Tarea APE Nro. 1 INFORME GRUPAL CONSULTA Y PRESENTACIÓN FINANZAS.pdf
BREXIT: PRORROGA Y DILEMAS.
1. BREXIT: PRÓRROGA Y DILEMAS.
Manfred Nolte
Los sucesos se amontonan en la otra orilla del Canal con tal celeridad, que las
noticias se vuelven obsoletas apenas a las horas de haberse producido,
imposibilitando prácticamente otorgarles contexto y sentido. Al polvorín Brexit
solo le faltaba la intervención del presidente del Parlamento británico John
Bercow descartando una tercera votación sobre la propuesta de la primera
ministra sin que la misma contuviese modificaciones sustanciales de las
anteriores. La penúltima salida clausurada.
.
Del desconcierto al dedo acusador. Las criticas se amontonan. Martin Wolf, el
reputado redactor económico del Financial Times advierte que, aunque David
Cameron haya sido el primer ministro más nefasto de la Historia del Reino
Unido, por haber arrastrado a la población británica a un referéndum
innecesario, la actual dignataria Theresa May puede no irle a la zaga y convertirse
en una seria rival para el título de gestor más funesto. De hecho, la Señora May,
conscientemente o no, está jugando cada vez con más números al sorteo de un
Brexit duro, de una ruptura sin acuerdo con la Unión Europea.
La estrategia de Theresa May nos recuerda a la Sibila de Cuma, uno de los mitos
de la antigua Grecia. En cierta ocasión, la Sibila pidió audiencia al rey Tarquinio
el Soberbio ofreciéndole nueve manuscritos proféticos a un precio exorbitante.
Tarquino declinó la compra en la convicción de conseguirlos a un precio más bajo,
en respuesta a lo cual la Sibila quemó tres de los manuscritos. Seguidamente le
ofreció los seis restantes a igual precio y Tarquino volvió a negarse a la compra.
Sibila quemó tres manuscritos más, ante lo cual el Rey se apresuró a adquirir los
tres restantes, pero pagando el precio inicial solicitado para los nueve.
En efecto, la primera dignataria política se obstina en una táctica que puede
resumirse en ‘mi acuerdo o el caos’, presentando una y otra vez una propuesta
2. que la mayoría de un parlamento inusitadamente fragmentado aborrece, incapaz
de alumbrar una oferta que suscite la aprobación de una mayoría. Tal vez la Sibila
británica se vea obligada a quemar sus tres últimos manuscritos en una tercera
votación, cuyo resultado negativo llevaría el Brexit a un callejón sin salida.
Aunque no lo hará si no hay apoyos suficientes, como ha adelantado a todos los
parlamentarios. No hay mas códices ni manuscritos. No existen en esta
desafortunada carrera pasillos diáfanos. Ni siquiera si el Parlamento asume
directamente la responsabilidad de la salida.
Los máximos responsables de la CBI (Confederación de Industrias Británicas) y
de TUC (Coordinadora sindical) consideran que la situación en las islas es de
“emergencia nacional” y nadie sabe a ciencia cierta qué relación tendrá el Reino
Unido en pocas semanas con la economía global. Las Instituciones políticas están
sumergidas en el caos, el Gobierno roto, el partido conservador en guerra abierta,
la oposición sumida en el inmovilismo, el Parlamento colapsado y los miembros
de la Cámara de los Comunes alertados de viajar en grupos para evitar ataques de
partidarios airados del ‘leave’. Por su parte, el ministerio de defensa activa un
plan militar en prevención de una salida sin acuerdo.
Todo lo cual ha derivado en la petición a Bruselas de una corta extensión de la
fecha de salida, matizando que no se planteará una prórroga larga mientras ella
sea Primera dignataria británica. La respuesta de los 28 ha sido categórica
después de una tensa sesión de debates entre las delegaciones y la representación
británica: Se descarta la fecha inicial del salida del 29 de marzo; si los comunes
aprueban el acuerdo negociado a lo largo de la presente semana, la fecha se
traslada al 22 de mayo, víspera de la campaña para la elecciones al Parlamento
europeo; en caso contrario el límite se establece en el 12 de abril, antes del cual
Londres está obligada a presentar un plan definitivo -en el que cabe una prórroga
larga- y comunicar su postura en relación a la participación en las referidas
votaciones europeas. Si el planteamiento de Westminster resulta convincente el
Consejo de Europa daría luz verde a la nueva fecha. En caso contrario la farsa se
tornaría tragedia. Donald Tusk ha resumido las opciones existentes: “El gobierno
del Reino Unido tiene en su mano la posibilidad de un acuerdo, la salida sin
acuerdo, una extensión larga o la revocación del artículo 50”.
Los líderes europeos no disimulan su hartazgo frente a la penosa actitud
británica. Los intereses económicos son ya prácticamente el único freno a un
portazo airado. Pero los potenciales estragos económicos para terceros están ahí
y no pueden menospreciarse. Tan solo hace unos días el Banco de España ha
reconocido que un Brexit sin acuerdo supondría una pérdida de hasta 0,82
puntos porcentuales de PIB de la economía española durante cinco años, a un
ritmo de entre una y dos décimas al año, equivalentes a 9.000 millones de euros.
Pero queda, además, bien alta y clara la enseñanza política. El caos y la confusión
que se está viviendo en Gran Bretaña y que salpica al resto de la Unión Europea
son producto del desmontaje y destrucción de unas proposiciones falaces
realizadas durante la campaña del Brexit de 2016 según las cuales el proceso sería
rápido, simple, carecería de consecuencias económicas o políticas y en definitiva
sería beneficioso para todos en todos los ámbitos y circunstancias. El resultado
hoy de aquel referéndum revela contrariamente que aquellas promesas no fueron
sino mentiras o fantasías.
3. Así lo entiende también el Lehendakari Iñigo Urkullu quien apunta al mal
ejemplo británico para escenificar lo que serían desconexiones de determinadas
administraciones autonómicas del todo de España, aprovechando igualmente la
ocasión para cuestionar la oportunidad de los referéndums.
Las enseñanzas están ahí. La farsa Brexit camina hacia la tragedia.