n i v e r s a l de l a r a z a . E l t o n o p o -
cero s e n t i r el a m o r melancólico, l a pa- p u l a r p a r é c e s e b i e n claro en lo escue-
t r i a , l a s p e n a s do la v i d a , a u n q u e n o bri- t o , n a t u r a l y sobrio do l a forma, en lo
lla por la. originalidad d e p e n s a m i e n t o s e n t i d o del fondo y h a s t a en l a senci-
n i vuelos e x t r a o r d i n a r i o s de l a fanta- llez del r i t m o , q u e á veces dijérase
sía. p o c o a p r e t a d o , s u e l t o a l desgaire: t o d o
E l segundo, gallego d e n a c i m i e n t o , lo c u a l enaltece s o b r e m a n e r a á l a poe-
publicó Floresde espino, Romaficero pro- t i s a p o p u l a r . L a m a y o r p a r t e de sus
saico y Poemas de la prosa. Creo q u e aca- versos son dolientes y d e s e n g a ñ a d o s ,
b a n d e hacerle a c a d é m i c o , n o sé p o r q u é ; como los del p u e b l o a n d a l u z , y á vecet.
p e r o , s i n d u d a , sus versos son mejores atina por t a n acabada manera, que
q u e los do otros a c a d é m i c o s , sin ser t a n parecen cantares realmente popula-
b u e n o s como los de los p o e t a s q u e no res.
e n t r a r o n en la A c a d e m i a . R a m ó n d e Godoy y S a l a , coruñés,
E s t r e n ó Casilda de A n t ó n d e l . Olmet, fué o t r o de los p o e t a s de segundo or-
e n 1901, l a c o m e d i a fín conciencia. N o d e n q u e se d i o á conocer e n 1901 c o n
i b a á a p l a u d i r l a u n público t a u r i n o , su- sus Aspiraciones, p o e m a s . N a c i d o en
perficial y b a s t o . Desalentóse l a sensible 1867, falleció el a ñ o p a s a d o . Dejó jireí^-
e s c r i t o r a y olvidóse p a r a siempre del t o l a lírica y se dio al t e a t r o , a u n q u e
t e a t r o . H a s t a 1917 n o publicó n a d a . El su t e a t r o es n o poco lírico y b a s t a n t e
Cancionero de nú tierra, q u e salió el a ñ o r o m á n t i c o . Todos conocen en H a d r i d
p a s a d o , a d m i r ó á los q u e s a b e n g u s t a r la La tizona, d r a m a e n q u e colaboró L ó -
poesía del pueblo. pez AJarcón, d e floja c o n t e x t u r a dra-
N o conocía y o á l a a u t o r a , a u n q u e el m á t i c a y p l a g a d o d e cosas inverosí-
apellido fuera el m i s m o d e dos ilustres es- miles.
critores, q u e r e s u l t a r o n ser s u s h e r m a - También hizo algunas obras teatrales
nos. Los t r e s son hijos d e D . F e r n a n d o FEUX CUQUERELLA el p o e t a m u r c i a n o P e d r o J a r a Carrillo,
d e A n t ó n , q u e , a d e m á s d e o b r a s socio- laureado en muchos certámenes, como
lógicas, p u b l i c ó e n H u e l v a , el a ñ o 1870, Flores del •pensamiento. e n el d e M u r c i a e n 1907. Tiene c o m p u e s t o s herniosos sonetos y
Algo de e x t r a ñ o se m e a n t o j a b a á m í el h e c h o d e q u e u n a poe- Siemprevivas (1901), Gérmenes (1903), i ' í libro de las canciones
t i s a sólo huljiese p u b l i c a d o , y diez y seis a ñ o s después d e e s t r e n a r (1910), Besos del sol (1912), etc.
BU ú n i c a c o m e d i a , u n l i b r o d e poesías, y de poesías t a n p o p u l a r e s E l m i s m o a ñ o de 1901 publicó Canciones juveniles el p o e t a b i e n
y d e t a n subidos q u i l a t e s . P o r q u e l a s niiijereB, c u a n d o sólo h a c e n sentido y p r o s i s t a n a t u r a l , castizo y a m e n o , siempre a g r a d a b l e y
vcitios, y son p o e t i s a s do v e r d a d , suelen ser c a n t o r a s d e sus í n t i m o s q u e r e t r a t a la r e a l i d a d .bien c o n d o n s a d a , J o s é Ortiz de P i n e d o ,
s e n t i m i e n t o s , como R o s a l í a de Castro on Galicia, Nieves X e n e s en n a t u r a l d e J a é n . P u b l i c ó o t r o s c u a t r o libros d e versos y v a r i o s de
C u b a y E u g e n i a V a z F e r r e i r a e n el U r u g u a y , p a r a n o c i t a r m á s q u e p r o s a , y estrenó e n 1909 l a c o m e d i a Las jeas.
