Las desaventuradas aventuras del ingenioso hidalgo don quijote de la mancha
1. Las desaventuradas aventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha
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INSTITUCIÓN EDUCATIVA PRIVADA
ROSA MARÍA CHECA
Chiclayo
“LAS DESAVENTURADAS AVENTURAS DEL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE
DE LA MANCHA”
GUION
Guionistas:
QUIROZ ZÚÑIGA, Karla Beatriz
GONZALES MURO, Beatriz Estefany
VILCHEZ TORO, Ángela Valeria
Chiclayo – Perú
2015
2. Las desaventuradas aventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha
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LAS DESAVENTURADAS
AVENTURAS DEL INGENIOSO
HIDALGO DON QUIJOTE DE LA
MANCHA
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ACTO I
De cómo Don Quijote se armo caballero.
ESCENA I
Don Quijote decide ser caballero.
El quijote sentado en su biblioteca rodeado de libros.
Don Quijote: Que maravillosos libros con caballeros de brillante armadura, con fiel
compañero y una dulce mujer que es su razón de vivir (dice mientras hace gestos con las
manos).
Don Quijote: Ya desearía yo ser como el gran Amadís de Gaula, apodado el caballero de la
ardiente espada, que mi nombre sea reconocido y temido por las más grandes fieras de la
tierra. (Alonso se sienta de nuevo y continúa con su lectura).
(Entra la criada)
ISABEL: Señor Alonso, es hora de salir de este polvoriento cuarto (dice mientras abre una
ventana), sus pulmones se malograran si sigue respirando este aire, venga deje esos libros de
fantasía y disfrute del aire libre (Isabel va recogiendo los libros de don quijote).
DON QUIJOTE: ¡Hey! que haces, déjalo así. (Enojado)
-ISABEL: Pero señor, es momento debe dejar esto de lado y preocuparse por usted mismo.
(Entra Antonia a escena).
ANTONIA: Eso es cierto tío, venga te llevare a dar una vuelta en el parque.
DON QUIJOTE: (emocionado) Pero, es que ustedes dos no entienden estas maravillosas
historias, si les dieran una oportunidad apuesto que les encantarían.
CRIADA: Por favor señor, venga póngase de pie y vaya a comer que no ha comido en 2 días
por haber estado leyendo.
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(Alonso a regañadientes se levanta y con ayuda de Isabel y Elizabeth se dirige al
comedor, llegado al lugar, se sienta en la mesa y contempla el plato de sopa frente a sus
ojos y con paciencia come su sopa.)
ISABEL: Lo ve Señor no era tan difícil, me alegra verlo al fin comer.
DON QUIJOTE:(emocionado) Saben, me gustaría vivir esas grandes aventuras que se hallan
en los libros, con feroces gigantes, bestias 10 veces más grandes, hallando honor, fama y
riqueza por mi camino .Pero…. Saben no hay un pero justificable,-
(Se levanta abruptamente de la mesa como no se me ocurrió antes)
DON QUIJOTE: (con convicción) Yo he de vivir mi propia aventura, yo mismo he de buscar
mi propia historia, mi destino, pero primero he de encontrar a una amada, un fiel escudero,
pero que tonto soy, primero es la armadura.
ESCENA 2
Don Quijote consigue su armadura.
Alonso mirando un malgastado maniquí donde esta una vieja armadura, mientras termino de
hacerle un par de arreglos, y parecer satisfecho con su nueva armadura, saca su espada.
DON QUIJOTE: Bueno creo que con esto es suficiente, ahora solo hace falta probarla.
(Le da un golpe con la espada, la armadura se rompe, se sienta en una silla)
DON QUIJOTE: Bien al menos ya tengo armadura y espada, pero me falta un nombre, ¡eso! ,
un nombre varonil y elegante, por cual al escucharlo los malos temerán y las damas caerán
rendidas, pero cual….
(Alonso da vueltas por el escenario hasta que se detienes de golpe)
DON QUIJOTE: ¡Claro! ya lo tengo mi nombre de caballero será Don Quijote de la Mancha,
veis hasta suena imponente.
(Antonia ingresa en la habitación un poco tímida)
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ANTONIA: ¿Tío?
