1. CONCEPTO DE LA CRIMINALÍSTICA
La comisión de un delito plantea a los funcionarios encargados de su represión la necesidad de descubrir al
autor. Esta cuestión plantea a su vez una serie de problemas al policía, quien para entrar en el
conocimiento de la verdad, debe hacerse una serie de preguntas que pueden resumirse en tres
cuestiones principales:
Cómo se realizó el delito; es decir, dentro de qué circunstancias;
Dónde y cuándo; y,
Quién es el autor del delito
Para contestar a estas tres preguntas fundamentales, se han ideado una serie de reglas prácticas y
procedimientos técnicos cuya aplicación nos dará la respuesta deseada.
El estudio de estas reglas y procedimientos técnicos para averiguar el cómo, cuándo, dónde y el quién del
delito es lo que constituye la Criminalística, que puede definirse como; "la ciencia auxiliar del Derecho
Penal que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delincuente".
Definición semejante ha dado el profesor Ladislao Thot, que nos parece a la vez que simple, la más clara y
completa; dice: "Criminalística es aquella ciencia auxiliar del Derecho Penal que se ocupa de los métodos
y modos prácticos de deducir las circunstancias de la perpetración de los delitos e individualizar a los
culpables". De acuerdo con esta definición la Criminalística abarca:
El completo de los conocimientos relativos a la conducción general de las pesquisas;
Lo concerniente a la personalidad y a las costumbres de los delincuentes y a su historia natural (jerga,
guaridas, etc.);
Lo relativo al modo como suelen cometerse las distintas clases de delitos;
Lo concerniente a los instrumentos con los cuales se cometen ciertos delitos;
Las reglas prácticas según las cuales se realiza la identificación de los delincuentes; los peritajes de
Medicina Legal, Psicología y Psicopatología Criminal, Química, Balística, Grafística. etc.
FIN martes 3 de julio de 2012
2. DENOMINACIONES QUE HA RECIBIDO LA
CRIMINALÍSTICA
No todos los tratadistas están de acuerdo en la
denominación de esta ciencia con el nombre de
"Criminalística". Ello es comprensible y natural,
desde que se trata de una disciplina nueva, de
rédenle formación. Se la ha llamado: Policía Técnica,
Policía Científica, Policía Judicial, Policiología, etc.,
de acuerdo a los particulares puntos de vista de los
respectivos autores. El primero que le dio la
denominación de Criminalística fue el célebre Juez,
de Instrucción Hans Gross, a quién se considera, en
justicia, como el creador de esta disciplina. Haciendo
la salvedad de que-las discusiones al respecto poco
interesan a nuestro curso, diremos, sin embargo,
que la denominación de Criminalística es la más
conveniente
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3. CONTENIDO DE LA CRIMINALÍSTICA
El contenido de la Criminalística no está claramente
delimitado por tratarse de una ciencia en formación.
Sin embargo, casi todos los autores, con
ligeras variantes, aceptan que el campo de la
Criminalística, llámese como quiera abarca
esencialmente los siguientes puntos:
1.—Comprobación del hecho delictuoso, que
comprende: L:i denuncia, la inspección ocular,
recolección de indicios, etc.
2.—Investigación y análisis de las huellas, que
abarca: Los peritajes y todo el trabajo que se lleva a
cabo en los laboratorios con el auxilio de una serie
de ciencias, como la Química, la Física, Balística,
etc.
3.—Identificación del delincuente, que comprende:
La filiación o retrato hablado, fotografía,
dactiloscopia, archivos, etc.
4.—Captura del delincuente, que comprende: El
estudio de la historia natural de los delincuentes,
modus operandi o técnica que emplean los
malhechores en sus actividades, el estudio del
hampa criminal, etc.
5.—El interrogatorio, que comprende: Todo lo
referente a. los testigos, técnica sobre el
interrogatorio, utilización de la Psicología, de ciertos
instrumentos auxiliares, etc.
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4. POSICIÓN DE LA CRIMINALÍSTICA DENTRO DE
LAS CIENCIAS PENALES
Otra manera de precisar el contenido y alcance de esta ciencia es
ubicándola dentro de las Ciencias Penales.
De esta manera, al mismo tiempo que se pone en evidencia la
diferenciación con las otras ciencias afines, se precisa su contenido
y alcances. Como sabemos el estudio integral del delito, en sus
diferentes fases, lo realizan las siguientes ciencias
La CRIMINOLOGÍA, que estudia al delincuente y causas que
generan el delito:
El DERECHO PENAL Y PENALOGIA, que se ocupa de
determinar cuáles hechos constituyen delito y qué penas
deben aplicarse;
La CRIMINALÍSTICA, que se ocupa, del descubrimiento del
delito y de la identificación del delincuente;
La PENITENCIARIA, que se ocupa de la ejecución de la
pena y de la organización de los sistemas penitenciarios.
Como se ve, el campo de la Criminalística comienza desde el
momento en que el delito es cometido y abarca toda la técnica eme
se emplea para su total descubrimiento, hasta ser puesto el
delincuente (culpable) en manos de los Jueces, Queda así
establecida, concretamente, la ubicación de la Criminalística y. al
mismo tiempo, precisada su diferencia con la Criminología, con la
que, a veces, se la confunde.
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5. RELACIONES DE LA CRIMINALÍSTICA CON LAS
DEMÁS CIENCIAS
La Criminalística no es una ciencia teórica pura, tampoco es una ciencia autónoma. De allí la necesidad de conocer cuáles son
las ciencias que !a sustentan y en qué grado. Para su mejor comprensión pueden dividirse estas ciencias en dos grupos:
Ciencias Básicas; y
Ciencias Auxiliares.
Las primeras son aquéllas que constituyen la fuente de donde derivan los conocimientos criminalísticos; las segundas son
colaboradoras de gran valor.
Las Ciencias Básicas son:
La Física y la Química, que constituyen la base para todos los trabajos en el Laboratorio de Policía;
La Biología y la Psicología, que se ocupan de investigar los elementos orgánicos y psíquicos que pueden contribuir
a la identificación del delincuente;
La Antropología Criminal y la Criminología, ciencias que estudian al delincuente como persona y las causas que
generan el delito. Dichos conocimientos son esenciales para la Policía, a fin de que tenga una mejor
comprensión de los problemas delictivos y pueda, en consecuencia, aplicar el mejor método para el
interrogatorio o trato a los diversos delincuentes;
La Medicina Legal que es una de las ciencias mas antiguas que ha intervenido en el esclarecimiento de los delitos.
