SlideShare a Scribd company logo
1 of 12
Download to read offline
Fidel Toledo.
Prólogo
“Mi Abuelo y Yo” es una historia que se inspira
gracias a la llegada de un nuevo miembro de la familia.
Llega una nieta y cambia el ritmo de vida de una pareja
que ya llevaba casi cuarenta años de compartir la vida
juntos y para quienes ya su forma de llevar la vida estaba
enmarcada de una manera similar a como la iniciaron.
Juntos los dos sin más compañía, con la diferencia de
años compartidos, dos perritos de mascotas y las visitas
cotidianas de sus hijos a la casa materna. Aunque el
proceso del crecimiento de los hijos es de cierto modo
paulatino, no es fácil adaptarse a los cambios, después de
haberlos visto crecer, jugar, correr, pelear, llevar
amiguitos a la casa y la algarabía en la mesa a la hora de
comer, ahora el destino los volvía a sentar a los dos en la
mesa y en una casa vacía.
Este pequeño libro se desarrolla dentro de un
mundo real e imaginario, sin tiempo ni distancia en un
diálogo y el relato de cuentos de como era la vida en
tiempos pasados y que el abuelo hoy comparte con su
nieta.
Esta niña incursiona con su abuelo en un diálogo
sobre sus vivencias, el cual inevitablemente lo hace
regresar al pasado y a la vez permanecer en el presente.
El abuelo se ve obligado por la inocencia de las preguntas
de su nieta a recordar historias y plasmarlas en ese
pequeño pero mágico mundo de la niña, ella escucha e
interrumpe con ansias de saber más de cómo y porqué era
tan distinto su mundo al del abuelo.
Esta historia real e imaginaria combina la fantasía
con la realidad, llevando así al lector por un mundo que
bien puede ser parte de su historia vivida o tal vez los
sumerge en una dimensión que no conoció pero escuchó,
leyó o posiblemente vio en videos.
La niña escucha con atención los relatos de su
abuelo y trata de transportarse a ese mundo cuidando
cada detalle para viajar en su imaginación y en el tiempo
a esos lugares y recrearlos tal y como se los describe su
abuelo. El abuelo para hacer sus relatos más coloridos y
llamativos, les imprime unas pinceladas de fantasía en la
descripción de los lugares y les da un toque aromático a
las vivencias para mantener a su nieta cautivada y
sumergida en ese misterio.
Así de forma paulatina, a paso lento por los detalles
de los relatos el autor lleva de la mano al lector hacia un
mundo tierno y fresco como una mañana primaveral hasta
visualizar con la imaginación y la lectura esa relación de
un abuelo con su nieta, combinando distintas
circunstancias y distintas épocas de la vida, diferentes
momentos pero con relaciones similares, la bella relación
de una nieta con su abuelo y es así como nace esta
historia de “ Mi Abuelo y Yo”.
La Historia de “Mi abuelo y yo”.
En mi camino por la vida, siempre he encontrado
un ángel en la vía, dándome la mano, indicándome el
camino, ayudándome a tomar decisiones correctas para
continuar y alcanzar mis objetivos. Pero esta vez
caminaba en una nueva avenida desconocida para mí,
comenzaba a oscurecer y en cada esquina que pasaba me
encontraba un grupo de personas que como un pequeño
escenario presentaba de forma teatral las distintas etapas
de mi vida y entre el grupo podía verme a mi mismo
disfrutando, sonriendo, llorando y luchando para poder
continuar.
La verdad no entendía lo que estaba pasando si era
un sueño, una realidad o me había transportado a otra
dimensión. De pronto al mirar hacia adelante me
sorprendí. Ya no había nada más que mirar, era como si
ahí mismo se terminaba toda la existencia y forma
viviente. En esa incertidumbre estaba, era un 24 de Julio
de 2015, cuando de pronto fijé la mirada en el fondo
infinito frente a mí que era muy oscuro e incierto y
alcancé a ver una pequeña pero radiante lucecita, un
rayito de luz que se acercaba cada vez, moviéndose en
todas direcciones a una velocidad indescriptible.
Ese rayito de luz se acercaba a mí sin sufrir ningún
cambio en su tamaño ni en la intensidad de su brillo,
solamente alternaba haciendo cambios de colores, era un
rayito de luz que en su avanzar dejaba un destello de oro
tan brillante como el mismo sol.
Finalmente llegó nuestro encuentro, yo firme y un
poco nervioso lo esperaba ansioso y el rayito de luz que
no paraba ni por un instante moviéndose en todas
direcciones, comenzó a recorrer toda mi existencia, era un
silencio profundo, pero con melodía sinfónica, de pronto
se detuvo a la altura de mis ojos y comenzó nuevamente a
cambiar su brillo en tonalidad y colores, el silencio se
hizo presente y un una voz angelical me dijo: Hola
abuelo, no te asustes voy en camino, todo va a estar bien,
ya pronto estaré en tus brazos.
Este fue mi primer encuentro con mi primera y
única nieta que tengo hasta la fecha, fue la primera vez
que gracias al avance de la tecnología logré mirarla por
medio de una pantalla grande de un televisor en la que se
mostraba el ultra sonido, vi sus movimientos y escuché
los latidos de su pequeño y frágil corazóncito.
Esta historia nace en un lugar donde se mezcla la
fantasía con la realidad y el tiempo deja de ser el factor