DON QUIJOTE: Querida, que bueno que estas aquí, veras ya tengo mi nombre de caballero
ANTONIA: (incrédula) ¿Tu nombre de caballero?
DON QUIJOTE: Si será Don Quijote de la Mancha, ya sabes Don para agregarle ese toque a
noble, Quijote por el apellido y de la Mancha para siempre recordar del lugar de donde vengo.
ANTONIA: ¿Tío realmente piensas seguir con esto?
DON QUIJOTE: Por supuesto querida, siempre he querido vivir mis propias aventuras, más
allá de vivir las de un libro, sentir la adrenalina en tu cuerpo cuando tu vida pende de un hilo,
cuando vas en contra del tiempo, pero parece que eres capaz de derribar cualquier muro por la
mujer a la que amas o siempre saber que habrá alguien que te cubra las espaldas, ese sentimiento
es lo que yo quiero vivir.
ANTONIA: Como digas tío pero recuerda que siempre tienes un lugar al cual volver.
DON QUIJOTE: Por supuesto, mi querida Antonia.
ESCENA 3
Don Quijote elige a Rocinante como su valiente corcel.
Alonso en el establo contemplando a su “hermoso” caballo quien se encuentra en un rincón de
este al lado hay cubeta que paja, el caballo muy delgado, blanco y alto come lentamente.
DON QUIJOTE: Henos aquí, querido amigo, de ahora en adelante asaremos por infinidad de
aventuras, miles de peligros y muchas hazañas, que se escucharan en toda España, no que digo
en todo Europa, sabes que aún mejor en el mundo entero, Don quijote de la mancha y…. Y….,
querido corcel habrá que ponerte un nombre, pero cuál sería el mejor para ti –Alonso daba
vueltas por el escenario en busca e ideas y repetía en voz baja nombres al azar.
DON QUIJOTE: Frederick…no, radiante… no muy utilizado, Silver. No muy inglés,
Tiniebla…. No no eres color gris , mmmm … ro …roci…¡Rocinante! , eso es el nombre perfecto
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para un valiente musculoso y bien alimentado caballo, ven aquí amigo tu nombre será rocinante,
estas feliz por ello –
(El delgado caballo produce un débil sonido)
DON QUIJOTE: Eso es ya tengo armadura, espada, caballo y ahora en busca de una aventura,
mañana por la mañana partiré, que la suerte y Dios estén siempre de mi lado.
ESCENA 4
La salida de don quijote y su primera aventura
Don quijote contento de verse armado caballero sale en busca de aventuras, camina por un prado
se escucha a lo lejos unos leves grititos, curioso por buscar una aventura de la que valerse para
hacerse famoso va hasta el lugar, al llegar encuentra a un capullo atado a un árbol y en su detrás
un labrador le estaba dando de azotes.
ANDRÉS (ENTRE SOLLOZOS): Os he dicho que no ha sido mi culpa, lo siento, los errores
los cometemos cualquiera por algo somos humanos.
CAMPESINO (ENOJADO): ¡¿Que los errores los comete cualquiera?!, no señor a mí no
venga con justificaciones , justificaciones al juez , yo le he dado a cuidar todo el rebaño y usted
ha traído la mitad , se merece este castigo y mucho más , estoy siendo compasivo con usted-
dice muy enojado el campesino.
ANDRÉS (ENOJADO): Sígame pegando entonces, yo solo le he perdido unas cuantas ovejas,
usted sin embargo no me paga hace 9 meses, ¿qué queráis? Que trabaje por las puras, no lo voy
a hacer – seguía respondiendo el capullo.
CAMPESINO: Dos mil azotes más te voy a dar por majadero y respondón, venga hombre que
al amo no se le responde.
ANDRÉS: Sígame dando entonces.
(Interviene en la escena Don Quijote)
QUIJOTE: Descortés caballero, me parece mal atacar a alguien que no se puede defender;
subid sobre vuestro caballo y tomad vuestra lanza - que yo os haré conocer que es de cobardes
lo que estáis haciendo.
CAMPESINO: Señor caballero, este muchacho que estoy castigando es mi criado, que me sirve
de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos; el cual es tan descuidado, que
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cada día me falta una; y porque castigo su descuido, o bellaquería, dice que lo hago de miserable,
por no pagadle el salario que le debo, y en Dios y en mi alma que miente.