La opinión del Médico Legista es definitiva para dilucidar ciertos problemas como las causas y fecha de la
muerte, gravedad de las lesiones, etc. Los conocimientos médico-legales son pues de gran utilidad para la
Policía y de empleo constante en la investigación de! delito; y
Derecho Penal y Procesal Penal, que son las ciencias que dan al Policía los conocimientos indispensables para
que pueda encuadrar su acción dentro de los dispositivos legales, es decir, con observancia absoluta de los
derechos y garantías que la Ley otorga a las personas. Su ignorancia daría lugar a que el Policía incurra en
graves trasgresiones y abusos incalificables.
Las Ciencias Auxiliares son todas aquellas ciencias aplicadas que prestan su colaboración hacia el desempeño más
eficiente de la Criminalística; tales son: La Dactiloscopia, La Microscopía, Balística, Toxicología, Criptografía,
Grafística, Topografía, Fotografía, Modelado, Dibujo, etc..
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6. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
En el lugar del hecho o en cualquier otro sitio pueden encontrarse muchos indicios, que pueden constituir
elementos de prueba valiosos. En tales casos será necesario conservarlos para que lleguen hasta los
Tribunales de Justicia. Pero, en la práctica, la gran mayoría de estos indicios son susceptibles de
desaparecer o malograrse con el tiempo, sea por la naturaleza de las mismas huellas (digitales), por el
material en que se encuentran (nieve) y tantas otras circunstancias imprevisibles.
Con el fin de reproducir y luego conservar por largo tiempo las evidencias se han ideado los siguientes
procedimientos:
a) El dibujo.— Muchas evidencias, como huellas de pisadas, explosiones, heridas diversas, impactos de
proyectiles, etc., a falta de otros medios, pueden ser reproducidas mediante el dibujo. Unas veces puede
intentarlo el mismo policía, en otras, será necesaria la participación de un especialista.
En la práctica, se puede colocar sobre una huella un vidrio limpio y encima un papel transparente (el vidrio
sólo sirve como soporte y para no dañar la huella; para el efecto se le coloca a una altura conveniente de
algunos milímetros, encima de unos palitos de fósforos o pequeños clavos). Hecho esto, el procedimiento
consiste en un mero calco de todos los contornos y demás características de la huella en mención.
Si no se tuviera vidrio o papel transparente a la mano, entonces se puede utilizar hilos de color conveniente
para que haga contraste y se cuadrícula la huella ayudándose con pequeños clavos o tachuelas. Una vez
hecho esto se toma un papel de dimensiones adecuadas y se cuadricula en forma homologa, trazando las
líneas que reemplacen a los hilos. Luego se va dibujando el contorno de la huella y sus características
fundamentales, que puedan servir como elementos de identificación. Estos dibujos deben hacerse, en lo
posible, al tamaño natural y ampliarse o reducirse a voluntad utilizando una escala. En todo caso, esta
forma de reproducción estará librada al ingenio y perspicacia del policía.
b) La fotografía.— Inigualables servicios presta la fotografía para reproducir toda clase de huellas e indicios,
por muy grandes o minúsculas que sean.
Una fotografía bien tomada, utilizando todas sus ramas, desde la fotografía en colores hasta la microfotografía,
da magníficos resultados para apreciar circunstancias, dimensiones, etc. A este respecto debemos
advertir que no todas las máquinas son métricas; por tanto es bueno colocar al lado de las cosas por
fotografiarse cintas milimetradas para determinar sus dimensiones con exactitud. Casi siempre debe
tomarse dos series de fotografías: una desde lejos, para que la evidencia aparezca junto con los demás
objetos del lugar y para que no haya duda acerca del sitio u objeto sobre el cual se encontró la mancha o
huella digital; la otra serie debe tomarse de muy corta distancia para hacer resaltar los puntos
característicos de la evidencia.
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7. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Hay casos en que es muy difícil fotografiar, por ejemplo cuando el soporte no hace contraste con la evidencia.
Pero esos casos los resolverá fácilmente el técnico.
Para la comparación de las huellas mediante la fotografía, es interesante utilizar el sistema de superposición.
Así puede tomarse la fotografía de una huella de pisada y se verá que el negativo re-vela con gran
claridad las marcas de clavos y otros detalles característicos. Luego se hace una impresión con el zapato
del sospechoso, tomándose la fotografía. Se debe tener cuidado que las dos fotografías sean del mismo
tamaño. Cuando se superponen los dos negativos, sin necesidad de buscar los puntos característicos
similares, se descubre que ambos negativos concuerdan exactamente; entonces las huellas son en
realidad idénticas.
c) El moldeado.— Es conveniente el procedimiento del modelado en las huellas de pisadas, llantas de
vehículos, etc., que aparecen en hueco sobre materiales plásticos o blandos como el barro, la masa, la
cera, la nieve, etc., así como también en ciertas huellas como los impactos de balas o las que dejan las
herramientas sobre otros materiales duros, o en diversas formas de huellas cié fractura, etc. En estos
casos es difícil el dibujo y a veces inconveniente la fotografía, porque no reproducen profundidades y
demás ángulos muertos. Entonces no hay más remedio que proceder al modelado de la huella.
Hay varios métodos generales para reproducir huellas; indicaremos dos: a) el moldeado con yeso pulverizado
u otra sustancia similar; y, b) el estereotipado, empleando el papel
Procedimientos previos.— Antes de emprender el moldeado, debe adoptarse algunas precauciones previas,
tales como:
— Proteger las huellas de la destrucción, para lo cual debe tapárselas con cajones invertidos, tablas, etc., de
suerte que no sufran ninguna modificación.
— Hacer una descripción minuciosa, tanto del objeto como de las huellas, sus dimensiones, tiempo y lugar
donde fueron encontrados, nombre y dirección de la persona que tomó las impresiones y los testigos
presentes en el acto de tomarla.