que rige el ritmo de la vida. Eran las cuatro de la tarde,
comenzaba a marcarse en el azul celeste el fin del día. La
niña y su abuelo estaban acostados en la grama del patio
trasero de la casa con la mirada esparcida en todo el
firmamento, descubriendo las distintas formas que
tomaban las nubes mientras se desplazaban según la
voluntad del viento.
La niña comenzaba a relacionar la forma de las
nubes con algún animal o escena de alguna película que
había visto, el abuelo dándole crédito a lo que la niña
expresaba ampliaba más su imaginación y le cantaba
canciones de niños relacionadas con lo que ella
imaginaba. Ella miraba a su abuelo y le seguía el ritmo
de la melodía, la cantaba pero le inventaba la letra hasta
que al final los dos cerraban el canto con carcajadas y
palabras que invitaban a buscar otra figura formada por
las nubes.
Entre risas y muecas continuaban la conversación
que por la curiosidad de la nieta, quien escuchaba y
preguntaba se fue convirtiendo más bien en algo parecido
a un monólogo. Esto por que la intervención de la niña
obligaba al abuelo a una larga exposición con matices y
pinceladas para dibujar la respuesta de la mejor manera y
así su nieta logrará comprender la respuesta a su
pregunta.
Mira, mira esa nube dijo el abuelo, parece un
trompo, la niña suelta una carcajada al escuchar esa
palabra y repite, ¡Un trompo! Vuelve sus ojos hacia el
firmamento como buscando la nube con la figura que le
dijo el abuelo y a los pocos segundos mira fijamente al
abuelo y le pregunta. ¿Qué es un trompo? El abuelo al
instante se da cuenta que el trompo para la niñez actual ha
dejado de ser juguete que todo niño quiere tener, que hoy
en día la mayoría de los juegos son electrónicos y con
muy, pero muy poca actividad física y que el trompo es
hoy un juguete de muy poca aceptación y prácticamente
ya extinguido.
Entonces el abuelo respondió invitándola a sentarse
en la grama y en una parte que no había grama solo tierra
le dibujó un trompo y le dijo: Los trompos con los que
jugábamos en aquellos tiempos eran de madera, era como
un cono redondo, ancho en la parte de arriba y se hacía
angosto en la parte de abajo hasta terminar en una punta.
¿Y cómo jugaban eso? Preguntó la niña.
Era muy fácil mi pequeña. Le enrollábamos una
manila que era como un cablecito de abajo hacia arriba y
luego lo tirábamos con fuerza hacia la tierra y comenzaba
a bailar. Al escuchar esa expresión, la niña vuelve con otra
carcajada, se pone de pie y simulando un baile le dice, así,
así bailaba tu trompo abuelo mientras seguía con su risa.
El abuelo al ver la ocurrencia de su nieta también soltó en
carcajadas y luego él sentado y la niña parada a su lado
simulaban bailar y se hacían muecas el uno al otro sin
parar de reír. El abuelo continuó diciendo, bailar el
trompo le decíamos cuando lo tirabamos al suelo y al
desenrollarse de la manila comenzaba a dar vueltas. En mi
barrio todos los niños jugabamos trompo en la calle. Por
lo general lo jugabamos en las tardes después de clase y
de haber hecho nuestras tareas escolares.
¿Y cómo jugaban en las calles con tantos carros
que pasan abuelo?
Ay mi niña de ojos color de mar. En aquellos que
fueron mis tiempos de niño y en ese pueblo que me vio
nacer hace ya más de 50 años, no existían muchos carros,
uno que otro pasaba de vez en cuando por donde
estábamos jugando. Y sabes, no se por qué, pero el
tiempo de jugar con los trompos era en invierno, es como
si la lluvia llevara los trompos a las tiendas de mi pueblo.
Algunas tiendas los ponían en las puertas de
entrada en canastos, otros los amarraban uno a uno de tal
forma que parecía un tren de trompos, colocaban un clavo
en el marco de la puerta de entrada y ahí los colgaban
para que los viéramos y llegáramos a comprar. Los
mejores eran los que hacían de un árbol de madera dura y
sólida que se llama guayacán. Los más caros y los
mejores bailando eran esos.
La niña interviene y le dice: Yo no tengo un trompo
abuelo, pero si muñecas y cocinas de baterías que
parecieran que de verdad estoy cocinando, también
juegos electrónicos y a veces cuando voy a tu casa la Tita
(nombre cariñoso como llamaba a su abuela) me presta su
celular en el que veo videos y también disfruto los juegos
electrónicos. ¿Tú que jugabas cuando tu abuela te
prestaba su celular?.
Al escuchar esa pregunta, el abuelo la miró
fijamente y soltó una carcajada de esas que no puedes
parar de reír, como cuando escuchas un buen chiste. Fue
tan espontánea y alarmante que la nieta se asustó. Cuando
por fin pudo contener su risa le dijo.
Mi niña, en mis tiempos ni siquiera nos
imaginábamos que los celulares llegarían a existir. En mi
pequeño pueblo quizás existían unos 50 teléfonos
convencionales en las casas y ahora ya ni en las casas los
usamos, todos tenemos celulares. Esos teléfonos de mis
tiempos había que darles vuelta a una ruedita que tenían
al frente, esta ruedita tenía los números del 0 al 9. Si
tenías que llamar al número 16, ponías el dedo primero en
el número 1 y hacías girar la ruedita hasta una marca que
tenían y luego hacías los mismo con el 6 y así estabas
llamando a la casa que tenía el teléfono número 16. Si por
