Este documento contiene las preguntas y respuestas de una entrevista realizada por una periodista de El Mundo a un fotógrafo. El fotógrafo discute cómo su formación como arquitecto influye en su estilo fotográfico, especialmente a través de su enfoque en la luz, la simetría y la profundidad. También habla sobre su pasión por capturar la belleza de la ciudad a través de los rostros y las historias de las personas mayores que encuentra en las calles. Finalmente, comenta sobre su trayector
2. Éstas son las preguntas, y mis respuestas, que me envío Victoria Garrido, periodista de
EL MUNDO, con las que elaboró el artículo que publicó en METRÓPOLI, revista cultural
del periódico EL MUNDO el 27 de abril de 2017. Podéis leer el artículo, pinchando en el
siguiente enlace:
http://metropoli.elmundo.es/arte/2017/04/26/58ffe518268e3e020e8b458a.html
1. Como arquitecto, aseguras que la arquitectura debe crear espacios bellos y
emocionantes. ¿Consideras que el objetivo de la fotografía también es emocionar y crear
belleza?
Sí, sin duda. De hecho, para mí, arquitectura y fotografía están íntimamente relacionadas.
Tienen muchas cosas en común. Ambas incorporan el espacio, la luz, las proporciones, la
composición, el equilibrio entre lleno y vacío y, muy importante, el factor humano como
elementos básicos de las mismas. La fotografía que a mí me gusta, y la que trato de
hacer, es la que emociona, la que despierta sentimientos en el espectador que la
contempla. Una fotografía no es bella sólo porque tenga los elementos justos, bien
compuestos, guste, etc, sino porque despierta emociones, porque estimula la
imaginación, porque hace pensar.
2. La luz tiene un papel fundamental en la arquitectura. ¿Qué papel juega en tus
fotografías?
La luz es fotografía y vice versa. Para mí es un elemento muy importante, aunque no
siempre fundamental. Cuando fotografío la ciudad reflejada, es importante, puesto que un
buen reflejo se consigue cuando la imagen reflejada está iluminada por el sol, y se refleja
sobre una superficie en sombra. Cuando hago “fotografía de calle”, procuro siempre que
los personajes estén bien iluminados por el sol. Pero si no lo están, no dejo por ello de
hacer la foto, puesto que en este tipo de fotografía, lo que busco es un rostro, una
expresión, un gesto. Una fotografía, en condiciones de niebla, lluvia o cielo nublado puede
ser muy interesante también.
3. ¿Crees que tu formación como arquitecto influye en tu manera de ver la ciudad como,
por ejemplo, tu afición por los reflejos o los ejes de simetría?
Sin duda. De hecho, suelen decirme con frecuencia que se nota que detrás de mis fotos
hay un arquitecto, lo cual me halaga. Me gusta buscar profundidad en mis fotos,
perspectivas, fotografiar calles estrechas. Tengo la fortuna de vivir en el Barrio de Las
Letras, en pleno centro de Madrid. Aquí las calles son como cuchillos que cortan la trama
densa que forman los edificios. Estos cuchillos se convierten, a determinadas horas del
día, en auténticos cuchillos de luz que ilumina partes de calles en sombra.
Todas mis fotografías tiene lugar al exterior, son espontáneas, no las preparo. Encuentro
muy interesante observar el mundo, la ciudad, sus calles y sus gentes en los reflejos que
nos rodean por todas partes. Es una forma diferente de ver el mundo respecto de cómo lo
vemos habitualmente con nuestros ojos. Cuando le damos la vuelta a un reflejo en un
charco, entramos en una nueva dimensión, el suelo se convierte en cielo, las cosas y
3. personas recobran su posición vertical, pero de una manera irreal. Yo los encuentro
bellísimos. Es lo que a mí me gusta llamar “mi mundo de los sueños, el mundo al revés”.
Los ejes de simetría de los que hablas nacieron de una manera espontánea, cuando se
me ocurrió apoyar mi teléfono móvil en el vidrio de la fachada de un edificio, y permitir que
la imagen real y la imagen reflejada queden a ambos lados de un hipotético eje de
simetría situado en el centro de la imagen, y confundan al espectador., que a menudo se
pregunta cuál es la imagen real, y cuál la reflejada.
4. Sueles hacer muchos planos cortos. ¿Compartes la afirmación de Capa sobre que "si
una foto no es buena es porque no te acercaste demasiado”?
Cuando hago “fotografía de calle”, hago planos cortos y muy cortos. Yo me defino como
“fotógrafo móvil”, es decir, capturo y edito exclusivamente con un dispositivo móvil. La
captura de personas, rostros y gestos con un teléfono móvil obliga, debido a su lente, a
aproximarse mucho. Con un teléfono móvil no existe tele ni zoom (existe, pero no es
aconsejable usarlo porque pixeliza mucho la imagen). Por esta razón, debo estar muy
próximo a la persona que fotografío, normalmente una distancia menor al metro, metro y
medio. Debo reconocer, por otra parte, que disparar desde tan cerca conlleva cierto
riesgo, riesgo que, en mí, produce emoción y excitación.
5. Además, muchos de los personajes a los que retratas tienen una edad avanzada. ¿Son
sus rostros los que más historias cuentan?
Me alegra muchísimo que me hagas esta pregunta. A menudo me preguntan porqué
fotografío principalmente gente mayor. Algunos han llegado, incluso, a acusarme de falta
de sensibilidad y respeto, o de hacerlo porque son “presa” fácil de mi cámara. Nada más
lejos de la realidad, siento una profunda admiración y respeto por las personas mayores.
