La primera constitución peruana de 1823 estableció la forma de gobierno y dividió los poderes en legislativo, ejecutivo y judicial. Definió que la religión oficial era la católica y estableció los requisitos para ser ciudadano. El documento también describe los cambios en el sistema penal peruano desde la época colonial hasta inicios de la república, incluyendo el uso de la pena de muerte y otros castigos corporales.