QUIJOTE (ENOJADO): ¿«Miente» delante de mí, ruin villano? Por el sol que nos alumbra,
que estoy por despellejarte a la mitad con esta lanza. Pagadle sin rechistar; si no, por el Dios
que nos rige, que os concluya y aniquile en este punto. Desatadlo luego.
QUIJOTE: ¿Muchacho cuanto os debe este villano?- dice Don Quijote en tono despectivo y
dirigiéndose hacia el joven.
ANDRÉS: Sesenta y tres reales, señor.
QUIJOTE: Muy bien págale ahora, si no quiere morir (apuntándole con la lanza)
CAMPESINO: No le voy a pagar todo porque tiene en cuenta 3 pares de zapatos y 2 sangrías
que le mande a hacer cuando estaba enfermo- dijo el labrador con un poco de miedo y enojado.
QUIJOTE: Bien está todo eso, pero quédense los zapatos y las sangrías por los azotes que sin
culpa le habéis dado; que si él rompió el cuero de los zapatos que vos pagaste, vos le habéis
rompido el de su cuerpo; y si le sacó el barbero sangre estando enfermo, vos en sanidad se la
habéis sacado; así que, por esta parte, no os debe nada.
CAMPESINO: El daño está, señor caballero, en que no tengo aquí dinero: véngase Andrés
conmigo a mi casa, que yo se los pagaré un real sobre otro.
ANDRÉS: ¿Irme yo con él? ¡Mal año! No, señor, ni lo pienso; porque estando yo a solas con
el me matara.
QUIJOTE: No hará tal, basta que yo se lo mande para que me tenga respeto; y que él me jure
por la ley de caballería que ha recibido, le dejaré ir libre y aseguraré la paga.
ANDRÉS: Mire vuestra merced, señor, lo que dice ,que este mi amo no es caballero, ni ha
recibido orden de caballería alguna; es Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar.
QUIJOTE: Importa eso poco -respondió don Quijote-, que Haldudos puede haber caballeros;
cuanto más, que cada uno es hijo de sus obras.
ANDRÉS (triste): es verdad, pero este mi amo, ¿Qué obras hace, si nunca me paga y eso que
yo trabajo horas extra?
JUAN HALUDO: No niego, hermano Andrés, si tú vienes conmigo yo juro por todas las
órdenes de caballería que hay en el mundo, que te pago todo, toditito.
QUIJOTE: Solo con que les des el dinero me conformo, y mira si lo cumpláis como lo habéis
jurado; si no, por el mismo juramento os juro de volver a buscaros y a castigaros, y que os tengo
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de hallar, aunque os escondáis más que una lagartija. Sabed que yo soy el honorable y más
valeroso caballero Don Quijote de la mancha.
(Don quijote monta su caballo y se va de la escena, se quedan Andrés y el Campesino).
Juan Haludo (sarcástico): Ven para acá hijo mío, que todo voy a pagar real por real.
Andrés: Ya va siendo hora mi amo, apúrese, apúrese, que el ocaso llega y ya tengo hambre.
Doy a gracias al cielo por ese valeroso y valiente caballero que apareció en mi camino, mi
querido amo, apúrese que si no cumple terminara muy mal.
Juan Haludo: Os habéis creído que yo voy hacer a semejantes peticiones desquiciadas de ese
anciano, 2 mil azotes más por portarte como marica y no enfrentar tus problemas.
(El labrador golpea tanto al joven que lo deja casi muerto,)
Escena 5
Don Quijote consigue un escudero
Después de defender al joven Andrés, Don quijote siguió su camino y se encontró con unos
mercaderes toledanos con quienes tuvo una fuerte gresca por burlarse de su ama y señora
Dulcinea del Toboso, siguió su camino.
QUIJOTE: Que se han creído esos mercaderes, faltarle el respeto a mi excelsa señora, dudar
de su belleza, pero yo estuve ahí para defender su honor, de esos bellacos ruines.
QUIJOTE (TONO POÉTICO Y ENAMORADO):
¿Dónde estás, señora mía,
Que no te duele mi mal?
O no lo sabes, señora,
O eres falsa y desleal.
-¡Oh noble marqués de Mantua,
Mi tío y señor carnal!