alguna razón no te podías comunicar o no sabías el
número al que querías llamar, entonces llamabas a la
central de telefonía, ahí te contestaba un trabajador de las
comunicaciones y te preguntaba con quién querías hablar,
tú le dabas el nombre de la persona y él llamaba desde su
oficina a esa persona y así te comunicaba para que
pudieras hablar. Era solo para hablar, te ponías un aparato
más o menos como un plátano, con una punta en la oreja
para escuchar lo que te decían y la otra cerca de la boca
para contestar o hablar con esa persona. JaJajaja esta niña
con sus preguntas, celulares en tiempos de mi abuela.
Solo ocurrencias sos mi pequeño ángel.
Luego de la plática de trompos y celulares se
volvieron a acostar en la grama en busca de más nubes
para encontrar a que se parecían. Hubo un silencio,
ambos callaban mirando al firmamento, hasta que
finalmente la niña le dijo: esa nube tiene forma de
unicornio.
Después de haber dicho lo que según ella tenía
forma esa nube. Volteó a ver a su abuelo y le preguntó.
¿En tus tiempos había unicornios, tú los conociste o
tuviste uno?
El abuelo pensó un poco antes de contestar, pues no
quería destruir esa ilusión o sueño que tenía la niña sobre
ese animal mitológico, pero a la vez quería que entendiera
la diferencia entre la mitología y la vida real, pero al verla
tan pequeña e inocente prefirió contarle una historia para
evadir la respuesta a la pregunta.
Mira mi niña, te voy a contar un cuento. Este
cuento tiene que ver con lo que ha pasado en nuestro
planeta y la presencia de nosotros los humanos al ir más
allá de las fronteras naturales.
¿Y cómo se llama el cuento abuelo? Preguntó la
niña.
El cuento se llama “El bosque encantado”, le
respondió el abuelo.
Este era un bosque, un bosque que si tú lo vieras
pensarías que está encantado o como extraído de una
película como esas que tú ves, en el permanecía la
armonía, paz y dicha entre los animales, la flora se
encargaba de adornar los distintos sitios luciéndose con
sus creaciones en distintos paisajes y en distintas épocas
del año que en la actualidad serían la envidia de cualquier
pintor. Los animalitos se protegían con tanta flora ya que
esto les servía de camuflaje y la fauna le ponía el encanto
musical con cantos de pájaros, rugidos de fieras,
maullidos de crías, etc.
Un día el bosque sufrió un cambio que terminó con
la tranquilidad de sus habitantes, esto ocurrió gracias a la
llegada del hombre quien con su fuerza desmedida y
destructiva comenzó a desplazar la frontera de la
naturaleza por su afán de conquistar la tierra manteniendo
así la supremacía humana sobre todo el reino animal y
vegetal.
Pero, ¿ Que fue lo que pasó abuelo ?, preguntó la
nieta.
Bien mi niña, el hombre en su ambición de
conquista se cegó y esto a la vez lo hizo olvidarse que
tanto el ser humano como el reino animal y vegetal se
deben espacio en la faz de la tierra y que el respeto a
estos espacios mantiene el equilibrio ecológico.
Resultó que un buen día el hombre avanzaba en su
conquista cambiando las selvas naturales por selvas de
cemento y la naturaleza indefensa ante los hechos
esperaba con paciencia e incertidumbre que esa mano
criminal tuviera un poco de piedad para con ella. Pero ese
día hombre y naturaleza lograron hablar mágicamente en
el mismo lenguaje, todos los habitantes del bosque
hablaban con el hombre y viceversa, fue entonces que el
hombre comprendió que los animales no atacan al ser
humano por instinto asesino y que estos a su vez nos
proveen alimento,
que la flora además de adornar nuestro mundo con un sin
número de colores, nos permite extraer de ella
medicamentos y que no podemos alterar el orden de la
naturaleza sin sufrir sus efectos negativos.
Así, el hombre llegó a comprender que los
animales atacan al hombre para conservarse y subsistir,
que no fue la naturaleza quién alteró el orden, que más
bien fue el hombre quien invadió sin medidas ni
contemplaciones el normal hábitat de los animales y
finalmente ambos comprendieron que aunque el hombre
es el ser más inteligente sobre la tierra, no lo fue
suficiente para comprender que no podemos alterar el
orden de la naturaleza sin causar efectos negativos al
medio ambiente, que irremediablemente con el pasar del
tiempo el ser humano también sufrirá las graves y
trágicas consecuencias de sus actos.
Un río que surcaba el bosque durante su caída hacia
su desembocadura dando saltos al pasar los distintos
niveles que recorría, entonaba infinitas melodías durante
su trayectoria, melodías nunca antes armonizadas por
orquesta alguna. Pero esa vez también habló al hombre
con voz ronca y firme, le hizo ver que los árboles que
nacen en sus orillas necesitan de él para desarrollarse y
sobrevivir, para así poder brindar alimento y protección a
los animales, que de igual forma él necesita de su sombra
para evitar la evaporación o su muerte y así poder
mantener su caudal y lograr llegar a las lagunas, lagos y
al mismo mar para alimentarlo.
`Si deseas leer la historia completa, adquiere el libro
dando clic en el siguiente enlace:
https://www.lulu.com/spotlight/boaco

