La tecnología RFID permite identificar productos y se utiliza a nivel de cajas, pallets y productos individuales. Existen tres tipos de etiquetas RFID: activas, semi-pasivas y pasivas. Las etiquetas pasivas son las más baratas y comunes, obtienen energía del lector RFID, mientras que las activas tienen batería propia y un mayor alcance. Las etiquetas GEN 2 son pasivas reprogramables que ofrecen mayor seguridad, interoperabilidad y velocidad de lectura.