Sus rostros, sus arrugas, sus andares cansino son un reflejo de sabiduría, de los años
vividos. Es mucho más fácil leer en el rostro de una persona mayor su vida, su estado
anímico, su salud, que en una persona más joven.
Como ya he comentado, tengo la fortuna de vivir en pleno centro de Madrid, en la que
viven muchas personas mayores, las cuales salen a la calle diariamente, con sus
bastones, sus muletas, con su paso lento. Yo me detengo y les fotografío tal cual son.
Luego comparto esas fotos de gente mayor anónima con el máximo respeto. Los rostros
de las personas mayores cuentan siempre una historia. Yo quiero que, cuando sea mayor,
alguien me fotografíe con el cariño con el que yo les fotografío a ellos.
6. ¿Qué aporta la calle como escenario a un fotógrafo?
Todo. Sin ánimo de despreciar otro tipo de fotografía, a mí no me interesa tanto la
fotografía de estudio, la fotografía pensada y preparada. La calle lo es todo para un
"fotógrafo de calle", lo es todo para mí. Allí es donde ocurren miles de historias
diariamente. Historias que son momentos únicos e irrepetible. Historias que, como no
seas los suficientemente rápido para capturar, no se volverán a repetir y se perderán en el
olvido. Mira que yo camino siempre por las mismas calles. Pues bien, siempre encuentro
nuevas historias que fotografiar. Unas veces lo consigo, otras no. La calle, para mí y para
cualquier fotógrafo de calle, es el mejor escenario, sin duda.
4. 7. Como miembro del colectivo La Calle es Nuestra, ¿crees que en fotografía la unión
hace la fuerza?
Mi incorporación al colectivo La Calle Es Nuestra ha sido de lo mejor que me ha podido
ocurrir desde que me inicié en esta disciplina. Llevo poco más de una semana, en un
grupo que lleva formado poco más, y sin embargo, la ilusión, las ganas de hacer, la fuerza
que emana de este grupo es brutal. Ha nacido con la vocación de hacer algo grande, de
ser una referencia dentro del panorama nacional de la fotografía de calle, y estoy
convencido que, de seguir por este camino, lo vamos a conseguir.
Desde aquí sólo puedo estar agradecido a mis compañeros por la invitación y aceptación
de que forme parte del colectivo. Como fotógrafo que captura con un móvil, espero ser el
elementos diferenciados, pero a la vez, complemento del grupo. Todos sus miembros son
grandes fotógrafos, muy apasionados, y estoy convencido que, juntos, nos haremos oir.
8. ¿Cómo surgió la idea de formar parte de él?
Bueno, como acabo de comentar, yo no estoy desde el inicio, sino que entré cuando ya
había otros cinco miembros. Conocía personalmente a Mario, y de seguirnos por redes a
Irene y Bambi. Ví que lo anunciaban en Instagram, entré en la web a ver de qué iba,
quedé muy impresionado de la fuerza que emanaba y le pregunté a Mario sobre aspectos
relativos al colectivo. A raíz de esa conversación surgió la invitación, y posterior
aceptación, una vez conocieron mi trabajo y mis motivaciones.
9. Empezaste en Instagram en 2010. ¿Que balance haces de estos años en la red social?
¿Cómo ha cambiado con respecto a cuando comenzaste?
Sí, empecé el 18 de octubre de 2010, exactamente doce días después de que apareciera
por primera vez. De aquel instagram al de ahora no queda nada. Para mí ha cambiado a
peor. Mi relación con Instagram es de amor odio. Me lo ha dado todo, en el sentido de
que, si no es por instagram, yo jamás hubiera hecho fotos con un teléfono móvil, ni
hubiera llegado a donde he llegado, pero por otro lado, desde que fue comprado por
Facebook y se ha convertido en una red social más de gran impacto, donde priman otros
aspectos por encima de la calidad fotográfica, ha perdido interés.
El balance, como he comentado, es positivo, muy positivo. Instagram cambió
completamente mi vida, me abrió los ojos a una nueva realidad, despertó en mi una nueva
pasión que desconocía poseer, y que ahora es una droga: la fotografía móvil. También me
ha permitido conocer gente muy valiosa, algunos de los cuales se han convertido en
verdaderos amigos. Por otro lado, como cualquier red social, también ha dado sus
decepciones. Pero el balance es positivo, sin duda.
10. ¿Y tu estilo cómo ha evolucionado en cuanto a técnica y temática?
Pues en cuanto ha técnica, todo. Yo no he estudiado jamás fotografía. Lo mucho o poco
que sé, lo bueno o malo que hago, lo he aprendido solo, de manera autodidacta, a base
de hacer muchas fotos malas, de aprender de los que realmente saben, de despertar en
mí una pasión, y de creer que puedo llegar a hacer algo que merezca la pena.
5. No he borrado ninguna foto de mis galerías de Instagram, de manera que, si llegarás
retroceder hasta las fotografías de los primeros años, comprobarías que son malísimas,
jajaja. Creo haber evolucionado mucho, fruto de haber hecho muchas fotos, de haber
visto muchas buenas imágenes, de haber aprendido de los que merecen la pena.
Empecé haciendo fotos de las calles de mi barrio, con las que daba los buenos días en
instagram. Luego empecé con los reflejos, el día que descubrí, mirando al suelo, que el
hotel de la Plaza de Santa Ana, o mejor dicho, su reflejo, estaba atrapado en el charco
sucio de un alcorque desnudo de la plaza. Y he terminado, por evolución natural, dejando
que las calles, antaño protagonistas de mis fotografías, pasen ahora a ser los escenarios
donde se desarrollan las historias que cuentan sus gentes, las personas que diariamente
cambian por ellas.