— Dibujar o fotografiar las huellas. Esto es necesario porque con el proceso del vaciado o moldeado se
pueden destruir o alterar.
— Si no hubiera yeso en polvo, el policía se ingeniará la forma de sustituir este material sea por parafina,
sebo, caseína, cola, cemento, argamasa, barro, etc.
Empleo del yeso.— El yeso que se emplea normalmente es el yeso en polvo de tipo dental. Se adapta muy
bien para tomar huellas de pisadas, de neumáticos, sea en nieve, lodo o polvo. Su preparación y
endurecimiento es rápido, pero puede rayarse o romperse, no obstante su buena solidez.
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8. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Procedimiento:
— Se calcula la cantidad necesaria de yeso; si éste estuviera endurecido, se desmorona previamente; luego
se toma un recipiente de porcelana, madera, plástico, etc. (pero no de metal, porque el yeso no solidifica
bien), con la cantidad de agua necesaria y sobre él se echa el yeso espolvoreando (sobre el yeso no se
debe echar el agua), hasta que el yeso se extienda desde e! fondo del agua hasta su superficie (hasta
cubrirlo).
— Se bate la mezcla hasta que desaparezcan las burbujas que a veces se forman y la masa tome la
consistencia de la pasta para tortas. Las mezclas ralas (aguadas) revelan mejor los detalles porque
penetran en todos los intersticios, pero requieren más tiempo para solidificarse. Cuando las mezclas
resultan muy espesas ya no se pueden diluir, pues si se les agrega agua se malogran, siendo necesario
desecharlas. Las mezclas deben utilizarse de inmediato, de otro modo comienzan rápidamente a
solidificarse.
— La solidificación puede acelerarse agregando al agua (antes de echar el yeso) una cucharadita de sal por
cada medio litro o una cucharadita de alumbre por cada litro. También puede retardarse, agregando una
cucharadita de azúcar. El yeso solidifica entre 20 y 50 minutos.
— Cuando la huella es poco -profunda, para evitar que el yeso se riegue (se desparrame) debe formarse un
marco alrededor de la impresión y si está en superficie vertical prepararse una especie de cajón, a fin de
que el líquido no se derrame, el cual se echará por una abertura que debe dejarse en la parte superior del
cajón.
Impresiones en materiales blandos.— Cuando haya peligro de que se dañe la huella por el peso del yeso,
puede precederse así: Si son huellas de pisadas se debe echar el yeso por la parte del empeine. Para
evitar la caída brusca del yeso, debe utilizarse una cuchara y colocarla muy cerca de la huella, echando el
yeso sobre la cuchara para que rebose suavemente y caiga a la huella.
Las huellas sobre polvo, arena, etc., deben endurecerse antes de echar el yeso. Puede emplearse para este
fin la laca o cualquier otro fijador del comercio, los que se rocían suave y uniformemente sobre la huella,
teniendo cuidado que estas sustancias no llenen los agujeros de clavos u otras cavidades pequeñas que
justamente sirven como puntos de referencia para la comparación. Antes de echar el yeso se recubre la
sustancia fijadora con una ligera capa de aceite de máquina, grasa o vaselina, para evitar que el yeso se
pegue a! fijador seco.
Para hacer impresiones en nieve debe cubrirse la huella con una ligera capa de talco y aplicarse el fijador. Es
conveniente repetir esta operación después de que el fijador esté seco, a fin de formar varias capas de
polvo y fijador, y luego echar el yeso. Los polvos de talco aislarán la nieve del calor que produce el yeso.
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9. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Reforzamiento del Molde.— Después de echar sobre el molde más o menos la mitad del yeso, se le coloca
encima pedacitos de madera, alambre, ramitas, fósforos o cualquier otro material de esfuerzo. Sobre esta
armadura se vierte el resto del yeso.
Sustancias fijadoras.— Usualmente se recomienda el uso de la solución de goma laca con alcohol. Sin
embargo, este fijador ofrece dificultades debido a que demora mucho tiempo para secar (unos 20
minutos) y a que se pega al yeso junto con otras impurezas, las que al ser limpiadas o lavadas con agua o
con alcohol dan lugar a melladuras del molde. Por tales dificultades debe reemplazarse con el acetato de
celulosa, que al echarse sobre una superficie plana, permite la rápida evaporación de la acetona y la
formación de una película delgada y pareja del acetato de celulosa. En caso necesario, la ligera capa de
celulosa que es al mismo tiempo resistente, puede levantarse íntegramente de la superficie sobre la cual
se ha formado. Además esta materia no se pega al yeso, por lo cual el molde sale enteramente limpio.
Las sustancias fijadoras deben caer sobre la huella en forma de finas gotitas imperceptibles, de una altura
de unos 80 centímetros o más, como una fina llovizna, para lo cual será conveniente valerse de un
atomizador.
Empleo del papel.— A falta de yeso u otras sustancias análogas, puede emplearse con éxito el papel
particularmente en caso de huellas de fractura, y en general cuando el soporte es duro. Para esto se
empapa en agua papel de seda u otro similar que sea delgado y blando. Luego se coloca sobre la
superficie de la huella y se prensa utilizando un cepillo, de manera que el papel penetre en todos los
intersticios de la huella; esta operación se ha-ce con dos o más capas sucesivas, de tal manera que a las
partes rotas del primer papel cubran la segunda o tercera capa y se forme una carnada de pulpa de papel.
A continuación se empapa varias hojas de papel en mucílago, engrudo, goma o almidón y se aplica en la
misma forma ya descrita sobre la huella hasta formar una capa de un centímetro más o menos. Se deja
secar y se retira, obteniéndose un molde bastante consistente.
Manejo y transporte de objetos que contengan huellas
Los objetos que contengan huellas deben manejarse muy cuidadosamente porque éstas se pueden destruir o
borrar con el menor roce con otras superficies o pueden dejarse, inadvertidamente, las propias. No es
recomendable el uso de guantes, porque con ellos casi siempre se borran las huellas y hay menos
seguridad para agarrar los objetos, los que pueden soltarse y romperse. Se recomienda tomar los objetos
por sus aristas, no tocando los costa-dos o partes planas, porque posiblemente allí están las huellas
digitales .