More Related Content

What's hot

Dossier un ataud en la azotea
Dossier un ataud en la azoteaDossier un ataud en la azotea
Dossier un ataud en la azoteateatronegra
 
PARA NADIE - RAFAEL BEJARANO
PARA NADIE - RAFAEL BEJARANOPARA NADIE - RAFAEL BEJARANO
PARA NADIE - RAFAEL BEJARANOSTAROSTA1000
 
Todos mis futuros son contigo marwan
Todos mis futuros son contigo  marwanTodos mis futuros son contigo  marwan
Todos mis futuros son contigo marwanAndrea Durán
 
Examen de maestros 2011
Examen de maestros 2011Examen de maestros 2011
Examen de maestros 2011laura84sab
 
Cuentos para quedarse en casa
Cuentos para quedarse en casaCuentos para quedarse en casa
Cuentos para quedarse en casafefemabe
 
Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)
Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)
Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)Hector Ugalde
 
Cartas a labios de coco
Cartas a labios de cocoCartas a labios de coco
Cartas a labios de cocoMime Zorto
 
Por estar a tu lado
Por estar a tu ladoPor estar a tu lado
Por estar a tu ladoharlen1607
 
Niño y el centauro indesign
Niño y el centauro indesignNiño y el centauro indesign
Niño y el centauro indesignernestochui
 

What's hot (18)

Impactante Fascinacion Microcuentos
Impactante Fascinacion MicrocuentosImpactante Fascinacion Microcuentos
Impactante Fascinacion Microcuentos
 
Dossier un ataud en la azotea
Dossier un ataud en la azoteaDossier un ataud en la azotea
Dossier un ataud en la azotea
 
Bloque 2 Variantes de un cuento
Bloque 2 Variantes de un cuentoBloque 2 Variantes de un cuento
Bloque 2 Variantes de un cuento
 
PARA NADIE - RAFAEL BEJARANO
PARA NADIE - RAFAEL BEJARANOPARA NADIE - RAFAEL BEJARANO
PARA NADIE - RAFAEL BEJARANO
 
La ventana 6 to lengua
La ventana 6 to  lenguaLa ventana 6 to  lengua
La ventana 6 to lengua
 
Doble j 6
Doble j 6Doble j 6
Doble j 6
 
Todos mis futuros son contigo marwan
Todos mis futuros son contigo  marwanTodos mis futuros son contigo  marwan
Todos mis futuros son contigo marwan
 
Evelio Rosero El Esqueleto de Visita
Evelio Rosero El Esqueleto de VisitaEvelio Rosero El Esqueleto de Visita
Evelio Rosero El Esqueleto de Visita
 
Extracto oscuros
Extracto oscurosExtracto oscuros
Extracto oscuros
 
Mi grupo a través de mis ojos
Mi grupo a través de mis ojosMi grupo a través de mis ojos
Mi grupo a través de mis ojos
 
