Gonzalo Molina Jaramillo, un abogado colombiano de 60 años, conoció a su hija Alba Teresa Suarez Galvis de 29 años después de 40 años. Después de investigar fotos en redes sociales, se dio cuenta de que tenía un parecido asombroso con su hija. La madre de Alba finalmente confesó que Gonzalo era el padre biológico. Gonzalo y Alba se reunieron por primera vez en el aeropuerto de Buenos Aires, Argentina, donde compartieron un fuerte abrazo. Gonzalo pasó los siguientes días demostrándole

1. EL RELATO
CONOCI UNA HIJA A LOS 29 AÑOS
Por: Gonzalo Molina Jaramillo
Abogado
Magister en Derecho Internacional Privado
Universidad de Buenos Aires
Republica de la Argentina
El pasado:
Tengo 60 años con una destacada profesión como la abogacía en Derecho
Internacional; he recorrido varios países del mundo, Dinamarca, Grecia, Italia, Reino
Unido entre otros. Soy abogado colombiano y argentino, estoy radicado en este país
hace siete años.
Lo sucedido:
En la primavera del año 2022, había realizado un viaje a la Corte Internacional de
Derechos Humanos en Rwanda Africa.
Al regresar a la Argentina, encuentro un mensaje de mi secretaria que alguien me
buscaba con insistencia, tal fue mi sorpresa era Adriana, la madre de mi hija, tengo
que decir nunca supe tenía una hija. Pues ya habían pasado 40 años desde que la
conocí en las costas del mar Caribe, concretamente en Santa Marta.
Procedí a llamarla para saludarla, le pregunté sobre su pasado¡, me dijo tenía dos
hijos, un varón de 32 años y una mujer de 29 años, esto último me hizo mucho ruido
en la cabeza, dado que la última vez, que vi esta mujer, fue en 1993, como hombre
de mundo, las cuentas no me daban, como para pensar esa niña fuera mi hija.
Como dije al principio la niña de 29 años me hacía mucho ruido en mi cabeza,
pensaba porque esta mujer tardó tantos años en buscarme, y para que lo hacía.

2. Como abogado procedí a encontrar la verdad ¡comencé la búsqueda por el
Facebook de Adriana, para ver si encontraba pistas, allí encontré las fotos de sus
hijos, enfoqué la revisión en las fotos de la niña de 29 años, observé, que la joven se
llama Alba Teresa Suarez Galvis, esto último lo notaba normal, pero seguí con la
búsqueda, procedí a mirar el Facebook de la joven, ya clausurado, y que aún están
sus fotos desde su niñez. Mire una por una las fotografías de esa red social donde
ella se publicaba; ¿tal fue mi sorpresa, que la joven tenía un asombroso parecido al
mío, mil preguntas cruzaron por mi cabeza, será que esta niña es hija mía’’, porque
su madre mintió tantos años, ¿cuál era la razón para buscarme?, Adriana me había
dicho que su hija había nacido el 26 de agosto de 1993, según mis cuentas para ese
año yo había estado en la ciudad de Bucaramanga. No es posible que la haya
concebido en ese tiempo.
Solo quedaba interrogar a su mamá. Lo hice el 10 de octubre del año 2022, y
efectivamente, esta mujer confiesa que su hija, el padre era yo, solicité a su mamá,
decirle la verdad a mi hija que yo era el padre, quedaba una duda, para poder
concebir mi hija había tenido que estar en esta ciudad en 1992.
Efectivamente, más temprano que tarde recordé, si lo había estado; conclusión
acepte era mi hija.
El reconociendo entre padre e hija.
Había escrito una nota a mi hija en el WhatsApp de su madre, donde le decía yo era
su verdadero papá.
Hacia las 12 pm, me puse en contacto con mi hija vía WhatsApp desde
ARGENTINA, fue algo muy emocionante poder verla, decirle yo era papá, su
emoción fue tal que no pudo contener el llanto, igual sucedió conmigo.
Durante los meses siguientes:
Nos entregamos en un idilio de amor de padre con su hija vía WhatsApp día y
noche, fueron los mejores momentos de mi vida antes del encuentro, y no era para
menos, pues era mi única hija.
El encuentro en Argentina el día 30 de diciembre de 2022:

3. Me dirigí presuroso al aeropuerto internacional Ezeiza para recibirla, llegue hacia las
2: 30 am, mire las pantallas y veía que el avión donde la traía llegaría a las 3:10 am.
Los minutos eran eternos y no pude contener mis lágrimas por la cercanía.
Llegaron las 4 am y por la puerta de inmigraciones apareció su figura vestida de
negro tal como lo había dicho, enfoque la mirada en ella, y ella en mí, siguió
caminando lentamente, y me quede paralizado al verla dirigirse a su papá, allí
estuve estupefacto hasta que llego a mis brazos los cuales le abrí:
Lo sentido en ese momento:
 Deseos de gritar al fin te conocí.
 Le abrace muy fuerte lo mismo ella.
 Su respiración muy cerca de mí.
 Su piel quemaba la mía.
 Su aliento muy cerca.
 Su corazón pegado al mío.
 Y sé que nuestro amor ese día se hizo más fuerte.
Los días posteriores al encuentro en Argentina:
No podría describir en palabras mi felicidad al tener mi adorada hija cada
mañana en mis brazos, durante esos días, me dediqué a demostrarle todo mi
amor por ella, entregué en mis besos y en mis frases de amor todo lo que sentía.
Mi carta para mi hija:
Día a día solemos dar por hecho que las personas que nos rodean saben
perfectamente todo lo que les queremos. Sin embargo, nunca está de más hacérselo
saber y recordárselo, ¿no crees hija? A veces, queremos expresar nuestros
sentimientos, pero nos suele costar demasiado. No es fácil describir con palabras

4. todo lo que queremos a alguien, y menos aún si no estamos acostumbrados a ello,
pues es la primera vez que convivimos juntos hija de mi alma.
¿Cuál puede ser la mejor opción? Sin duda alguna, una carta. En momentos
puntuales puede ser la solución y, además, un bonito regalo para ti.
Querida hija,
Ha pasado el tiempo desde la primera vez que te tuve en brazos en la Argentina y
todavía siento esa extraña sensación cuando te tuve conmigo. Parecías frágil o eras
frágil (o al menos lo parecías) pero tenías luz y una calidez que a día de hoy me
ayuda a soportar las noches más frías.
Hemos vivido momentos increíbles juntos, aunque de ellos seguramente no te
acuerdes mucho: tu primer beso para mí, tú primera palabra para decirme papá.
Han sido situaciones tan importantes que he grabado en mi mente siendo consciente
de que no se volverían a repetirse.
Sin embargo, hoy quiero decirte algo: el camino no va a ser fácil. Nadie te avisa,
pero la vida son un montón de situaciones difíciles, de obstáculos, de imprevistos
que se completan con gente maravillosa y momentos increíbles de felicidad que hay
que aprovechar al instante.
¿Por qué te digo esto? Quiero que te prepares. Un padre no está hecho para ver
sufrir a una hija pero es consciente de que ella tendrá que vivirlo y experimentarlo
para crecer. Sufrirás cuando ese chico no te corresponda, cuando una amiga te deje
de lado o cuando no te salga el examen o el trabajo de tu vida… Te preguntarás por
qué cuando pierdas a un familiar importante o cuando te encuentres perdida sin

5. saber hacia dónde tirar. Quiero que, en esos momentos, tengas claro una cosa:
de todo se sale. Te sentirás perdida, pero volverás a encontrarte.
Rodéate de personas que te animen y apoyen a seguir adelante, que como tu padre
confíen en ti, sabiéndote decir también cuando las cosas están mal hechas pero,
sobre todo, mantén tu mente positiva. La mente es fantástica pero también juega
malas pasadas. Por eso, es necesario que siempre te lleve por caminos de
esperanza, que nunca te sirva para hundirte sino para salir a flote.
Querida hija… No te lo digo muy a menudo, pero, cada día, estoy más orgulloso de
ti. Estoy orgulloso de que vayas sacando cada etapa con el mayor esfuerzo (porque,
al final, eso es lo que importa), estaré orgulloso de lo que hagas toda la vida siempre
que tengas presente el cariño, la empatía y la esperanza con la que tratas a todo el
mundo ahora mismo.
Por último, cuenta con tu papi siempre. Cuando veas que todas las puertas se
cierran, la mía estará abierta. Cuando creas que no hay salida, yo te ofreceré una
solución. Cuando pienses que nadie confía en ti, yo te daré el aliento que
necesites. Yo, tú padre, siempre estaré a tu lado.
Sé buena, pero, sobre todo, sé feliz.
Te amo con todas las fuerzas de mi corazón
Tú papi lindo¡¡¡¡¡¡
GONZALO MOLINA JARAMILLO