Los vasos, las botellas, cajas o algunos otros utensilios deben examinarse cuidadosamente tomándolos por
los bordes, usando los dedos y mediante una suave presión entre el filo superior y la parte inferior, lo cual
permite levantar dichos objetos sin tocar sus superficies ni rozar sus lados (costados).
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10. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Numerosas impresiones han sido inutilizadas por la manera como han sido transportadas de la escena del
crimen al laboratorio. Es una costumbre común y dañina la de envolver los objetos que contienen huellas
en un pedazo de papel o trapo. Se calcula que es necesario solamente una presión de 4 onzas para
hacer una impresión y mucho menor para borrarla. El papel al frotarse con la superficie del objeto es
suficiente para destruir la mayor parte del dibujo; de otro lado, la grasa que es lo que forma la huella
puede ser fácilmente absorbida por el papel haciendo casi nula la acción de los reveladores, pues su
reacción será igual a la de las impresiones viejas. El polvo revelador caerá dejando una cantidad
insignificante en las crestas.
Los vidrios y otros objetos planos, que puedan contener huellas latentes se toman por sus aristas
levantándolos con un cuchillo que se introduce debajo de dichos objetos. Pueden ser transportados con
éxito, del siguiente modo: Se cortan varios pedazos de jebe en trozos pequeños de más o menos dos
centímetros cuadrados de superficie, luego se examina el objeto que se quiere transportar buscando los
lugares donde no pueden haber huellas; se adhiere a estas partes los pedazos de jebe, en seguida se
coloca en una caja de cartón grueso reposando la superficie! plana del objeto sobre el jebe, lo cual
permitirá que esté protegido contra la superficie del fondo de la caja. Una vez acondicionado así se cubre
bien la caja evitando que le entre polvo o corrientes de aire, los cuales siempre tienden a eliminar la
humedad de las huellas.
Si no se consigue jebe, puede escogerse una caja de cartón un poco más pequeña que el vidrio que se quiere
transportar. Se hace en ella dos cortes a lo largo de sus lados y se inserta a través de dichos cortes el
vidrio, amarrando la caja con una cuerda para evitar que el vidrio se zafe..
En realidad sólo se requiere un poco de ingenio para transportar cualquier objeto" que pueda contener
impresiones latentes, sin que éstas sufran deterioro alguno.
Para transportar objetos que contengan huellas existen en algunas dependencias policiales cofres especiales
con una serie de comodidades para sujetar los objetos a transportarse. En la práctica, casi siempre, nos
valemos de medios ocasionales tales como cajas de cartón, pedazos de madera, cordeles, clavos,
corchos, etc., para con ellos asegurar dichos objetos. Lo esencial es aislar el objeto que contiene las
huellas para que no entre en contacto con las paredes de la caja que va servir de embalaje, de suerte que
la huella esté totalmente aislada tanto de cualquier frotamiento con otras superficies, como también del
contacto con el polvo, humedad, calor, etc., que pueden ocasionar daños en ellas, haciendo difícil su
revelado. Ya sabemos que las cajas deben ser debidamente rotuladas, con las formalidades explicadas
en capítulos anteriores.
Embalaje de evidencias
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11. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
El proceso de acondicionamiento de los objetos que contienen huellas, para su transporte se llama embalaje. El
transporte de estos objetos debe hacerse con todos los medios de seguridad, a fin de evitar en primer lugar
extravíos y en segundo lugar que la demora excesiva cause perjuicios en las muestras que se envían, pues
deben llegar al laboratorio frescas e intactas para facilitar los análisis y asegurar resultados efectivos.
Los paquetes que contienen evidencias deben ser sellados y si fuera posible, lacrados, con una indicación que
diga "evidencia: no se abra". Debe acompañarse a más de las indicaciones ya establecidas un informe en el
cual se explique el examen que se solicita; indicando, además, si el resultado del examen debe ser retenido en
el laboratorio o debe ser devuelto al peticionario. Puede ser conveniente, en algunos casos, que la muestra
quede en el laboratorio para futuras comprobaciones. Ejemplo:
Sospechoso ........ “desconocido
Víctima .......... José Kivas
Delito .......... Asesinato
A quien se dirige ..... Para el laboratorio técnico
de tal parte..............
1.—Bajo cubierta separada se somete para el examen la siguiente evidencia del caso arriba indicado:
a) Pieza de convicción""A" (Bala extraída del cadáver de José Rivas).
b) Pieza de convicción "B" (Pistola automática, calibre 32, No. 034556),
2.—Se solicita que se haga un examen para determinar si la pieza de convicción "A" fue disparada por la pieza
de convicción "B".
3.—Las piezas de convicción arriba mencionadas pueden ser retenidas en el archivo del laboratorio, pendientes
del resultado del examen.
El Comisario.
A) —INDAGACIÓN Y ESTUDIO DE LAS HUELLAS
Las huellas son señales o vestigios materiales de un hecho delictuoso que quedan como resultado del contacto
de un objeto sobre otro.
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12. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Podemos dividirlas, como ya hemos adelantado, en:
a).—Huellas de tipo papilar, o sea las que dejan la superficie de la piel, tales
como las huellas de las yemas de los dedos, de la palma de la mano, de la
planta de los pies. etc. En esta clase de huellas se estudian primordialmente
los dibujos que forman las salientes y entrantes (crestas papilares y surcos
interpapilares) que se notan en ciertas partes de la piel.
b).—Huellas de naturaleza no papilar, que comprenden, con prescindencia de
las anteriores, toda clase de huellas que pueden ser producidas por el cuerpo
humano, por los animales, por determina-dos objetos o instrumentos del
delito. Por tanto, estas huellas podemos agruparlas, a su vez, en:
—Huellas producidas por el hombre;
—Huellas producidas por animales: y
—Huellas producidas por objetos diversos.
3 —HUELLAS PRODUCIDAS POR ANIMALES
Comprende las siguientes:
— Huellas de animales mamíferos.
— Huellas de aves.
Huellas de animales mamíferos. — Pueden encontrarse estas huellas en el
lugar del suceso, principalmente en los siguientes casos:
— Cuando el delincuente ha llegado al lugar del hecho a caballo o en un
vehículo jalado por animales o acompañado de éstos; por ejemplo, un perro.