Examen de maestros 2011
Examen de maestros 2011Examen de maestros 2011
Examen de maestros 2011
 
Cuentos para quedarse en casa
Cuentos para quedarse en casaCuentos para quedarse en casa
Cuentos para quedarse en casa
 
Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)
Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)
Al mejor entendedor, ninguna palabra por Héctor Ugalde Corral (UCH)
 
PRODUCTO 2 LETY
PRODUCTO 2 LETYPRODUCTO 2 LETY
PRODUCTO 2 LETY
 
Crimen, condena y fuga
Crimen, condena y fugaCrimen, condena y fuga
Crimen, condena y fuga
 
Cartas a labios de coco
Cartas a labios de cocoCartas a labios de coco
Cartas a labios de coco
 
Por estar a tu lado
Por estar a tu ladoPor estar a tu lado
Por estar a tu lado
 
Niño y el centauro indesign
Niño y el centauro indesignNiño y el centauro indesign
Niño y el centauro indesign
 

Similar to Mi Abuelo y Yo.

Similar to Mi Abuelo y Yo. (20)

Prueba de word e issuu
Prueba de word e issuuPrueba de word e issuu
Prueba de word e issuu
 
E book - Relatos para trabajar la diversidad - Fundación Triángulo
E book - Relatos para trabajar la diversidad - Fundación TriánguloE book - Relatos para trabajar la diversidad - Fundación Triángulo
E book - Relatos para trabajar la diversidad - Fundación Triángulo
 
Muestra de poesía en familia
Muestra de poesía en familiaMuestra de poesía en familia
Muestra de poesía en familia
 
Textos concurso literario 2018 blog
Textos concurso literario 2018 blogTextos concurso literario 2018 blog
Textos concurso literario 2018 blog
 
La múcura de parménides (2)
La múcura de parménides (2)La múcura de parménides (2)
La múcura de parménides (2)
 
solo basta con imaginarlo
solo basta con imaginarlosolo basta con imaginarlo
solo basta con imaginarlo
 
Jugamos con los cuentos
Jugamos con los cuentosJugamos con los cuentos
Jugamos con los cuentos
 
Destino inesperado
Destino inesperadoDestino inesperado
Destino inesperado
 
NE ME QUITTÉ PÁS - RAFAEL BEJARANO
NE ME QUITTÉ PÁS - RAFAEL BEJARANONE ME QUITTÉ PÁS - RAFAEL BEJARANO
NE ME QUITTÉ PÁS - RAFAEL BEJARANO
 
1er. grado v y b. patricia.
1er. grado   v y b. patricia.1er. grado   v y b. patricia.
1er. grado v y b. patricia.
 
Cuento El acertijo del mago
Cuento El acertijo del magoCuento El acertijo del mago
Cuento El acertijo del mago
 
Los valores
Los valoresLos valores
Los valores
 
El misterioso payaso malabarista
El misterioso payaso malabaristaEl misterioso payaso malabarista
El misterioso payaso malabarista
 
Presentacion Final Domando Ii
Presentacion Final  Domando IiPresentacion Final  Domando Ii
Presentacion Final Domando Ii
 
Libro MAIKEL
Libro MAIKELLibro MAIKEL
Libro MAIKEL
 
Historias de amor
Historias de amorHistorias de amor
Historias de amor
 
V
VV
V
 
El nino
El ninoEl nino
El nino
 
Raton 54
Raton 54Raton 54
Raton 54
 
Raton 54
Raton 54Raton 54
Raton 54
 

Mi Abuelo y Yo.