¡•^á l a s ¿res mejores q u e h a n escrito estos ú l t i m o s t i e m p o s en l e n g u a T r a s estos p o e t a s , n a d a m o d e r n i s t a s , llega el a ñ o 1902, en q u e
castellana. publicó Emilio Can-ére Romániicm. Segundó en 1909 con los poe-
L a s t r e s escribieron d e s a h o g a n d o sus p e n a s , y sus p e n a s diríuse m a s El caballero de la muerte; luego. Del amor, del dolor y del mis-
q u e quiere d e s a h o g a r Casilda A n t ó n del Olmet; p e r o por u n m e d i o terio, en 1915. P e r o se p a s ó al c a m p o novelesco, n o sin seguir
t a n i n d i r e c t o y e x t r a ñ o como es h a c i e n d o c o p l a s p o p u l a r e s , y en las m o d a s líricas en composiciones s u e l t a s , q u e p u b l i c a en re-
u n solo liijrito d e 142 p á g i n a s . vistas. •
E l caso m e dio q u e p e n s a r , y n o carece, e f e c t i v a m e n t e , de mis- Tiene Carrére privilegiado ingenio p a r a s a b e r s e i n s p i r a r en las
terio, y el m i s t e r i o se encierra en a q u e l l a su copla: o b r a s do los m a e s t r o s , t o m á n d o l e s asimtos, m a c e r a s y h a s t a ex-
presiones; y e n d o , p o r consi-
«Madre d o m i a l m a , g u i e n t e , á l a z a g a de ellos, b i e a
y o n o quiero m á s q u e t u c a r i ñ o , q u e componiendo b u e n a s misce- '
que es el q u e n o engaña.» lánoas jiropias. E n l a lírica si- í
guió á los m o d e r n i s t a s , con de- ;
N o q u e h a y a sufrido desenga- jos añejos t o d a v í a y cierto h u - i
ños amorosoa como la Avellane- morismo primero; después, m á s
da; diríase m á s b i e n Casilda in- conforme á l a m o d a q u e i b a y a :
sensible al amor. p a s a n d o . Slenudea, p u e s , t a n t o
«Sé q u e m á s do u n h o m b r e ideascomofrasesy palabrasma- <
de e x q u i s i t o gusto suspiró por m d a s , q u e h a n p e r d i d o su lustra
ella (nos dice N o v o y Colson, p o r el c o n t i n u o r o c e y n o d a n
en el prólogo del libro), y q u e o t r a i r a p r e s i ó n q u e l a del recuer-
u n caballeroso v a t e p o r t u g u é s d o d e h a b e r s e y a oído, c u a l eco
le d e d i c ó t r e i n t a sonetos, co- q u e retiño do v i e j a cantilena.
leccionados en lui l i b r o con el Como novelista, p i n t a el h a m -
t í t u l o d e Flores de Outomno p a mad,rütíña y regodéase en es-
sin q u e l o g r a r a el ambiciona-'' c e n a s d e l u p a n a r con t o d o el rea-
d o premio.» D u d a el m i s m o pro- lismo d o l a v i a j a p i c a r e s o a e s i > a -
loguista d o l a sensibilidad ñola, axmque sin p i z c a do aque-
a m o r o s a d e Casilda, y con r a - lla h o n e s t i d a d , d e aquella p a -
zón duda. ciencia estoica y h a s t a alegría
E s t a sensible p o e t i s a sacri- s a n a , t a n d e a l a b a r e n los anti-
ficó BUS mejores a ñ o s dedican- guos. E l estilo, suelto y v i b r a n t e ;
dolos á c u i d a r á l a m a d r e en- el h a b l a , l a p r o p i a d e t a l g e n t u -
za. T o d o es t r i s t e y a m a r g o e n
ferma, y c u a n d o é s t a falleció, e s t a s no^'^elas, en q u e el a u t o r l i a
fué t a n h o n d o BU dolor y so- ido á recoger l a s heces de l a so-
ledad, qoie el l l a n t o n o i n t e - ciedad. m a d r i l e ñ a en l a s cloacas
r r u m p i d o le p o s t r ó l a v i s t a y d e figones, sotabajicos, g u a r d i -
dejó en sus ojos a u n n o b o - llas, lupanai'es y hospitales. Su
r r a d a s huellas. E l r e c u e r d o del recio pincel p i n t a á m a r a v i l l a e s .
