En el trabajo que publicamos sobre las corporaciones agropecuarias en Argentina señalábamos la necesidad de explicitar con nombre y apellido a quienes conforman los grupos económicos en nuestro país, cuál es la base de su poder y cuáles son sus verdaderos objetivos e intereses. Lo hacíamos porque consideramos que este conocimiento constituye el punto de partida para diseñar e implementar las políticas tendientes a modificar la actual situación que les permite a estos grupos económicos tomar decisiones y ejecutar acciones destinadas a orientar la actividad económica en su exclusivo beneficio y obtener ganancias extraordinarias a costa del resto de los sectores productivos y del trabajo, afectando directamente las posibilidades de un desarrollo económico autónomo y equitativo e impidiendo avanzar hacia una verdadera democracia con justicia social en nuestro país.