  • 2. Prólogo “Mi Abuelo y Yo” es una historia que se inspira gracias a la llegada de un nuevo miembro de la familia. Llega una nieta y cambia el ritmo de vida de una pareja que ya llevaba casi cuarenta años de compartir la vida juntos y para quienes ya su forma de llevar la vida estaba enmarcada de una manera similar a como la iniciaron. Juntos los dos sin más compañía, con la diferencia de años compartidos, dos perritos de mascotas y las visitas cotidianas de sus hijos a la casa materna. Aunque el proceso del crecimiento de los hijos es de cierto modo paulatino, no es fácil adaptarse a los cambios, después de haberlos visto crecer, jugar, correr, pelear, llevar amiguitos a la casa y la algarabía en la mesa a la hora de comer, ahora el destino los volvía a sentar a los dos en la mesa y en una casa vacía. Este pequeño libro se desarrolla dentro de un mundo real e imaginario, sin tiempo ni distancia en un diálogo y el relato de cuentos de como era la vida en tiempos pasados y que el abuelo hoy comparte con su nieta. Esta niña incursiona con su abuelo en un diálogo sobre sus vivencias, el cual inevitablemente lo hace regresar al pasado y a la vez permanecer en el presente. El abuelo se ve obligado por la inocencia de las preguntas de su nieta a recordar historias y plasmarlas en ese pequeño pero mágico mundo de la niña, ella escucha e interrumpe con ansias de saber más de cómo y porqué era tan distinto su mundo al del abuelo.
  • 3. Esta historia real e imaginaria combina la fantasía con la realidad, llevando así al lector por un mundo que bien puede ser parte de su historia vivida o tal vez los sumerge en una dimensión que no conoció pero escuchó, leyó o posiblemente vio en videos. La niña escucha con atención los relatos de su abuelo y trata de transportarse a ese mundo cuidando cada detalle para viajar en su imaginación y en el tiempo a esos lugares y recrearlos tal y como se los describe su abuelo. El abuelo para hacer sus relatos más coloridos y llamativos, les imprime unas pinceladas de fantasía en la descripción de los lugares y les da un toque aromático a las vivencias para mantener a su nieta cautivada y sumergida en ese misterio. Así de forma paulatina, a paso lento por los detalles de los relatos el autor lleva de la mano al lector hacia un mundo tierno y fresco como una mañana primaveral hasta visualizar con la imaginación y la lectura esa relación de un abuelo con su nieta, combinando distintas circunstancias y distintas épocas de la vida, diferentes momentos pero con relaciones similares, la bella relación de una nieta con su abuelo y es así como nace esta historia de “ Mi Abuelo y Yo”.
  • 4. La Historia de “Mi abuelo y yo”. En mi camino por la vida, siempre he encontrado un ángel en la vía, dándome la mano, indicándome el camino, ayudándome a tomar decisiones correctas para continuar y alcanzar mis objetivos. Pero esta vez caminaba en una nueva avenida desconocida para mí, comenzaba a oscurecer y en cada esquina que pasaba me encontraba un grupo de personas que como un pequeño escenario presentaba de forma teatral las distintas etapas de mi vida y entre el grupo podía verme a mi mismo disfrutando, sonriendo, llorando y luchando para poder continuar. La verdad no entendía lo que estaba pasando si era un sueño, una realidad o me había transportado a otra dimensión. De pronto al mirar hacia adelante me sorprendí. Ya no había nada más que mirar, era como si ahí mismo se terminaba toda la existencia y forma viviente. En esa incertidumbre estaba, era un 24 de Julio de 2015, cuando de pronto fijé la mirada en el fondo infinito frente a mí que era muy oscuro e incierto y alcancé a ver una pequeña pero radiante lucecita, un rayito de luz que se acercaba cada vez, moviéndose en todas direcciones a una velocidad indescriptible. Ese rayito de luz se acercaba a mí sin sufrir ningún cambio en su tamaño ni en la intensidad de su brillo, solamente alternaba haciendo cambios de colores, era un rayito de luz que en su avanzar dejaba un destello de oro tan brillante como el mismo sol.
  • 5. Finalmente llegó nuestro encuentro, yo firme y un poco nervioso lo esperaba ansioso y el rayito de luz que no paraba ni por un instante moviéndose en todas direcciones, comenzó a recorrer toda mi existencia, era un silencio profundo, pero con melodía sinfónica, de pronto se detuvo a la altura de mis ojos y comenzó nuevamente a cambiar su brillo en tonalidad y colores, el silencio se hizo presente y un una voz angelical me dijo: Hola abuelo, no te asustes voy en camino, todo va a estar bien, ya pronto estaré en tus brazos. Este fue mi primer encuentro con mi primera y única nieta que tengo hasta la fecha, fue la primera vez que gracias al avance de la tecnología logré mirarla por medio de una pantalla grande de un televisor en la que se mostraba el ultra sonido, vi sus movimientos y escuché los latidos de su pequeño y frágil corazóncito. Esta historia nace en un lugar donde se mezcla la fantasía con la realidad y el tiempo deja de ser el factor que rige el ritmo de la vida. Eran las cuatro de la tarde, comenzaba a marcarse en el azul celeste el fin del día. La niña y su abuelo estaban acostados en la grama del patio trasero de la casa con la mirada esparcida en todo el firmamento, descubriendo las distintas formas que tomaban las nubes mientras se desplazaban según la voluntad del viento. La niña comenzaba a relacionar la forma de las nubes con algún animal o escena de alguna película que había visto, el abuelo dándole crédito a lo que la niña expresaba ampliaba más su imaginación y le cantaba
