2. Lo que debes tener para realizar un
video
• Tienes una réflex de los últimos años? ¡Felicitaciones!
Por si no lo sabías, tienes una maquina de producir
vídeos que ha sido utilizada en la grabación de series y
películas del más alto nivel. El vídeo en las cámaras de
fotos siempre fue como el hermano
con problemitas en el ámbito de la fotografía.
Usualmente era malo, de baja calidad y lleno de
problemas; una especie de regalo extra del cual nadie
esperaba nada. Pero con el paso de los años la
tecnología mejoró, al punto que hoy tenemos sensores
que si bien tienen una gran diferencia con los del
ámbito profesional, los que ya están en las réflex
actuales son más que decentes.
3. AUDIO
• Así como antes todo el modo vídeo era un regalo, un
extra en las cámaras de fotos, el audio sigue siendo
parte de esta línea de pensamiento. Hay un gran
contraste entre calidad de imagen y calidad de sonido,
cuyo principal culpable es el micrófono interno de las
cámaras. Usualmente es un pequeño micrófono mono,
a un costado del cuerpo, que además de ser de baja
calidad suele estar acompañado por AGC —Automatic
Gain Control— que lucha con la ganancia de este,
subiendo y bajando sus valores lo que arroja un
hermoso festín de saturaciones y volúmenes bajos.
4. PASO 1
• El primer paso, si es que tu cámara te lo
permite, es deshabilitar AGC. Algunas
cámaras de gama alta traen la posibilidad,
mientras que otras lo traen activado por
defecto y no se puede cambiar. Los usuarios
de Nikon en este último caso no pueden hacer
más nada, mientras que los de Canon —y solo
con unos cuantos modelos— pueden recurrir
a Magic Lantern para deshabilitarlo a la
fuerza.
5. CONTROLES MANUALES
• Si, el modo P —o automático— al tomar fotos es
más que útil y probablemente lo utilices el 90%
de los casos, pero el modo vídeo y los controles
automáticos no se llevan bien. El cumpleaños de
tu tía seguramente será perfecto para los
controles sin control, pero si vas a grabar algo
serio deberás ajustar los valores a mano. Por
suerte todas las réflex de gama media/alta e
incluso algunas de la baja soportan el ajuste
manual, así que estas de suerte.
6. Foco o profundidad de campo
• El primer problema que entra en conflicto con el
diafragma y la velocidad de obturación es el
hecho de que el foco no es automático. Esto
significa que debes tocar la rueda de enfoque
dependiendo de la acción de la escena y se puede
traducir en movimientos y trepidación de la
imagen. Aquí debes tomar una decisión: debes
elegir entre una profundidad de campo pequeña
y enfocar constantemente o una profundidad de
campo muy grande y dejar el foco tranquilo.
7. ISO automático
• Cambiar la velocidad —si es posible— o el
diafragma produce saltos en la exposición de
la imagen. Debido a que no puedes hacer una
transición suave, la exposición cambia de
repente y suele verse feo. Esto no sucede con
el ISO, al menos en su modo automático. El
ISO automático puede ser utilizado con los
controles manuales y produce transiciones de
exposición muy suaves que no saltan a la
vista.
8. Cuadros por segundo y resolución
• a resolución es un tema sencillo: cuanto más
grande mejor. No tiene sentido grabar a 720p
si tu cámara soporta 1080p, salvo que
realmente necesites aprovechar al máximo el
espacio disponible. Las resoluciones más
pequeñas sufren del efecto moiré y no están
aprovechando al máximo la resolución del
sensor —tampoco lo hace el 1080p, pero eso
es otra historia.
9. Extras
• Algunos extras te hacen la vida más sencilla a
la hora de grabar pero también requieren de
más experiencia y más dedicación al momento
de editar. Magic Lantern es la primera
recomendación, ya que desbloquea y agrega
muchas funciones relacionadas con la toma de
vídeo.