— Cuando el delito (robo, homicidio) ha sido realizado por un animal
amaestrado o no, por ejemplo, un mono, un perro, un lobo, etc.
— En los daños originados por animales en la propiedad agrícola o
agropecuaria.
— En los casos de muerte natural, cuando el cadáver ha sido roído o
devorado por animales, etc.
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13. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Las huellas que dejan los animales pueden ser de las siguientes especies:
a. — Huellas papilares Cierto número de animales como el mono, el perro, el zorro, el papagayo, el canguro,
etc., presentan en sus patas dibujos papilares en forma de puntuaciones desordenadas, otras alineadas,
crestas papilares con dibujos cerrados, con dibujos abiertos, etc. Algunos animales como los vacunos,
caballar, perros, etc.. presentan crestas papilares en las mucosas de la nariz y piel desnuda de los belfos.
Dichas huellas pueden quedar cuando estos animales tocan con el hocico ciertos objetos, o también
cuando por cualquier circunstancia se manchan con substancias colorantes u otras provenientes de
alimentos, pasto verde, etc. Bichas huellas pueden ser utilizables en no pocos casos.
b.—Huellas de pisadas.—El estudio de las huellas de pisadas de animales es muy interesante desde el punto
de vista del rastreo o fase reconstructora del delito y también desde el punto de vista de la identificación.
Se hacen descripciones pintorescas acerca del ras-treo que fue utilizado por el hombre, desde épocas
inmemoriales, para seguir las huellas de las fieras o de otros animales, sea con el fin de defenderse de
aquéllas o de atrapar a éstos como medio de subsistencia.
Se dice que en la edad media, el rastreo o "montería" constituyó una ocupación de privilegio y de técnica
avanzada, que requería de mucha reflexión, juicio, tacto y experiencia. En algunos casos se trataba de
determinar sin verlos, el número de animales en medio de un bosque. "Por las impresiones o huellas de
sus patas en el suelo, por las roturas y mordisqueos de las ramas a cierta altura, por las deposiciones o
guanos, más o menos voluminosos, más o menos duros o coloreados, deducían: la edad, sexo, talla y
estado nutritivo (gordos o flacos) de los animales. Una vez señalado el animal del grupo que deseaban
cazar, no perdían el rastro, pasara éste por donde fuere. Finalmente, reconocían sus huellas, en
cualquier"momento y terreno y las distinguían de las de los demás animales de la misma especie y edad".
Esto que parece leyenda es verdad; será suficiente al lector, consultar con los ganaderos y los pastores para
comprobar la gran inteligencia y capacidad que despliegan para rastrear a sus animales y conocer sus
pisadas.
El estudio de estas huellas es particularmente útil en nuestras serranías para la persecución del abigeato.
Nuestros rastreadores criollos saben por las pisadas de los animales y por las huellas que dejan. s¡ iban
cargados, heridos, cansados, con cabestro o libre. Si se detuvieron un rato largo o breve; si se cambiaron
las herraduras, si iban a! paso, al trote, al galope, etc. Como dato curioso debemos indicar que no hace
mucho los periódicos de Lima dieron cuenta que unos indígenas habían efectuado robos de ganado y
para evitar sus rastros habían cubierto las patas de los vacunos con trapos y otras telas.
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14. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Hay que tener presente que muchos animales salvajes pueden dejar sus huellas en el lugar del hecho, por lo
cual el rastreo debe servir para hacer una reconstrucción mental de lo ocurrido y para dilucidar si el hecho
se debe efectivamente a un animal o si se trata de una simulación para encubrir un delito. Por otra parte
nos permitirá reconocer la dirección de donde vino y a donde fue el animal después de producido el
hecho, así como los movimientos efectuados por éste en el sitio mismo del suceso. Es fácil diferenciar las
huellas de un puma de las de un perro o un zorro, por ejemplo. Entre los animales domésticos es
interesante estudiar las huellas de vacunos, caballos, mulas, perros, gatos, monos, etc., que en una u otra
forma pueden tener alguna significación en las investigaciones de delitos. No es difícil diferenciar las
huellas de caballos, mulos y asnos, aun cuando llevan herraduras; en este último caso es importante el
estudio de los desgastes del herraje y de los clavos.
Como ya es de práctica, estas huellas se fotografiarán o se moldearán, según los casos y posibilidades, a fin
de hacer estudios comparativos. Es demás indicar en este aspecto, que los laboratorios deben tener
muestras de pisadas de los animales domésticos para hacer comparaciones y otra clase de estudios
c.—Huellas de mordeduras.— Muchos animales, como caballos, mulos, perros, etc. pueden ocasionar
lesiones graves de esta naturaleza. El estudio se hace más o menos como en el caso de mordeduras
humanas, mediante la comparación de las huellas que dejan los dientes.
d.—Heces.— Los excrementos de los animales sirven para identificar y reconstruir circunstancias del delito.
Según su color, forma, constitución, tamaño, etc., se pueden 'hacer muchas deducciones no sólo para
identificar al animal sino también para saber qué clase de alimento ingirió.
e.—Pelos.—Los pelos de los animales son medios magníficos tanto para identificarlos como para reconstruir
ciertos hechos. Casi siempre los animales dejan sus pelos cuando se recuestan en el suelo o cuando se
frotan contra una pared, una madera, estacas, etc.
f.—Uñas.— Los gatos, perros, etc., también pueden dejar huellas de uñas, que deberán analizarse con
detenimiento para no confundirlas con huellas de humanos, que difieren notablemente por la forma de las
uñas.
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15. PROCEDIMIENTOS DE REPRODUCCIÓN Y
CONSERVACIÓN DE EVIDENCIAS
Huellas de aves.— Las aves, sean domésticas o de rapiña, pueden también dejar sus huellas, sean de
pisadas, de picotazos o de arañazos. En todo caso siempre será conveniente asesorarse con entendidos
en crianza de aves o caza de los mismos, pues, ellos son buenos conocedores de esas huellas. En el
lugar del hecho, a más de las huellas en referencia pueden quedar restos de plumas; éstas son muy
importantes tanto para reconstruir el hecho como para identificar a los animales. Así la existencia de
plumas en un costal, en un cesto, en un lavatorio, etc.. será prueba de que esos objetos sirvieron para
transportar aves o que después de muertas sus plumas fueron depositadas en el lavatorio. Un examen
más meticuloso puede indicarnos la pronuncia de chamuscaduras (quemaduras) o roturas de las plumas,
producidas por el uso de perdigones en casos de caza clan-destina de aves.