(Un campesino pasa por allí, este reconoce a Don quijote pero don quijote en su locura lo
confunde con los personajes de sus libros de caballería, al ver que don quijote no anda bien de
la cabeza procede llevarlo a su casa).
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Escena 6
Debate para saber el destino de los libros de caballerías de Don Quijote
CURA (CON VOZ PREOCUPADA): Ya lo digo yo, A don Alonso se le ha metido el diablo,
eso ha provocado la maldita locura que hoy lo aqueja
BARBERO (CON TONO PREOCUPADO): No sea exagerado vuestra merced, la causa del
tormento son esos malditos libros de caballería que Don Alonso con tanto ahínco leía.
CURA: Tienes usted razón maese Nicolás, algo hay que hacer para que ese hombre no haga
locuras.
(Interviene en la conversación la sobrina).
SOBRINA (DICE CASI LLORANDO): el maese Nicolás tiene toda la razón mi tío se la
pasaba de sol a sol leyendo esos benditos libros, no comía, ni dormía, esa es la razón de todas
sus desgracias.
(Tocan la puerta, la sobrina abre, se encuentran con el campesino y don quijote al lado).
QUIJOTE : Abran por favor la puerta al señor Valdovinos y al señor marqués de Mantua, que
viene mal herido, y al señor moro Abindarráez, que trae cautivo el valeroso Rodrigo de Narváez,
alcaide de Antequera.
SOBRINA: quienes serán esos, ¡Ay! Mi tío mi pobre tío, su locura lo tiene atado.
QUIJOTE (CON VOZ ENTRECORTADA Y ADOLORIDA): Apúrense, llévenme a mi
lecho, que vengo muy maltrecho, ¡Oh! hice una rima y casi muerto, llamen a urganda para que
sane mis heridas
CRIADA: ¿y quién diablos será urganda? yo aquí solo conozco a lavanda y ella es partera no
médico.
QUIJOTE (DICE ENTRE GRITOS): Calla mujer que tú no sabes nada de estas cosas, solo
llévenme a mi lecho
(Después de dejar en su habitación a Don Quijote para que descanse, el cura, el barbero,
y la sobrina va hacia la biblioteca de don quijote a ejecutar su plan).
CURA: Don Alonso, está durmiendo es ahora o nunca.
BARBERO (CON VOZ MISTERIOSA): Vuestra merced y si revisamos primeros los libros
debe haber algunos interesantes y pues…
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SOBRINA (ENOJADA.): No pensáis sandeces, habéis dicho que iban a ser quemados, es que
acaso ustedes no tienen pantalones y no van a cumplir su palabra, acaso no son hombres
CURA (EMOCIONADO): calma mujer, calma! , no arruinéis el buen momento, dejadnos
divagar un rato en estos exquisitos ejemplares
BARBERO (EMOCIONADO): Vuestra Merced, Don Alonso tiene la saga completa del
Amadis de los Anillos, también la saga de Rodrigo Jackson , la saga Cidbergente , Ruy Holmes.
CURA: no!! No te lo puedo creer!! , Pero no hay que resistir a la tentación pero es que tiene
todos los libros que yo ansiaba tener y… calma hombre! Eres hombre de Dios, asi que
contrólate.
BARBERO (PREOCUPADO): Desde cuando vuestra merced habla solo, no estará cayendo
en la misma desgracia de don Quijote.
SOBRINA: dejémonos de preámbulos tontos y concentrémonos en lo que hemos venido a
hacer.
CURA: Vuestras mercedes y si mejor no ponemos un muro que cubra esta hermosa biblioteca.
SOBRINA ENOJADA): Hemos dicho que vamos a quemar esos libros….
BARBERO (CON VOZ TIERNA). Pero es que son ejemplares limitados, y un libro es un
libro, además mira son de tapa dura, vuestra merced tiene razón, no, no los podemos quemar
no lo soportaría
SOBRINA (ENOJADA): Vale! Vale ¡no os preocupáis será como ustedes digan , como
siempre nosotras haciendo caso a las tonterías de los cavernícolas digo hombres
CURA: ¿Entonces no los quemaremos?
BARBERO: Nono los quemaremos, pero no los podemos quedar? ( emocionado) , mira vuestra
excelsa señora, hermosa princesa , os sabéis que andamos escasos de recursos y son libros
originales y Don Alonso no los va a necesitar , si? Si? ( emocionado preguntaba ).