a m o r filial a l i m e n t a s u espíri- t a s cosas, q u e no dejan d e a g r á .
t u . L a flaqueza d e l a v i s t a n o d a r á algunos lectores,
le p e r m i t o ni a u n leor. E n con- Fot. Alfonso Julio Cejador
t i n u a soledad desahoga, d e JAVIER TALCABCE
11. as Ocíubce 19Í8 NUEVO nüNbO
PROLOGO DE INVIERNO
A (lió el estío los puíítrcros usturtoren do su agonía. No brí- Preocupaciones del medio ambiente, que tengo para mi que es vei'-
Y lliirá el sol con aquella pujanza de nhoi-apoco, .sitímlo tor-
mento de los uuci-yjos y gala d'' latien-a; niuésti'ase hu-
mikle y como medroso de la (irudeza que le salo al paso»-
que tal suelo sor el acabamiento de los grandes tiranos.
El encanto de los jai'dines y de los huertos vrt-se tornando en
tristeza y desamparo que deja en el ánimo profundas huellas ile
ilad mu; notable aquello de quo
nares del invierno.
'íTodo es según el color
de! cri.stal con que se mira.»
También la vida farandulera ocupa su puesto en estos preHmi-
melancolía, porqno recuerda la vida joven que se va. • Hasta ahor'a esparcióse por toda España, dejando á Madr'id sin
las salpicaduras de alegi'ia, y en llegando este tiempo, recógese á
Es, como si rUjéramos, el anochecer del año. su cuartel.
Cadalioja amarillenta y mustia que eae al pie del árbol, parece Dentro de tm mes, correrá Votí Juan Tenorio en carrera triun-
que 'd<^ja luia pena en el corazón, poi'que ni .siquici'a nos trae á la fal y se refocilarán con las audaces aventuras (ya un poco inocen-
memoria el consuelo de que, tornando á brillar con su majestad tes al través de los días) las niñas románticas y los horterillas cala-
acostumbrada el imperio del Sol, retoñara de nuevo el tronco con vera?, mientras comen castañas y buñueloFí de viento...
Ift belleza y pujanza de todos las pr¡ma^•oras. Ya gu3ta el sol á las tres do la tarde y so huye de la sombra.
Cuando se ve morir, nadie se acuerda de la vida; se piensa úni- Recoletos queda desierto, y se va llenando (lo ancianos y niñas
camente en la tragedia del niomento, y huyea como fmgiles nubes anémicas la explanada de Atocha, hasta las tapias del Retiro.
los bellos sueños de color do vosa.
Lo que sí parece, es que este ambiente otoñal presta más reco- Primero son disculpa, para recorrer aquellos lugares, la parodia
gimiento al espíritu, porque á él acude pujante toda la íiensibilidad do feria que en honor de San Mateo celébrase á toflo lo largo del
sin dar ocasión para espíucirla cu la alegría del cielo y en el bien- Jardín Botánico; pero, en realidad, no es sino el calor quo se huye
estar de la Tierra. de IMadrid por las alturas del cerrillo do San Blas.
® íf.
]Jesaparecen los trajes de telas ligeras y comieiizan á salir los También esto tlel mercado d i libfos viejos tiene para mí mucho"
abrigos. del invierno, y me iiarece muy bien el que se ce'ebre por ahora,
i")e aquí á muy poco, triunfarán, francamente, en las nmjeres porque son hojas caídas...
el terciopelo y en los hombres los paños de.Segovia y Béjar, y eso Y qué emoción tan grata suele ofrecer un libro viejo...
que el triunfo de la capa, á pesar de los esfueraos hechos el año an- Se presta á t a n t a s divagaciones el volver y revolver sus folios...
terior, no fué muy definitivo. ' . ¿Qué manos serian las primeras que loa hojearan?
Y-o bien me holgara de que hubiese tenido más fortuna; pero en Si el libro es de aquellas novelas furibundamente vománticaa,
esta odad prosaica poco apegada al verso, manfla la comodidad sin duda que las manos exploradoras liubieron de ser femeniles...
sobre la tradición. ¡Qué hemos de hacerle! Y qué de sensaciones pasarían por ellas, hasta posarse en el corazón.