La búsqueda y el estudio de las plumas se hacen en forma similar al de los pelos, del cual trataremos
después. Tanto los pelos de los animales domésticos como las plumas de aves de corral pueden también
buscarse en la persona del sospechoso. En casos de robos de aves, podemos encontrar en el cuerpo del
ladrón no sólo plumas sino también excrementos y otras clases de manchas orgánicas de estos animales.
Son frecuentes los casos de bestialismo en que ciertos ladrones o degenerados cometen aberraciones
sexuales con las aves y otros animales.
G—INDAGACIÓN Y ESTUDIO DE LAS MANCHAS
Llamamos manchas a las modificaciones que pueden sufrir diversos cuerpos en su coloración, como
consecuencia de haber estado en contacto con otras sustancias o cuerpos capaces de trasmitir su color u
de ocasionar borrones (manchones).
Las sustancias que pueden producir manchas pueden estar en estado sólido, líquido o gaseoso. Está demás
indicar que la policía solamente estudia aquellas manchas que tengan alguna relación con los delitos y
que por tanto puedan servir para el descubrimiento de delitos o para la identificación de los delincuentes.
Las manchas podemos clasificarlas en:
a) Manchas de naturaleza orgánica; y
b) Manchas de naturaleza inorgánica.
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16. MANCHAS DE NATURALEZA ORGÁNICA
Son aquellas producidas por sustancias orgánicas sean de origen animal o vegetal. Su estudio comprende
las siguientes manchas:
1.—Manchas de sangre.
2.—Manchas de semen o esperma
3.—Manchas obstetriciales
4.—Manchas de leche y calostro
5.—Manchas de saliva
6.—Manchas de orina
7.—Manchas de materia fecal
8.—Manchas del contenido estomacal
9.—Manchas de sudor
10.—Manchas de secreciones
11.—Manchas de picaduras de insectos
12.—Manchas de alimentos
13.—Manchas de estearina
14.—Manchas de grasa
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17. MANCHAS DE SANGRE
En un gran porcentaje de las actuaciones policiales, en el lugar leí suceso casi
siempre se encuentran manchas de sangre, trátese :le un delito contra la propiedad,
contra el honor sexual o contra la vida, si es que el delincuente ha actuado con
suficiente violencia, produciendo lesiones ya sea en su cuerpo o en el de su víctima e
indicando con sus características el cómo y el quién del delito.
La Guardia Civil no debe esperar que alguien le lleve hasta su mesa de trabajo estos
valiosos indicios u otros objetos manchados con sangre, sino que, constituyéndose en
el lugar del suceso, debe aprovechar tocios los preciosos elementos que la sangre, en
sus múltiples aspectos, aporta para la reconstrucción de los hechos y la identificación
del delincuente. Por la frecuencia con que se encuentra es-:a clase de manchas y los
interesantes datos que proporcionan en jada caso, su estudio va adquiriendo día a día
creciente importancia.
Estas manchas se estudian con doble finalidad: para reconstruir el delito y para
identificar al delincuente. Es decir, no solamente el estudia la composición bioquímica
de la sangre y las modificaciones que pueda sufrir, sino que también unido a estos
estudios de laboratorio se realizan otros de apreciación puramente lógico-policíaca,
para reconstruir los hechos mediante el estudio de las formas, situación, extensión,
cantidad, orientación etc., de las manchas sangrientas, que constituyen preciosos'
elementos de juicio para la policía, quizás más importantes que 'los resultados que
obtiene el técnico en el laboratorio. Sin embargo, este aspecto no puede ni debe
estudiarse unilateralmente; en todo caso debe examinarse simultáneamente con la
rama llamada identificadora, pues de otro modo quedará desarticulado y trunco,
mientras que estudiado en conjunto puede aportar soluciones brillantes e inesperadas
a los más arduos problemas de investigación criminal.
Las manchas de sangre como elementos reconstructores
Protección del lugar del hecho.— Será suficiente con que mencionemos que la
protección de esta clase de manchas debe hacerse con todo cuidado, observando las
prescripciones generales para la protección del lugar del hecho; por tanto, las
manchas de sangre que se encuentren se cubrirán con cajas vacías de cartón ú otros
objetos, para evitar su destrucción o deterioro, no permitiendo el ingreso de ninguna
persona al escenario del suceso.
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18. MANCHAS DE SANGRE
Dónde y cómo se buscan las manchas de sangre.— Estas manchas pueden encontrarse en diferentes sitios y a
veces en objetos y lugares impensados. Fundamentalmente deberá inspeccionarse:
— El lugar del hecho concreto;
— El cuerpo de la víctima;
— Los instrumentos del delito;
— El cuerpo y prendas del sospechoso;
— Lugares inmediatos al escenario del delito;
— Posibles caminos que haya recorrido el delincuente.
La búsqueda se hará en forma metódica, inspeccionando, metro por metro, todo el escenario del hecho: puertas,
ventanas, pisos, paredes, techos, etc. No siempre el policía encontrará manchas grandes de sangre, pues ello
es excepcional; sin embargo, aún en casos de robos pequeños, puede encontrar gotas o vestigios de sangre,
por cuanto el delincuente al ejercitar cualquier violencia, al abrir una puerta o tomar un objeto, puede
lastimarse, rasgarse la piel, pincharse con un clavo, etc., y como consecuencia dejar esta clase de manchas
que a veces quedan inadvertidas por el mismo malhechor.