SOBRINA: Jamás, mi tío los compro con el sudor de su frente. así que no , es mi última palabra,
y dejen de elogiarme que peor va a ser, en vez de eso construiremos un muro que tape la
desgracia de mi tío , vale?
CURA Y BARBERO (TRISTES): como usted diga vuestra merced
SOBRINA (AUTORITARIA): pero que estoy hablando lo siento vuestras mercedes, esas
tonterías que provocaron la desgracia de mi tío serán quemados a toda costa.
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CURA Y BARBERO: ¡¡Nooooooooooooo!! Tú comprendes nuestro sufrimiento!!
(Después de todo el preámbulo se procedió a quemar los libros pero se hizo en el corral
para que don quijote no se diera cuenta, sin embargo se quedaron con dos de ellos para
leerlos después).
(Habitación del quijote)
QUIJOTE (DANDO CUCHILLADAS AL AIRE): Aquí, aquí, valerosos caballeros;
muestren la fuerza de sus valerosos brazos; que los cortesanos llevan lo mejor del torneo.
QUIJOTE: Hemos ganado el torneo.
CURA: valla a acostarse Don Quijote debe estar muy cansado, necesita reposar.
QUIJOTE: Yo jamás, mi honor y las leyes de caballería no me lo permiten, sería una vergüenza
si lo hago, yo seguiré peleando por aunque mis huesos se quiebren, mi ánimo no.
CURA: este hombre es muy terco, bueno no hay otra opción hay que dejarlo ahí.
(Sale de escena y dejan a don quijote descansar).
QUIJOTE: Mis libros, mis libros, quiero leer no imagino mi vida sin la lectura.
QUIJOTE: Vuestras mercedes donde están mis libros, deseo saber dónde están.
CURA: Don quijote lamentablemente sus libros han sido llevado por un mago muy poderoso,
vino hace muy poco haciendo pasar por vendedor de limones, su sobrina salió a comprar algunos
para el guiso pero cuando regreso para pagarle ya no estaba ni el mago ni sus libros.
QUIJOTE: Seguramente es ese tal Martin, Carlín, no me acuerdo su nombre, el punto es que
terminaba en in.
CURA: Si vuestra merced ese mismo se llama Merlín por cierto.
QUIJOTE: Pos hombre que hago acá sentado, no voy a dejar que ese bellaco se lleve a mis
tesoros, ¡Hacia el infinito y más allá! Libros voy por ustedes y de paso me consigo un escudero
que tanta falta me hace.
Escena 7
Don Quijote elige a Sancho como su escudero.
QUIJOTE: Y ahora quien me acompañara, en mis aventuras por el mundo para ganarme la
fama del mejor caballero andante de todo el mundo mundial, a ver revisare estos expedientes
que me han mandado estos candidatos.
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QUIJOTE: Naaa este es muy alto, esteee nooo tiene fama de ser bellaco, no este tiene la nariz
de bruja, naaa este se parece a un mapache, el pobre hombre no duerme ¿así estaré yo? Qué
vergüenza... Me preocupare más por mi imagen, a ver noooo este me recuerda a rocinante, no
hay nadie saldré a buscarlo yo solo.
(Don quijote va a buscar a un fiel escudero, cuando de repente se acuerda de su vecino
Sancho panza y va a su búsqueda a proponerle un jugoso negocio).
QUIJOTE: Amigo sancho panza que alegría me da encontrarte, mira ven tengo una propuesta
que no la vas a rechazar por ningún motivo.
SANCHO: Don Alonso, dígame, una propuesta, hable ya vuestra merced que el hambre abruma
y nubla los sentidos no vaya a ser que no tome buenas decisiones.
QUIJOTE: cuando no vuestra merced pensando solo en comer, mi propuesta consiste en que
usted sea mi fiel compañera, ir por el mundo en busca de aventuras, derrocando ruines villanos
que tanto daño hacen, pero como todo trabajo tiene su recompensa usted será el gobernador de
una ínsula y saldrá de la pobreza que lo aqueja.
SANCHO: ¿una ínsula, gobernador, salir de la pobreza? Pues si es así acepto.