Monik no conocía las reglas básicas de comportamiento en las redes sociales, lo que le causó varios problemas éticos, morales y psicológicos. Primero, no sabía cómo comentar de forma respetuosa en Facebook. Luego, compartió información muy personal como fotos íntimas. Finalmente, insultó a una compañera en la escuela a través de las redes sociales y, como consecuencia, su foto fue publicada sin su permiso en un sitio para adultos.