Las manchas de sangre que quedan en las paredes de las casas o sobre diversos objetos, algunas veces no
presentan el color característico marrón rojizo, sino que presentan un color negruzco, verdoso, azulado o gris
blanquecino. Esos cambios de color son ocasionados debido a la pintura del empapelado de las paredes,
pintura o barniz de los objetos o telas. El revestimiento de yeso coloreado puede disolverse en la sangre
haciendo cambiar su color; así, la mancha de sangre en un empapelado de color dorado oscuro,
frecuentemente se torna de color verde, porque como la pintura dorada contiene cobre, se forma entonces el
óxido de cobre, cuyo color característico es el verde azulino; por otra parte, las manchas de sangre que son
expuestas al Sol se tornan de color gris blanquecino. Cuando las manchas se encuentran en superficies de
color oscuro, con frecuencia son difíciles de reconocer; en tales casos, el policía debe valerse de la luz de una
linterna eléctrica, pues está probado que las manchas aun secas contrastan notablemente con el fondo,
presentando un aspecto de barniz lustroso y brillante bajo la acción de la luz artificial.
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19. MANCHAS DE SANGRE
Muchas veces, las manchas de sangre no se encuentran en sitios directamente visibles, sino que se hallan en los
rebordes de las mesas o en la parte posterior de los cajones de éstas o de los escritorios, etc., en los que el
delincuente pudo haberse limpiado las manos o tocado simplemente al buscar dinero u otros objetos. También
debe examinarse los lavatorios, caños, etc., pues el delincuente pudo haber dejado residuos de sangre en el
agua o en las paredes del recipiente, al tratar de lavarse las manos. Por otra parte, pueden encontrarse
manchas de sangre en papeles arrojados a la basura, al suelo o algún rincón. En los pisos deben buscarse en
los intersticios de las tablas, losas o mosaicos, donde pueden encontrarse, no obstante haber sido limpiados.
Las prendas sospechosas se inspeccionarán detenidamente, lo mismo que las alfombras, paños, pañuelos,
bolsillos internos, etc.
En el sector rural deben buscarse no solamente en los patios, jardines, pasadizos, etc., sino también en los
caminos, en los muros, sobre las piedras, hierbas, arbustos, etc. Las prendas de los sospechosos deben ser
registradas minuciosamente, centímetros por centímetro, examinando los pañuelos, la camisa, el forro de los
bolsillos, los dobleces y costuras, etc. Asimismo, deben sacarse los residuos de las uñas.
La búsqueda de manchas de sangre reviste una gran importancia para las investigaciones. Por medio de ellas se
puede establecer la culpabilidad o inocencia de los sospechosos que hayan sido detenidos. Una mancha de
sangre que se encuentre en el presunto culpable y que corresponda, según los análisis del laboratorio, a la
sangre de la víctima, es una evidencia de valor indiscutible. En cambio, si el examen demuestra que la sangre
no es humana o pertenece a un grupo diferente al de la victima, entonces será también una prueba valiosa
para descartar la posible participación del sospechoso.
Las manchas de sangre pueden buscarse valiéndose de las siguientes ayudas:
—En casos apremiantes solamente con el auxilio de los ojos y la luz natural.
—Utilizando diversas lunas de aumento (lupa, etc).
—Utilizando una linterna eléctrica de mano.
—Utilizando la fotografía, pues, han habido casos en que las fotografías han revelado la existencia de manchas
subyacentes en pisos o alfombras lavados que, aparentemente, no presentaban ninguna clase de manchas.
—Utilizando la luz ultravioleta, que tiene la propiedad de dar una tonalidad diferente a la parte manchada con
sangre.
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20. MANCHAS DE SANGRE
Fijación de las manchas.—Es muy importante hacer la descripción y fijación de las manchas de
sangre. A más de las fotografías y croquis que deben hacerse de las manchas de sangre en conjunto
y de aquellas que revisten particular interés, es conveniente hacer una descripción escrita de los
sitios u objetos en que fueron encontradas, mencionando todas sus características, tales como forma,
color, dimensiones, dirección, etc. Esto es muy importante porque sirve para la reconstrucción del
hecho.
La disposición de las manchas de sangre, sea en la parte delantera o posterior del cuerpo de la
víctima o del sospechoso, así como la clase de prendas manchadas y la cantidad de charcos de
sangre, servirán para buscar alguna relación con las heridas sufridas ya sea por la víctima o el
sospechoso y para formular una serie de hipótesis acerca de si las heridas fueron producidas
espiando el individuo parado o echado, en vida o después de muerto, en el lugar donde fue
encontrada la víctima o en otro sitio, etc.
Gotas y salpicaduras.—Las gotas se producen usualmente cuando una pequeña cantidad de sangre
cae en el piso desde cierta altura, y las salpicaduras cuando un cuerpo sangrante recibe un golpe
sobre la misma herida o cuando el instrumento del delito que ha estado ensangrentado es movido
con alguna violencia; en tal caso se desprenden pequeñísimas cantidades de sangre que caen al
suelo, a las paredes o a determinados objetos. Sobre este particular es interesante examinar la forma
de las gotas de sangre que, en su mayoría, son circulares y de contornos netos, cuando caen de
unos cincuenta centímetros de altura; si la caída es de mayor altura, más o menos un metro,
entonces la gota se aplasta, formando un disco circular de cuya periferia brotan salpicaduras
uniformemente distribuidas, dándole el aspecto de un contorno dentado que se asemeja al filo de un
serrucho. Estos dentados se alargan más cuando la gota cae de una altura que oscila entre un metro
y dos metros. Cuando las gotas caen estando el herido en movimiento, en lugar de ser circulares, son
alargadas y las puntas más delgadas indican el sentido en que iba caminando el herido; la mayor o
menor longitud o alargamiento de estas gotas dependen de la mayor o menor velocidad con que iba
el herido.
La naturaleza del suelo influye también en las dimensiones que adoptan las gotas; así, no son de
igual tamaño las gotas que caen sobre tierra, cemento, asfalto, entablado, mármol o mayólica. Pero la
naturaleza del piso no influye en la forma de las gotas que casi siempre son las mismas. El
alargamiento de las gotas no siempre indica la dirección de marcha, pues en un braceo hacia atrás
puede caer una gota de un dedo que sangra, determinando una dirección opuesta a la de la marcha.
Este es un detalle que no debe perder de vista el policía para hacer sus deducciones.
