1. UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
CPEIP
FACULTAD DE EDUCACIÓN
Postítulo en Pedagogía Técnico Profesional
SÍNTESIS “EMOCIONES Y LENGUAJE EN
EDUCACIÓN Y POLÍTICA”
Por Dr. Humberto Maturana R.
Estudiante: Katherine Urra Avendaño
Profesor del Curso: Lester Aliaga Castillo
Ciudad Universitaria, 26 de Septiembre de 2009
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FACULTAD DE EDUCACIÓN
Postítulo en Pedagogía Técnico Profesional
Origen de lo humano: el lenguaje.
Se ha dicho frecuentemente que la historia de la transformación del cerebro humano tiene
que ver con el uso de instrumentos, básicamente con el desarrollo de la mano en su fabricación.
Sostengo, en cambio, que la historia del cerebro humano está relacionada principalmente con el
lenguaje. Lo que nos diferencia de los antiguos primates bípedos, y ha permitido el gran
desarrollo experimentado por toda la humanidad, ha sido el lenguaje. Lo peculiar humano no está
en la manipulación sino en el lenguaje y su entrelazamiento con el emocionar.
Evolución y competencia.
En el mundo actual, y por décadas se ha preparado a la sociedad para la competencia; la
cual se gana cuando el otro fracasa frente a uno, y se constituye cuando el que eso ocurra es
culturalmente deseable. Por esto, en la evolución de lo humano no participa la competencia sino
que la conservación de un fenotipo ontogénico o modo de vida, en el que el "lenguajear" puede
surgir como una variación circunstancial a su realización cotidiana que no requiere nada especial.
Es en la conservación de un modo de vida donde el compartir alimentos, en el placer de la
convivencia y el encuentro el reencuentro sensual recurrente, en el que los machos y las hembras
se encuentran en la convivencia en torno a la crianza de los hijos, donde puede darse, y se habría
dado, el modo de vida en coordinaciones consensuales de coordinaciones de acciones
consensuales que constituyen el lenguaje.
Emociones
La emoción fundamental de todo ser humano es el amor. El amor es la emoción que
constituye el dominio de acciones en que nuestras interacciones recurrentes con otro hacen al otro
un legítimo otro en la convivencia. Las interacciones recurrentes en el amor amplían y estabilizan
la convivencia; las interacciones recurrentes en la agresión interfieren y rompen la convivencia.
No es la razón lo que nos lleva a la acción sino la emoción.
Fundamento emocional de lo social
El amor es la emoción que funda lo social; sólo son sociales las relaciones que se fundan
en la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia, y que tal aceptación es lo que
constituye una conducta de respeto. Sin una "historia de interacciones suficientemente
recurrentes, envueltas y largas, donde haya aceptación mutua en un espacio abierto a las
coordinaciones de acciones, no podemos esperar que surja el lenguaje.
Relaciones humanas que no están fundadas en el amor -digo yo- no son relaciones
sociales, así como distintas emociones especifican distintos dominios de acciones.
Biología de la educación
El lenguaje no se da en el cuerpo como un conjunto de reglas, sino en el fluir en
coordinaciones conductuales consensuales. El lenguaje tiene lugar en el espacio de relaciones y
pertenece al ámbito de las coordinaciones de acción como un modo de fluir en ellas, no como
algo en citas. Si cambia mi estructura, cambia mi modo de estar en relación con los demás y, por
lo tanto, cambia mi "lenguajear".
El futuro de un organismo nunca está determinado en su origen. Es desde el comprender
esto que tenemos que considerar la educación y el educar.
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Postítulo en Pedagogía Técnico Profesional
¿Qué es educar?
El educar se constituye en el proceso en el cual el niño o el adulto convive con otro y al
convivir con el otro se transforma espontáneamente, de manera que su modo de vivir se hace
progresivamente más congruente con el otro en el espacio de convivencia. El educar ocurre todo
el tiempo.
La educación en Chile no sirve a Chile si:
No lleva a que los niños y niñas chilenos se acepten y respeten aceptando.
Lleva al niño a vivir sus errores como negación de su identidad.
Estimula la competencia y la negación de sí mismo y del otro que trae consigo.
No lleva al niño al conocimiento de su mundo en el respeto y la reflexión.
Lleva a aspiraciones que desvalorizan lo propio invitando a un quehacer ajeno a lo
cotidiano en la fantasía de lo que no se vive.
Invita a la apropiación, a la explotación del mundo natural y no a nuestra coexistencia
armónica con él.
No lleva a los jóvenes chilenos a la responsabilidad y libertad de ser cocreadores del
mundo en que viven porque limita la reflexión.
¿Para qué Educar?
Para recuperar esa armonía fundamental que no destruye, que no explota, que no abusa,
que no pretende dominar el mundo natural, sino que quiere conocerlo en la aceptación y respeto
para que el bienestar humano se dé en el bienestar de la naturaleza en que se vive. Para esto hay
que aprender a mirar y a escuchar sin miedo a dejar de ser al dejar ser al otro en armonía, sin
sometimiento.
El progreso no está en la continua complicación o cambio tecnológico sino en el
entendimiento del mundo natural que permite recuperar la armonía y belleza de la existencia en él
desde su conocimiento y respeto.
¿Qué hacer?; No castiguemos a nuestros niños por ser, al corregir sus acciones. No
desvaloricemos a nuestros niños en función de lo que no saben, valoricemos su saber. Guiemos a
nuestros niños hacia un hacer que tiene que ver con el mundo cotidiano e invitémoslo a mirar lo
que hacen, y sobre todo no los llevemos a competir.
Reflexión final
El texto analizado, según mi opinión, ubica el lenguaje en un sitio de privilegio; no sólo
porque Maturana lo considera como el origen de lo humano, sino porque es la base del mundo y
de una sociedad “ideal”, que no compite, convive; que no busca explotar lo recursos naturales
para beneficio de algunos, busca vivir en armonía con la naturaleza; una sociedad en donde la
emoción fundamental es el amor, que genera las relaciones sociales entre los individuos, a través
de las cuales surge el lenguaje.
Maturana nos invita a soñar y a cambiar a través del amor a toda la sociedad, comenzando
por una educación que enseña a los jóvenes a convivir, a aprender de sus errores y a valorar sus
saberes.