  • 6. canciones de niños relacionadas con lo que ella imaginaba. Ella miraba a su abuelo y le seguía el ritmo de la melodía, la cantaba pero le inventaba la letra hasta que al final los dos cerraban el canto con carcajadas y palabras que invitaban a buscar otra figura formada por las nubes. Entre risas y muecas continuaban la conversación que por la curiosidad de la nieta, quien escuchaba y preguntaba se fue convirtiendo más bien en algo parecido a un monólogo. Esto por que la intervención de la niña obligaba al abuelo a una larga exposición con matices y pinceladas para dibujar la respuesta de la mejor manera y así su nieta logrará comprender la respuesta a su pregunta. Mira, mira esa nube dijo el abuelo, parece un trompo, la niña suelta una carcajada al escuchar esa palabra y repite, ¡Un trompo! Vuelve sus ojos hacia el firmamento como buscando la nube con la figura que le dijo el abuelo y a los pocos segundos mira fijamente al abuelo y le pregunta. ¿Qué es un trompo? El abuelo al instante se da cuenta que el trompo para la niñez actual ha dejado de ser juguete que todo niño quiere tener, que hoy en día la mayoría de los juegos son electrónicos y con muy, pero muy poca actividad física y que el trompo es hoy un juguete de muy poca aceptación y prácticamente ya extinguido. Entonces el abuelo respondió invitándola a sentarse en la grama y en una parte que no había grama solo tierra le dibujó un trompo y le dijo: Los trompos con los que jugábamos en aquellos tiempos eran de madera, era como
  • 7. un cono redondo, ancho en la parte de arriba y se hacía angosto en la parte de abajo hasta terminar en una punta. ¿Y cómo jugaban eso? Preguntó la niña. Era muy fácil mi pequeña. Le enrollábamos una manila que era como un cablecito de abajo hacia arriba y luego lo tirábamos con fuerza hacia la tierra y comenzaba a bailar. Al escuchar esa expresión, la niña vuelve con otra carcajada, se pone de pie y simulando un baile le dice, así, así bailaba tu trompo abuelo mientras seguía con su risa. El abuelo al ver la ocurrencia de su nieta también soltó en carcajadas y luego él sentado y la niña parada a su lado simulaban bailar y se hacían muecas el uno al otro sin parar de reír. El abuelo continuó diciendo, bailar el trompo le decíamos cuando lo tirabamos al suelo y al desenrollarse de la manila comenzaba a dar vueltas. En mi barrio todos los niños jugabamos trompo en la calle. Por lo general lo jugabamos en las tardes después de clase y de haber hecho nuestras tareas escolares. ¿Y cómo jugaban en las calles con tantos carros que pasan abuelo? Ay mi niña de ojos color de mar. En aquellos que fueron mis tiempos de niño y en ese pueblo que me vio nacer hace ya más de 50 años, no existían muchos carros, uno que otro pasaba de vez en cuando por donde estábamos jugando. Y sabes, no se por qué, pero el tiempo de jugar con los trompos era en invierno, es como si la lluvia llevara los trompos a las tiendas de mi pueblo.
  • 8. Algunas tiendas los ponían en las puertas de entrada en canastos, otros los amarraban uno a uno de tal forma que parecía un tren de trompos, colocaban un clavo en el marco de la puerta de entrada y ahí los colgaban para que los viéramos y llegáramos a comprar. Los mejores eran los que hacían de un árbol de madera dura y sólida que se llama guayacán. Los más caros y los mejores bailando eran esos. La niña interviene y le dice: Yo no tengo un trompo abuelo, pero si muñecas y cocinas de baterías que parecieran que de verdad estoy cocinando, también juegos electrónicos y a veces cuando voy a tu casa la Tita (nombre cariñoso como llamaba a su abuela) me presta su celular en el que veo videos y también disfruto los juegos electrónicos. ¿Tú que jugabas cuando tu abuela te prestaba su celular?. Al escuchar esa pregunta, el abuelo la miró fijamente y soltó una carcajada de esas que no puedes parar de reír, como cuando escuchas un buen chiste. Fue tan espontánea y alarmante que la nieta se asustó. Cuando por fin pudo contener su risa le dijo. Mi niña, en mis tiempos ni siquiera nos imaginábamos que los celulares llegarían a existir. En mi pequeño pueblo quizás existían unos 50 teléfonos convencionales en las casas y ahora ya ni en las casas los usamos, todos tenemos celulares. Esos teléfonos de mis tiempos había que darles vuelta a una ruedita que tenían al frente, esta ruedita tenía los números del 0 al 9. Si tenías que llamar al número 16, ponías el dedo primero en
