GLORIA AL ESPÍRITU SANTO, MOTOR PARA LA LIBERACIÓN INTEGRAL. Cap. 11
1.
2. Del Espíritu Santo no poseemos
imágenes. Es representado por
símbolos infrahumanos como el
viento, el fuego, la unción, el
agua o la paloma
3. ESPÍRITU
RUAH (Hebreo)
PNEUMA (Griego)
Ambos términos ligados a procesos vitales
Inicialmente el Espíritu Santo no es concebido como persona, sino
como una fuerza divina y original que actúa en la creación,
moviéndose en los seres vivos y actuando en los hombres.
- Se hace presente en los profetas (1 Sam. 10:1; Núm. 11:24-30)
- Está presente en algunos líderes políticos (Jue.3:10; 6;33)
- Está presente en la figura del rey (1 Sam; 16:13)
- Está presente en la vida de Jesús (Lc. 4;17-21)
- Se le promete a cada persona, para que tenga un corazón nuevo y
pueda inaugurar una nueva humanidad (Ez. 36: 26-27)
4. El Espíritu Santo surge como la fuerza de lo nuevo y como
una renovación de todas las cosas. Él está presente en la
primera creación (Gén.1:2) y en la creación definitiva que se
inauguró con Jesús. La actuación del Espíritu Santo es
eminentemente creadora, vuelta hacia el futuro. Él nos
mueve hacia la tierra prometida y hacia el destino que ha de
construirse y revelarse en el mañana.
El Espíritu Santo es la memoria de la práctica y del
mensaje de Jesús, esto no contradice lo anteriormente dicho,
sino que por el contrario lo complementa.
El gran hecho nuevo establecido por el Padre es la presencia
de su Hijo en la carne para que seamos hijos e hijas en el
Hijo (Rom.8:29). Esta encarnación es obra del Espíritu.
5. El Espíritu nos hace vivir filialmente en el seguimiento del Hijo
encarnado, recordándonos su sencillez, su coraje profético,
su humildad, su mentalidad de servicio y su relación intima
con el Padre.
La misión del Espíritu consiste en actualizar
permanentemente el significado de la encarnación como
proceso mediante el cual Dios-Hijo asume la historia con sus
transformaciones y la hace historia santa, historia de la
Santísima Trinidad. El Espíritu conserva la continuidad entre
aquel tiempo en que irrumpió el Hijo en la carne y el hoy de la
historia.
6. El Espíritu Santo nos libera de las opresiones del pecado y nos trae a
libertad “donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad” (1 Cor. 3:17).
Es el Espíritu el que rompe los horizontes que encarcelan el espíritu,
rompe las cadenas mediante las prácticas de liberación de los oprimidos,
mantiene viva la esperanza y encendido el espíritu utópico de un mundo
sin dominaciones y dirigido por la justicia y por la fraternidad.
El espíritu Santo es principio creador de diferencias y de comunión, él
es creatividad e irrupción de lo nuevo en medio del grupo, pero nunca en
sentido individualista, sino siempre para el refuerzo de la comunidad.
“Hemos sido bautizados en un solo Espíritu para ser solo un cuerpo “ (1
Cor. 12.13). Por muy diferentes que seamos, “judíos o griegos; esclavos
o libres, bebemos del mismo Espíritu” (1 Cor. 12.13). Nadie queda
reducido a una misma categoría, ni ve suprimida sus diferencias, por el
contrario, ellas enriquecen la comunidad.
7. EL ESPÍRITU SANTO, ETERNAMENTE CON EL
PADRE Y EL HIJO
La historia de la teología está llena de
polémicas sobre la procesión del Espíritu
Santo, llegando en 1054 a separar a las
dos iglesias hermanas, las ortodoxa y la
romana.
8. Base bíblica para
la procesión del
Espíritu Santo
“El me glorificará: porque tomará de lo mío, y os lo
hará saber. Todo lo que tiene el Padre, mío es: por
eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”
(Jn:16:14-15)
“Pero cuando venga el Consolador, el cual yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual
procede del Padre, él dará testimonio de mí”
(Jn.15:26)
“como me envió el Padre, así también yo os envío.
Después de estas palabras sopló sobre ellos
diciendo: Recibid el Espíritu Santo” (Jn. 20:22)
9. ¿Cómo entran el Padre y el Hijo en la procesión o espiración
del Espíritu Santo?
Posición Griega
El Padre es por excelencia Dios, principio y
fuente de toda divinidad, Él es el principio de la
generación del Hijo y de la procesión del Espíritu
Santo. Aunque son un solo Dios, se distinguen
por poseer propiedades distintas
Los griegos querían garantizar la divinidad del Hijo y del Espíritu Santo por el
hecho de que ambos proceden del Padre, que es la única fuente y el principio
último de toda la divinidad, ya que él es por excelencia Dios.
Intencionalidad
de esta vertiente
teológica
10. Posición Latina
Dios no es principalmente el Padre, sino la
Trinidad. El Padre al engendrar al Hijo se lo
entrega todo (Jn. 16:15), así el Hijo recibe del
Padre la capacidad de dar procedencia al Espíritu
Santo juntamente con el Padre. Por eso, al
proceder del Padre, el Espíritu Santo procede
también del Hijo, no como de dos principios, sino
de un principio solo.
Intencionalidad
de esta vertiente
teológica
Querían garantizar la divinidad de las tres personas mostrando que son
consubstanciales ; el Espíritu Santo posee la misma naturaleza que el Hijo recibió
del Padre; como la recibió el Hijo, él la entrega junto con el Padre al Espíritu Santo.
11. LA ECONOMÍA DEL ESPÍRITU SANTO: La
transformación y la nueva creación
El Espíritu es expansión y unión, diversidad y comunión, es amor que
revela a los otros y se revela por los otros. El Espíritu es acción y
transformación. El Padre representa siempre el carácter de misterio y de
profundidad inaccesible. El Hijo, en su economía, significa el arraigo de la
Trinidad en la historia humana. El Espíritu actúa universalmente en los
hombres.
Por la acción, es como el Espíritu realiza su obra en el mundo. Su acción
penetra en la acción humana, potenciándola y haciéndola verdaderamente
creadora.
El espíritu no actúa sólo en la multiplicidad de los hombres y de sus
procesos sociales, sino que ha hecho de la comunidad de los seguidores
de Jesús su sacramento privilegiado. De igual manera actúa en los
sacramentos, particularmente en la eucaristía; en este momento (eucaristía)