Este documento argumenta que lo que miramos afecta lo que experimentamos. Al ver películas violentas o encontrar defectos en los demás, nos alejamos de la armonía y el bien. En cambio, al enfocarnos en lo correcto, lo bello y lo bueno, podemos vivir en paz.
2. Antes me gustaban las "pelis" bélicas.
Ahora ni las soporto.
Prefiero las comedias con final feliz,
como sucede siempre en la realidad "verdadera".
3. Por eso echo de menos a Frank Capra,
el admirado director de "Qué bello es vivir“
(It's a Wonderful Life),
y a todos los que describen un mundo
donde la bondad y la inocencia
triunfan sin excepción.
4. Pero muchos siguen pagando
por pasar miedo ante una pantalla de cine.
¿Absurdo? Parece que no tanto,
ya que somos más
los que nos sentimos víctimas del miedo
en la existencia cotidiana.
5. Sin embargo,
estar bien o experimentar miedo
no es producto del azar,
sino sólo de una elección personal.
No es mi intención el criticar.
Caería en el mismo error que deseo evitar.
Es una sutil forma de elegir
vivir bajo la creencia del mal.
6. La crítica supone
que hay algo malo mezclado con lo bueno.
Es una secuela de la tentación de la serpiente.
Pudiendo mirar lo correcto, lo armonioso y bello,
¿por qué ocupar el tiempo con visiones defectuosas?
7. Porque criticar es llenar la conciencia
con lo que sólo son secuencias de un sueño.
Es renunciar, al menos durante ese lapso de tiempo,
a vivir en la armoniosa realidad.
La ponderación del defecto
nos aparta del disfrute del bien,
al entretenernos con lo irreal.
8. Pero creemos ser mejores,
Cuando, como nuevos inquisidores,
escudriñamos nuestro entorno para delatar la falta.
Y con ello pisamos el mundo de la nada,
como nos lo recuerda la Sra. Eddy:
9. "El mal no tiene realidad.
No es ni persona ni lugar ni cosa,
sino simplemente una creencia,
una ilusión del sentido material".
(Ciencia y Salud, 71:2-4)
10. Un conocido relato, nos presenta a dos hombres,
que a través de los barrotes miran el exterior.
Uno al levantar la vista, descubre el firmamento
y llena sus ojos de estrellas.
El otro, bajando los suyos,
los embarra con el lodo que cubre el suelo.
11. Por eso, Jesús nos advertía:
“No juzguéis y no seréis juzgados”.
(Mateo 7:1)
A mí me gusta parafrasear en positivo
ese sabio aviso con un:
“No busques males que denunciar,
sino el Bien que te salvará.”
12. Descubrir errores, sólo indica que éstos
habitan todavía en tu conciencia.
Y mientras están ahí,
estarás inhabilitado para demostrar curación.
La crítica está en la antípoda
de la práctica cristiana.
Como se prueba en Ciencia y Salud
con el episodio de Simón y la Magdalena.
(Ciencia y Salud, 362-364)
13. “Si tu ojo te escandaliza arráncatelo”.
(Mateo 18:9)
Porque no está sano. Al ver lo que no es,
tampoco es el reflejo de la Mente. Ya que,
“Dios es muy limpio de ojos para ver el mal”.
(Habacuc 1:13)
14. El día que yo tampoco lo vea,
habré completado mi bautismo.
Ya no experimentaré
las dolorosas consecuencias
de creer en la existencia del mal.
15. Y mis amigos estarán de enhorabuena.
Porque ya podré demostrar curación.