Este poema habla sobre la importancia de despertar de los sueños e ilusiones para vivir plenamente en la realidad. Nos invita a hacer preguntas como "¿Dónde estoy?" para situarnos en la armoniosa presencia de Dios, donde todo existe y nada puede separarnos del amor. También nos exhorta a ejercitarnos en ser conscientes de la realidad mediante la práctica de sentirnos amados incondicionalmente.