A punta de noche, ya salen por las calles, cünio heralilos del Hartas veces se haíla ma flor disecada hacia la mitad del vo-
invierno, las castañesas'y los vendedores de patatas asadas. lumen. Y aquí sí que s o p a r a el pensamiento y comienza luego
Su vocear monótono parece impregnado de tristeza, asi como á ' m a r c h a r lentamente con una deleitosa melancolía, que se v a
en m-nna^era y verano antójaseuos con la alegría de un pasacalle agrandando, agrandando, como los crepúsculos de Octubre y Nn-
de Chtteca, el pregón de las lilas de la Casa de Campo y las moras viembre, que comienzan en las más bellas hornsde la tarde...
de zai'za.
¿Será esto, más que una verdad grande, una ilusión niña? Dibujo de Verdugo Landi bíego San Jos«
12. NCJEVO n ü N b O 25 Ocfiibre 1918
E L T E A T R O D E LA. V I D A
LAS GUERRAS DE LOS ESTADOS UI^IDOS
zORÍN h a escrito que los Estados Unidos han llegado á ser ses, sudafricanos. La guerra de la independencia es larga y
A la primera potencia militar del mundo. Mi opinión está
muy próxima á la suya, siempre que demos á la palabra
potencia un sentido mixto de presente y por'enir, de rea-
lización y de posibilidad. Actualmente, el ejército norte-
americano no es más fuerte que el de Francia ó el de Inglaterra,
aunque su potencialidad crece de día en día. SÍ la guerra se ])rolon-
difícil. Se pe'ea en inmensos territorios con efeetivos reduci-
dos. Los Estados Unidos no tienen consolidada aún su situación;
no liay unidad de miras, falta e' espíritu militar. Sin embargo, el
ejército americano se va formando poco á poco; las derrotas no le
desalientan. Tiene en AVáshington un caudillo .capan y lleno do
corj.stancia. Antes d é l a expedición francesa de" líochambeau, que
gase el plazo j a breve que se necesita para el completo aplasta- han venido á pagar los nietos de Ibs soldados de la independencia,
miento de Alemania, los Estados Unidos llegarían á ser de hecho éstos habían hecho capitular al general'inglés Biu-goyne en Sa-
la primera potencia militar del mundo. Sus fuerzas bélicas tienen ratoga.
vina potencialidad indefinida de crecimiento de masa y de eficacia. Surge después Ta breve guerra de 1812 con Inglaterra. Los ame-
Por eso, considerando lo presento y lo porvenir, lo realizado y lo ricanos la afrontan para defender ÍX libertad de su comercio. Sufren
que se está haciendo cada día, se puede ya sostener que esta gran reveses importantes. Los soldados británicos'entran en AVásbington,
nación pacífica del Nuevo Mundo ha llegado á ser el primer poder pero los Estados Unidos acreditan mía vez más su vigor guerrero.
militar del mundo. En el mar, llegan sus corsarios hasta Europa y su joven marina
E n España soi-prende este aspecto de los Estados Unidos. De- bate en encuentros aislados á los buques de la veterana marina in-
pende ello de la general ignorancia, de cierta común miopía que no glesa, ya la pri'nera del nnmdo.
ve más allá do los hechos inmediatos ni distingue sino lo más ma.- La guerra de Méjico de 1848 proporciona á los yanquis, á pesar
terial dé sus apariencias. No se habla ya, á projiósito délos Estados de la valentía de los mejicanos, un triunfo completo y rápido, lo-
Unidos, como se hablaba en vísperas de la guerra de 1898; no son grado con cortos efectivos, debido, sobre todo, á la Huperiorídod de
y a el pueblo de mercachifles, incapaz do virtudes militares, ú quien la técnica.