  • 9. el número 1 y hacías girar la ruedita hasta una marca que tenían y luego hacías los mismo con el 6 y así estabas llamando a la casa que tenía el teléfono número 16. Si por alguna razón no te podías comunicar o no sabías el número al que querías llamar, entonces llamabas a la central de telefonía, ahí te contestaba un trabajador de las comunicaciones y te preguntaba con quién querías hablar, tú le dabas el nombre de la persona y él llamaba desde su oficina a esa persona y así te comunicaba para que pudieras hablar. Era solo para hablar, te ponías un aparato más o menos como un plátano, con una punta en la oreja para escuchar lo que te decían y la otra cerca de la boca para contestar o hablar con esa persona. JaJajaja esta niña con sus preguntas, celulares en tiempos de mi abuela. Solo ocurrencias sos mi pequeño ángel. Luego de la plática de trompos y celulares se volvieron a acostar en la grama en busca de más nubes para encontrar a que se parecían. Hubo un silencio, ambos callaban mirando al firmamento, hasta que finalmente la niña le dijo: esa nube tiene forma de unicornio.
  • 10. Después de haber dicho lo que según ella tenía forma esa nube. Volteó a ver a su abuelo y le preguntó. ¿En tus tiempos había unicornios, tú los conociste o tuviste uno? El abuelo pensó un poco antes de contestar, pues no quería destruir esa ilusión o sueño que tenía la niña sobre ese animal mitológico, pero a la vez quería que entendiera la diferencia entre la mitología y la vida real, pero al verla tan pequeña e inocente prefirió contarle una historia para evadir la respuesta a la pregunta. Mira mi niña, te voy a contar un cuento. Este cuento tiene que ver con lo que ha pasado en nuestro planeta y la presencia de nosotros los humanos al ir más allá de las fronteras naturales. ¿Y cómo se llama el cuento abuelo? Preguntó la niña. El cuento se llama “El bosque encantado”, le respondió el abuelo. Este era un bosque, un bosque que si tú lo vieras pensarías que está encantado o como extraído de una película como esas que tú ves, en el permanecía la armonía, paz y dicha entre los animales, la flora se encargaba de adornar los distintos sitios luciéndose con sus creaciones en distintos paisajes y en distintas épocas del año que en la actualidad serían la envidia de cualquier pintor. Los animalitos se protegían con tanta flora ya que esto les servía de camuflaje y la fauna le ponía el encanto
  • 11. musical con cantos de pájaros, rugidos de fieras, maullidos de crías, etc. Un día el bosque sufrió un cambio que terminó con la tranquilidad de sus habitantes, esto ocurrió gracias a la llegada del hombre quien con su fuerza desmedida y destructiva comenzó a desplazar la frontera de la naturaleza por su afán de conquistar la tierra manteniendo así la supremacía humana sobre todo el reino animal y vegetal. Pero, ¿ Que fue lo que pasó abuelo ?, preguntó la nieta. Bien mi niña, el hombre en su ambición de conquista se cegó y esto a la vez lo hizo olvidarse que tanto el ser humano como el reino animal y vegetal se deben espacio en la faz de la tierra y que el respeto a estos espacios mantiene el equilibrio ecológico. Resultó que un buen día el hombre avanzaba en su conquista cambiando las selvas naturales por selvas de cemento y la naturaleza indefensa ante los hechos esperaba con paciencia e incertidumbre que esa mano criminal tuviera un poco de piedad para con ella. Pero ese día hombre y naturaleza lograron hablar mágicamente en el mismo lenguaje, todos los habitantes del bosque hablaban con el hombre y viceversa, fue entonces que el hombre comprendió que los animales no atacan al ser humano por instinto asesino y que estos a su vez nos proveen alimento, que la flora además de adornar nuestro mundo con un sin número de colores, nos permite extraer de ella
  • 12. medicamentos y que no podemos alterar el orden de la naturaleza sin sufrir sus efectos negativos. Así, el hombre llegó a comprender que los animales atacan al hombre para conservarse y subsistir, que no fue la naturaleza quién alteró el orden, que más bien fue el hombre quien invadió sin medidas ni contemplaciones el normal hábitat de los animales y finalmente ambos comprendieron que aunque el hombre es el ser más inteligente sobre la tierra, no lo fue suficiente para comprender que no podemos alterar el orden de la naturaleza sin causar efectos negativos al medio ambiente, que irremediablemente con el pasar del tiempo el ser humano también sufrirá las graves y trágicas consecuencias de sus actos. Un río que surcaba el bosque durante su caída hacia su desembocadura dando saltos al pasar los distintos niveles que recorría, entonaba infinitas melodías durante su trayectoria, melodías nunca antes armonizadas por orquesta alguna. Pero esa vez también habló al hombre con voz ronca y firme, le hizo ver que los árboles que nacen en sus orillas necesitan de él para desarrollarse y sobrevivir, para así poder brindar alimento y protección a los animales, que de igual forma él necesita de su sombra para evitar la evaporación o su muerte y así poder mantener su caudal y lograr llegar a las lagunas, lagos y al mismo mar para alimentarlo. `Si deseas leer la historia completa, adquiere el libro dando clic en el siguiente enlace: https://www.lulu.com/spotlight/boaco