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21. MANCHAS DE SANGRE
Rastros de sangre: Las redondeadas han caído estando el individuo
parado; las alargadas estando en movimiento. La flecha indica la
dirección de marcha del herido.
Transporte de las manchas.—Si las manchas aparecieran en objetos
pequeños, éstos deberán ser transportados hasta el labora torio con
todas las precauciones del caso, para que los técnicos las recojan y
las analicen. Pero si estuvieran en muebles grandes u objetos que no
pudieran ser transportados, entonces, antes de rasparlas, se
fotografiarán, a fin de conocerse con certeza los lugares que
ocupaban originalmente, o en su defecto, con este mismo objeto, se
harán ligeros dibujos o croquis de la posición o forma que
originalmente tenían las manchas registradas. Esta técnica ayudará
al policía no solamente a reconstruir los hechos sino también a
apreciar las contradicciones en que incurran los sospechosos o
testigos en el momento del interrogatorio. El transporte al laboratorio
deberá efectuarse sin que las manchas sufran contaminaciones con
objetos o sustancias extrañas, para lo cual se las protegerá
convenientemente, si estuvieran secas cubriéndolas con papel
blanco y limpio. Las raspaduras, ya sea que provengan del suelo o
de la superficie de otros objetos deben colocarse en sobrecitos de
celofán o papel blanco, enteramente limpios. Sin embargo, el mejor
procedimiento consiste en depositarlas, en lugar de los sobres, en
tubos de prueba o frascos de vidrio enteramente limpios. ,
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22. MANCHAS DE SANGRE
Los objetos pequeños manchados de sangre deben transportarse en cajas de cartón, bien acomodados para que no
sufran roturas o rozamientos. Las armas deben embalarse en la misma forma como si tuvieran huellas
digitales. Las prendas manchadas de sangre no deben doblarse, sino después de que se hayan secado las
manchas al aire libre; de ninguna manera deberá usarse calor artificial. Ya en este estado, sin doblar en lo
posible por la par-te manchada, se deberá acomodar en el acto del embalaje. Si dichas prendas se remitieran
con las manchas aún húmedas, entonces la sangre entraría en descomposición y no serviría para los
exámenes del laboratorio.
Las manchas secas pueden rasparse cuidadosamente con una cuchilla fina, pero si fuera difícil desprenderlas,
puede, en tal caso, remojarse una tela de hilo blanco, bien lavada, en una solución de goma de acacia y luego
presionar sobre las manchas hasta que éstas se adhieran a la tela, lo cual puede lograrse en pocos minutos si
las manchas son frescas, pero si son muy antiguas puede demorar varias horas y hasta todo un día. Después
se separa la tela y se envía al laboratorio. Las manchas de sangre en tierra se recogerán junto con el terrón y
se depositarán en un frasco de cristal limpio. En este caso deberá cuidarse que la tierra no contenga gusanos o
insectos (lombriz) porque éstos se comen la sangre. Es conveniente tomar muestras de comparación de la
tierra de los lugares adyacentes. Cuando se encuentren manchas sobre hierbas, hojas cíe arbustos, etc., se
cortaran y depositaran en un recipiente de cristal o caja de cartón.
La sangre aún no coagulada puede recogerse en un tubo capilar o una pipeta, desde donde pasará a un tubo de
ensayo. Cuando se encuentren manchas sobre el tapizado de un mueble que no pueda ser cortado ni
transportado, para recogerlas se debe colocar debajo de la tela un papel secante blanco y limpio; echar
enseguida sobre la mancha, con un gotero, una solución salida fisiológica y luego frotar el tejido manchado con
una varilla de cristal hasta que el secante haya absorbido una buena porción de la mancha. Se dejará secar el
papel secante y se remitirá al laboratorio con una descripción del procedimiento empleado. Las manchas deben
ser en-viadas al laboratorio en el menor tiempo posible, porque toda demora da lugar a mayores alteraciones
en la muestra. Debe indicar-se en la hoja de remisión si la mancha está contaminada o si ha sido expuesta al
calor; debe igualmente acompañarse una descripción del método empleado en su preservación.
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23. MANCHAS DE SANGRE
Edad de las manchas.— Es posible calcular, mediante el estudio de la coagulación, el tiempo transcurrido desde
que se forma-ron las manchas, pues, éstas se coagulan en 10 ó 20 minutos, dependiendo de la cantidad de la
sangre y de la superficie en que esté contenida. Igualmente, el estudio de la desecación es interesante, aunque
esta circunstancia depende de la temperatura, la humedad, naturaleza de la superficie en que se encuentre y
del tamaño de la mancha. Una mancha de 5 a 6 centímetros de diámetro, aproximadamente se seca, en
condiciones normales, entre 50 y 60 minutos. Las manchas empiezan a secarse por la periferia; la exposición
continua al viento y al Sol acelera la desecación. La sangre se seca más lentamente en una superficie no
absorbente, como el vidrio o el metal, que en superficies absorbentes como el algodón o la tela.
Color de las manchas.— Las manchas de sangre no tienen un color uniforme. Este varía según el material en el
cual se encuentran y el tiempo de ellas. Las manchas frescas, húmedas aún, tienen un color rojo brillante. Una
vez secas adquieren un color escarlata oscuro. Este color cambia generalmente a un color pardo oscuro al
exponerlas a la luz del día. Generalmente se requiere de 1 a 10 días para que se produzca este cambio,
después del cual ya no sufren alteraciones. Ya hemos visto que en ciertos casos las manchas pueden
presentarse de color verdoso, negruzco, amarillento y grisáceo, lo cual ocasiona que se confunda manchas de
sangre con otras.
Las manchas de sangre como elementos identificatorios
Tratamiento en el laboratorio.— Los métodos de estudio y análisis de la sangre se han perfeccionado a tal extremo
que disponiendo de una cantidad suficiente de muestra, se puede diagnosticar con exactitud las siguientes
cuestiones:
—¿La mancha es de sangre?
—Si no es de sangre, ¿de qué es?
—Si es de sangre, ¿es humana o animal?
—Si es de sangre animal, ¿de qué animal es?
—Si es de sangre humana, ¿de qué tipo es y a quién pertenece?
—Si la mancha fue producida por otros fluidos corporales en vez de sangre ¿de qué clase es?
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