ui'io do nuestros caudillos proponía invadir con 2.5 ó HO.OOO hombres. Y litiga la gran guerra norteamericana, la guerra civil entre el
Poro todavía, aim después del ejemplo de Inglaterra, que ha te- Norte y el Siu-, la guerra de Secesión. Esta giierra pone sóbrelas
nido que improvi-sar diu-ante la guerra sus espléndidos ejércitos, armas á los mayores ejércitos moikirnos que se han conocido hasta
sorprende que los sammies puedan alternar tan bien eono lo haceii la paz armada de Enropa, Supera en efectivos á la guerra franco-
con los soldados aguen-idos de la viej a Europa, de las naciones mi- prusiana de 1870-71. VA Norte llega á movilizar 2.(.Í0Ü.ÜU0 hombres;
litai'es y militaristas. el Sur, 1.100.000. Las invenciones bélicas son sorprenflentes; las
.;: a 'lí batallas son largas y encarnizadísimas. El balfmce final de la gue-
rra i-egistra medio millón de muertos. Atendida la población que
Una ojeada á la historia de los Estados Unidos nos mostrara entonces tenían los Estados Unidos, los efectivos exceden de los
cómo la capacidad guerrera del pueblo norteamericano no es un mayores esfuerzos idealizados por las naciones de Ein-opa liasía
milagro de últim;',. hora, un liecho inesperado qiie carezca de ante- llegar á la guerra actual. Asombra que eí j'ecuerdo de la guerra de
cedentes. Antes de ahora, los Estados Unidos han demostrado que Secesión, que no es un recuerdo lejano (l3(il-6.'5), no liaya bastado
^E^bían guerreor. • para disipar todas las dudas sobre la capacidad militar ile los
• La primera giieiTa de losEstados Unidos fué anterior á su inde- Estados L^nidos.
pendencia. En la lucha entre franceses é ingleses-en el Canadá, en La guerra de 18Í18 no necesitamos recordarla. Fijémonos sólo
la' segunda mitad del siglo xviir, en vísperas de la indeiiendencia en que, siendo tan breve y tan desigual, mo.stró el espíritu de ini-
americana, la mitad de los soldados qiie pelean contra el heroico ciativa de los norteamericanos. La hazaña de Hob.son en Santiago,
Málcolm pertenecen á las milicias americanas. E n esta guerra hace ha sido repetida por los japoneses en l^ierlo Ai-turo y por los ir¡gle-
SU' aprendizaje militar Washington bajo la bandera inglesa. ses en Zeebruge y Ostende. El embotellamiento, que ha entra<lo
E l espíritu que en la técnica na-
anima á los co- val del ataque á
lonos, no es só- los puertos, es de
lo un e s p í r i- origen nortea-
TRIUNFO DE UN ARTISTA tu de Icalismo mericano. UN L I B R O NOTABLE
liacia Inglate- Sí; los Estados
rra, es también Unidos pueden
u n espíritu de ser cuando quie-
independencia. ran la primera
Echando á los potencia militar
franceses del Ca- del nuuido; han
nadá, piensan empezado á ser-
aseguraran libre lo. No temamos,
desarrollo. sin embargo,
Años después que tras el des-
surge la guerra plome del niiíi-
de la Indepen- tarismo alemán
(lencia por im se levante e n
error de la po- América im nue-
U t i c a colonial vo militarismc
inglesa,"de laan- Los E s t a d o s
(iguajjulíticade Unidos no se-
que InglateiTa rán nxmca mili-
supo ciu'arse, y taristas. Se opo-
á la cual' h a se- nen á ello a u
guido la amplia carácter, sucon-
y liberal política cepción d e l a
<pie ha creado vida, Su r é g i -
las nuevas repú- ] u e n político,
blicas inglesas l a s orientacio-
(repúblicas mas nes de Su eultu-
quocolonias.In- r a. Asistimos,
glaterras nu&vas además, al fi-
d e Ultramar) nal de una gue-
que han dado rra que asegLÍ-
por impulso li- ra im largo ¡ov-
bre y voluntario venir de paz á
tantos y t a n la Hmnanidad,
magníficos sol- de ima guerra
dados á los ejér- en que los victo-
JOSÉ JilíU.lIE.10 citos imperiales riosos son los AUGUSTO MARTÍNEZ
IliiHtru pintor, <IIH< ha gauudo OH rcüldísiiiin opOKÍ- brÍtáriÍGo.s, au- pueblos civiles, OLMlíDILLA
ch'm la plaza lie pnili'ijor tio dibujo arfistlcii ou In zacs (oeozelan- las democraíüas. Ilustro Uferato, mitor »!« lu iiovida "El espo]tíiiiin
Bscuein d§ Artux y orii^hiN do Madrid fléses), aTistra- du lii 1,'lorlii". {|iii' iti'tilia de jiiiliIlcarHe
Fot. Iruela lianos.canadien- Fot. Alfonso
flndrcnio