El poema habla de la lucha interna entre la identidad verdadera del yo y la falsa identidad impuesta por el error. Aunque el error nos hace creer que somos culpables y limitados, en realidad ese no es nuestro yo auténtico. Para recuperar nuestra verdadera identidad, debemos empaparnos de la presencia divina y aprender sobre Dios, quien nos muestra quienes somos realmente.